Qiao Mei pensó por un momento y preguntó:
—Entonces, si no tienen dinero, ¿van a faltar a su palabra otra vez?
En aquel entonces, cuando se les pidió que entregaran la casa, usaron todo tipo de excusas para ganar tiempo. Si Qiao Mei no hubiera demolido la casa en secreto, se habrían quedado allí por el resto de sus vidas.
—No te preocupes, todos en la familia Cao tienen unidades de trabajo propias. Si todos van a sus unidades a obtener su salario por adelantado, definitivamente podrán juntar el dinero —dijo Xia Wen.
Qiao Mei se sintió más tranquila al escuchar eso. Además, Xia Zhe todavía tenía algo sobre ellos. Definitivamente no se atreverían a incumplir en este asunto.
El profesor Zhu llevó a los estudiantes a reconocer el área y a entender el estado de los edificios para que pudieran avanzar y elaborar el plan de construcción.
Qiao Mei miró el cerezo y pensó en cómo salvarlo. No podía decidir si dejarlo en su posición actual o trasladarlo a otro lugar.
