El lugar de trabajo era espacioso, pero solo unos pocos al lado del Director Qin podían ver lo que había en la pantalla de su computadora.
Aparte del Cuarto Maestro Qin, solo el Mayordomo Qin y algunos accionistas podían ver la pantalla.
La sonrisa del Cuarto Maestro Qin se congeló instantáneamente cuando vio los números.
Empujó a la persona que estaba delante de él, incrédulo ante los resultados.
Intentó evitar que Qin Xiuchen tomara el 10% de las acciones e incluso abandonó a Qin Zhao.
Pensó que sin Qin Ling, nadie más en la Familia Qin amenazaría su estatus…
¿Quién iba a decir que Qin Ran aparecería de la nada?
Había planeado durante mucho tiempo cómo asegurar el 10% de las acciones. Al final, no pudo asegurar las acciones e incluso tuvo que renunciar al 18% de sus acciones.
Los demás accionistas se quedaron atónitos. —Debe ser falso, ¿verdad? Director Qin, ¿se ha equivocado?— preguntó uno.
