El rugido distante de explosiones aun en un eco persistente calmándose en un lapso de apenas segundos, mientras su vista comenzaba a enfocar la escena ante él. Abrió los ojos con un gran esfuerzo, su cuerpo resistiéndose a cualquier intento de movimiento. El olor a pólvora y tierra seca le llenaba las fosas nasales, mientras el sol ardiente del desierto golpeaba implacable su piel. No sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí. Solo tenía la certeza de que había muerto, y ahora se encontraba en medio de un escenario que no lograba comprender.
Se incorporó lentamente, su cuerpo protestando con cada movimiento. El dolor era un recordatorio constante de sus heridas: una pierna sangrante, un brazo magullado y un costado que parecía arder. Miró a su alrededor, notando los cuerpos inmóviles de soldados esparcidos por el terreno. Sus rostros eran un reflejo de la muerte, y su presencia le hacía cuestionar su propia existencia en ese lugar.
Con una sonrisa irónica en el rostro, murmuró para sí mismo: "Bueno, esto es nuevo. No todos los días uno despierta en medio de un campo de batalla la cuestión es cual de todos estoy".
Con pasos firmes, me dirigí hacia un vehículo militar volcado a unos metros de distancia. Algo en su interior le decía que allí encontraría respuestas o, al menos, algo de ayuda. Cada paso que daba era una agonía, pero su determinación de entender su situación lo impulsaba a seguir adelante.
Al llegar al Humvee, se apoyó en la puerta y se tomó un momento para calmar su respiración. Sentía una confusión abrumadora. No recordaba quién era ni cómo había llegado allí. Las imágenes de una vida anterior, llena de logros y sacrificios, cruzaban su mente fugazmente, dejándole una sensación de vacío y soledad y al mismo tempo decepción por cómo vivió toda su vida.
Finalmente, abrió la puerta del vehículo y se encontró con un botiquín de primeros auxilios y una radio. Decidió atender sus heridas primero, aunque el dolor y la vista de su sangre le provocaban un escalofrío. - wow eso es una herida fea que tienes ahí amigo, oh cierto es mi cuerpo jajaja, auch auch.- Con manos hábiles y precisas, aplicó un torniquete en su pierna y vendó las heridas lo mejor que pudo.
"Si tan solo hubiera un poco de alcohol por aquí", bromeó, mientras ajustaba las vendas. "Esto sería mucho más fácil".
Mire mi perfil en el espejo retrovisor y esta no era mi cara un joven rubio ojo azules eléctrico rasgos definidos en contraste con mi cara redonda cabello café oscuro y ojos café chocolate.
Con el dolor parcialmente bajo control, tomó la radio y trató de comunicarse, aunque no sabía a quién llamar. "¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Ehm jhn Miller al habla .- mientras miraba su nombre bordado en su camisa. Cambio ,bueno nada de nada", dijo, mientras recibía estática en respuesta.
"Perfecto, parece que la recepción aquí es tan buena como en zonas de peligro bueno estoy en una creo ", comentó con sarcasmo, arrojando la radio de vuelta al asiento del pasajero.
Decidido a actuar por su cuenta solo lograba divisar ensus recuerdos caras y nombres de las personas ahí tiradas, comenzó a reunir los cuerpos de los soldados caídos y, con gran esfuerzo, los cargó en el vehículo. Cada cuerpo que movía le recordaba la fragilidad de la vida y su propia incertidumbre sobre su identidad y su lugar en este nuevo mundo.
"Bien, chicos, es hora de volver a casa", dijo en voz baja, con un tono que combinaba respeto y una leve burla para mantener su propia cordura.
Después de lo que pareció una eternidad, había colocado a todos los cuerpos en el vehículo. Subió al asiento del conductor y encendió el motor esperando que aun con toda la lucha aun encendiera, rugió como si despertara de un largo letargo. No tenía un destino claro, pero sabía que debía encontrar ayuda.
Mientras conducía por el terreno accidentado, su mente estaba llena de preguntas. ¿Quién era y porque tenía un traje con nombre de John Miller? ¿Qué hacía en este campo de batalla? Porque tenía una cara diferente. Recordaba fragmentos de su vida anterior: conocimientos en medicina, ingeniería y otras disciplinas, pero ningún detalle personal que pudiera darle una pista sobre su identidad actual.
"Vamos, cerebro, dame algo más que ecuaciones y teorías", se dijo a sí mismo, tratando de evocar cualquier recuerdo útil que le ayudara en esta situación.
El viaje fue largo y difícil. Cada bache en el camino le recordaba su dolor físico y la carga emocional de no saber quién era como llego aquí, porque estoy en una guerra. Finalmente, vio un campamento militar en el horizonte. Un atisbo de esperanza llenó su corazón. Tal vez allí podría encontrar respuestas o, al menos, alguien que lo ayudara a comprender su situación.
Al llegar al campamento, vio a soldados y personal médico corriendo hacia él. Sus miradas de asombro y preocupación le indicaron que su llegada no era lo que esperaban. Apenas detuvo el vehículo, los médicos lo sacaron y lo colocaron en una camilla.
.-misión cumplida señor ,cualquiera que fuera claro.-gritando la primera parte y terminando en un susurro
"¡Rápido, necesitamos estabilizarlo! Está perdiendo mucha sangre", dijo uno de los médicos mientras lo llevaban a toda prisa a la enfermería. Su mente estaba nublada, el dolor y el cansancio finalmente lo vencían. Pero antes de perder la conciencia, alcanzó a decir:
"No sé quién soy... No sé qué hago aquí...", susurró, y la oscuridad lo envolvió una vez más.
Cuando despertó, se encontró en una cama de hospital. El ambiente era tranquilo, y el olor a desinfectante llenaba el aire. Un hombre de mediana edad, vestido con una bata blanca, se acercó y le sonrió amablemente.
"Estás a salvo ahora. Te encontramos en el campo de batalla, solo y herido. ¿Recuerdas algo?", preguntó el hombre, con un tono de voz que intentaba ser tranquilizador.
Él negó con la cabeza, sintiendo una mezcla de frustración y alivio. "Hola Doc. buenos días ya está listo el desayuno, bueno bueno no me vea así. No recuerdo nada de mi vida antes de despertar en un campo repleto de cuerpos y casas destruidas", respondió, su voz firme y controlada.
El hombre asintió, su expresión se tornó más seria. "bueno comprensible, considerando lo que has pasado. Pero estás a salvo ahora, sufrieron una emboscada a las afueras de Bagdad era una misión de reconocimiento, pero un informe de radio fue interceptado por el enemigo revelando su posición de el día de hoy".
"Genial entonces a quien le pido un trago por el error, bueno siempre quise una nueva oportunidad para averiguar quién soy así que vamos allá. Espero que esta vez sea más emocionante", comentó con una sonrisa sarcástica.
Mientras se recostaba en la cama, mirando el techo blanco y brillante de la enfermería, se dio cuenta de que su viaje apenas comenzaba. No sabía quién era, pero estaba decidido a descubrirlo. En este nuevo y extraño mundo, lleno de posibilidades y misterios, tendría que encontrar la verdad sobre su identidad y donde esta. Y con esa resolución, se dejó llevar por el sueño, espero despertar esta vez con una linda enfermera.