—Abajo.
No muy lejos, vio el coche de Cheng Juan estacionado justo al lado de la carretera.
Enganchando sus dedos en su bufanda, caminó hacia el coche.
Estaba a solo un minuto de distancia, así que no llevaba puesta su bufanda.
Pensando en esto, solo dio dos pasos adelante cuando un chico alto la detuvo frente a ella. Sosteniendo una pelota de baloncesto, miró fijamente a Qin Ran, su rostro guapo estaba sonrojado y su voz agitada. —Eres Qin Ran de la clase de Automatización del Departamento de Física de primer año, ¿verdad? Hola, soy Shu...
Qin Ran dio un paso atrás y miró con pereza hacia arriba. El resplandor del sol poniente brillaba en su rostro, luciendo brillante y arrogante, y su tono era simple y conciso. —No lo soy. Has encontrado a la persona equivocada.
Era fría e impaciente.
Girándose, caminó directamente hacia Cheng Juan.
Otros al lado de la carretera ya la habían reconocido.