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Estos tipos de tarros no eran artículos raros. La mayoría de la gente los usaba como tarros de almacenamiento en sus habitaciones o los utilizaban para conservar alimentos marinados.
La gente en la sala familiar huyó en todas direcciones. He Han estaba tan asustado que se escondió en un rincón y no se atrevió a moverse. Siempre había sido la persona menos favorecida en su familia y nadie pensó en protegerlo ahora.
—No tengas miedo. No han venido a hacerte daño. Ven afuera conmigo —dijo Xia Zhe mientras acariciaba gentilmente la cabeza de He Han.
Después de dudarlo un poco, He Han decidió seguir a Xia Zhe al patio.
