—Si logras engañar a Qiao Mei para que salga, no hay necesidad de lastimarla —dijo He Mei—. En ese momento, enviaré a alguien a llevársela para poder usarla como ficha de negociación y amenazar a la familia Xia. ¡De esta manera, será fácil para mí conseguir lo que quiera! —He Mei ya podía imaginar el resultado exitoso—. Para entonces, con solo usar la situación para amenazar a Xia Zhe y pedirle que se divorcie de Qiao Mei, ¡él definitivamente aceptaría!
Qian'e miró hacia el césped detrás suyo y sonrió sin decir nada.
—Qiao Mei, que se escondía detrás del césped, no reaccionó mucho. Sin embargo, Xia He estaba tan enfadada que casi salió corriendo a darle una lección a He Mei.
—¡La familia He realmente no era un buen grupo! ¡Realmente querían conspirar contra Qiao Mei y la familia Xia de esta manera!