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Zou Bai lo miró inexpresivamente. Después de que cesaran los aullidos, —Te preguntaré una última vez. ¿Secuestraste a los dos niños? ¿Dónde están ahora?
El tono de Zou Bai era muy calmado, pero todos los presentes sintieron un escalofrío.
Con la policía presente, aún se atrevía a interrogar al criminal él mismo. O estaba mentalmente enfermo o era poderoso. Viendo que Jiang Yan no decía nada, debía ser lo segundo.
El superintendente no se movió, así que la policía naturalmente hizo como que no veía. Además, el paradero de los niños era de hecho importante. Era comprensible usar algunos métodos especiales.
Zou Yi tenía muchos métodos y solo había usado unos pocos para hacer hablar a esta persona. —Secuestramos a dos niños, pero fuimos bombardeados antes de que pudiéramos recogerlos. Estaba pensando en irme de este lugar, pero no esperaba ser bombardeado de nuevo. Me quedé atrás así nomás.
