Hao Dui se volteó y miró a Cheng Mu antes de asentir. —Oh.
Ya no le interesaba más y dejó de preguntar.
—Leí el expediente de hace tres años —Hao Dui se volteó y salió—. Fui al equipo de investigación criminal de Yun Cheng.
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Unos días después, las cicatrices en la mano de Qin Ran ya casi habían sanado.
Últimamente, Cheng Juan, Lu Zhaoying y los demás habían estado ocupados. Hao Dui la vigilaba como un lobo y Qin Ran raramente iba al consultorio del médico escolar.
Estaba acostada sobre la mesa con los ojos ligeramente cerrados. Su uniforme escolar estaba subido hasta cubrir su barbilla.
A su lado, Lin Siran estaba explicando una pregunta a Xia Fei.
—Lin Siran, ¿de dónde sacaste esta libreta? —Xia Fei señaló la libreta a la que Lin Siran se refería y preguntó.
Lin Siran se volteó y la miró. —Ran Ran me la dio.
Pero raramente la miraba.
—Siento que el nombre me es muy familiar... —Xia Fei señaló las tres palabras suaves en la primera página pensativamente.
