—¿Estás evitando la responsabilidad incluso mientras nos damos la mano? —Bo Yi tocó su mano con delicadeza mientras hablaba—. Podría ser demasiado tarde ahora.
Aunque Fang Yuan contemplaba la idea de retirar su mano, el agarre de Bo Yi era resuelto. —Quédate quieta.
Su voz llevaba un atractivo seductor mientras le susurraba al oído, —Me temo que podría lastimarte.
Estas palabras parecían tener una implicación diferente para los oídos de Fang Yuan.
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Jardín de Jin'an.
Cheng Yuqi echaba miradas ocasionales a su reloj. Ya eran las 8 de la noche; ¿por qué esa campesina no había regresado a casa todavía? ¿Será posible que se haya avergonzado más temprano en casa del Abuelo Bo y ahora estuviera demasiado avergonzada para enfrentar su regreso? ¡Si ese fuera el caso, las cosas estaban a punto de ponerse mucho más interesantes! Estaba ansiosa por presenciar la humillación de la simplona.
Varias jóvenes estaban reunidas alrededor de Cheng Yuqi.
