—La expresión de Cheng Juan...
Cheng Wenru miró rígidamente detrás de ella y enseguida se calló.
Colocando la llave en el armario y cambiándose los zapatos, la expresión de Qin Ran era casual y ligera.
Cheng Juan sacó el cigarrillo con calma y lo lanzó a un lado.
Cayó muy precisamente en la papelera detrás del sofá.
Se hizo a un lado y le dio un lugar. Mientras alcanzaba a servirse una taza de té, se giró de lado y le entregó la taza con las cejas limpias levantadas —¿Por qué no me llamaste?
Sus dedos rozaron su mano. Estaba bastante fría.
—Era demasiado problemático —Qin Ran se recostó en el sofá y tomó un sorbo de té—. ¿De qué estaban hablando ustedes?
Cheng Wenru bajó la cabeza y solo hizo una señal a Secretario Li con sus ojos.