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Chapter 57 - Irina vs roblox

Celica, Bonny, Rias y Kevin, en medio del combate, se quedaron inmóviles, al igual que sus compañeros y los del semirreino militar, pues Roblox cambió a su modo humanoide. Esta transformación consistía en tomar una apariencia más humana y reveló su gran aura morada, la cual emanaba un frío tan intenso que congelaba a las personas a su alrededor.

"¿Cómo es posible que una máquina tenga tanto poder?"

Era algo que Celica se preguntaba. No obstante, alguien que estaba ansiosa por pelear con semejante monstruo llegaría a la batalla: se trataba de Ryla, mejor conocida como Irina, acompañada de Yeli.

—¡Maldito monstruo! —gritó Irina con furia, despegando a una velocidad extremadamente rápida.

Yeli quiso frenarla porque sabía que Roblox era un oponente de fuerza incomparable, pero no pudo.

Las dagas de Irina estaban guardadas en su cadera, pero salieron solas hacia su mano como si fueran atraídas por ella. Se cubrió de un aura roja y evocó una de sus artes más fuertes:

El arte de conexión sangrienta.

—¡Velo de sangre! —exclamó, cubriendo así ambas dagas de manera que el poder estaba no en defensa, sino en ataque.

Tanto era su poder que las dagas parecían cortar el viento.

¡Bam!

Las dagas chocaron contra las manos del humanoide, y este detuvo todo el poder de Irina con facilidad.

—¿Qué…? —fue la reacción de Celica, Yeli, Bonny y los demás.

Había detenido todo ese poder en un parpadeo. Era un monstruo peor de lo que imaginaban.

Irina no detuvo su ataque. Lanzó patadas al cuerpo de su enemigo, ya que sus dagas no salían del agarre de él, pero este esquivó con suma facilidad.

¡Bam!

Una patada logró conectar Irina. Aprovechó ese momento para sacar sus dagas y gritó:

—¡Conexión de sangre, velocidad extrema!

Era como si las dagas se movieran solas en forma de remolinos. Pero allí no se detuvo Irina, pues activó su habilidad más fuerte:

Dominio del movimiento.

Esta consistía en leer todo movimiento en un rango de ataque de 10 metros, además de acelerar la respuesta de contraataque.

No obstante, esto no significaba que Irina fuera más rápida. Podía moverse más rápido solo si su cerebro analizaba la velocidad del objetivo. Si este era humano, era más sencillo, pero si se trataba de un robot o un ser no humano, debía hackearlo primero.

A los dos segundos, Irina ya había hackeado al humanoide y ralentizado su velocidad. Esto era posible porque Roblox no era humano, y ella se acercó a él a una velocidad menor a la del sonido, debido a la gran extensión del universo o, mejor conocida, como Harchava Shel Hikum del humanoide.

Roblox reaccionó para esquivar los potentes ataques potenciados de Irina, los cuales cortaban el aire con una trayectoria roja.

¡Clang!

El ataque conectó con el humanoide, arañando su cuerpo.

¡Bam!

Irina fue golpeada por una onda de aire de su oponente. En un abrir y cerrar de ojos, una cantidad de golpes fueron lanzados contra ella. Irina esquivaba con dificultad, hasta que logró recuperar su posición y darle una patada de arriba hacia abajo, enterrando la cabeza del humanoide en el suelo.

—¡Es increíble esta batalla! —exclamaron Celica y los demás.

—Irina es mucho más fuerte de lo que pensábamos —dijo Rias.

No obstante…

Roblox se levantó y golpeó a Irina, mandándola a volar. Luego apareció detrás de ella y, con una patada, la enterró bajo el suelo.

"¿Qué demonios…?" —pensó Irina—. "Este sujeto se volvió más veloz."

—Acabo de instalarme un virus —dijo el robot, con su aspecto humano, cabello corto y morado, y ojos rojos.

—¿Virus? —preguntó Rias.

—Así es —respondió Celica—. Se les llama virus y no paquetes de mejoras.

—¿Por qué? —cuestionó Kevin.

—La razón es que va en contra del mismo sistema. El virus es creado e instalado para forzar al sistema a hacer algo que no haría por sí solo, incluso si estuviera programado para ello.

Los ojos de Kevin y los demás se abrieron con asombro.

Celica continuó:

—En otras palabras, aunque daña el sistema o lo reescribe, le permite hacer cosas como: absorber energía del magnesio e integrarla en su núcleo. A la larga, daña los collares o cualquier objeto que le integren al virus asi sea uno mismo que es un androide, pero sirve por varios días para la función que desempeña. Va en contra de la lógica del programa.

—Entonces… —murmuró Kevin—.

—En otras palabras —interrumpió Celica—, los virus son la razón por la que se pueden hacer estas cosas anormales con la tecnología.

El impacto en Kevin y los demás fue inmenso. No sabían que la tecnología podía tomar ese rumbo.

Por otro lado, Irina estaba recibiendo una paliza de parte del humanoide Roblox.

Celica y Bonny interfirieron para salvarla. Roblox la tenía sostenida del cuello, asfixiándola.

No obstante, rápidamente se reagruparon, pues los otros cultivadores encontra también interfirieron.

—¿Cómo estás, hermana mayor? —preguntó Bonny.

—¡Estoy bien! —respondió Irina, con múltiples heridas. Pero, segundos después, vomitó sangre, ya que minutos antes de que la salvaran había recibido un fuerte golpe en el estómago.

La guerra parecía perdida para el país de los exiliados.

No obstante…

En la cima apareció una figura que resplandecía con el sol.

—¡Miren hacia allá! —gritaron varios personajes.

Un sujeto que no parecía humano se alzaba en lo alto. Era la figura de un ser tenebroso que infundía miedo. Tenía cabeza de zorro, pero solo su esqueleto de ese animal mitologico, sin piel, brillando en un blanco intenso. En cuanto a sus otras extremidades, sí parecían humanas, aunque de un ser musculoso.

No exageradamente, sino simétrico. Su coloración era la de un kitsune blanco.

Para colmo, tenia una cola de zorro y llevaba una espada pesada, pero no muy grande, guardada en una hermosa vaina en su espalda.

—Vaya, vaya… parece que llegué tarde —dijo el sujeto, con una voz que parecía salida del infierno.

Celica quedó con la boca abierta, al igual que Lewis. Ellos eran de los pocos que habían tenido el placer de conocer al gran Overlord.