Parte Única
La risa del maldito de mi hermano era algo siniestra, al igual que su voz.
-Tu niña vienes para continuar con nuestro baila. -Decía mi hermano con otra voz.
El cuerpo de Sou volvió a retorcerse, sus huesos crujían dolorosamente, hasta que volvió a la normalidad.
Ahora él se encontraba muy agitado, pero hacia como si nada hubiera pasado.
-Disculpen eso, ya no debería molestar más. Dijo Soy todo sudado.
-¿Que cosa eres Sou?
-Emi el collar que el bastardo tiene puesto, lo necesitamos, con el podemos tocar a Aki, no es su cuerpo, pero al menos es algo por ahora.
-Entiendo Hikaru, pero ¿qué cojones fue lo que acabo de ver?...
-Emilia déjame contarte una historia de un niño que quería ser deportista, era buen jinete de caballos, pero por desgracia a mis 16 años, enferme, de hecho ustedes me conocieron cuando era muy enfermizo recuerdo, el asunto es que yo tuve que morir hace años, mi futuro como jinete se fue al caño, era bueno, realmente tenía futuro, pero de un día para otro comencé a perder resistencia, luego ya no tenía aire suficiente, después empezaron los sangrados, llegué a un punto que ni siquiera podía salir de casa. Cuando al fin un médico pudo atenderme, me diagnosticaron cáncer pulmonar con metástasis, mis días estaban contados, un adolescente con todo sus sueños rotos, frustrados con miedo... Un día en uno de mis largos exámenes una mujer muy encantadora tuvo pena por mi, ella se me acercó recuerdo que conversaba mucho con ella, era muy dulce, me tomaba atención, jugueteaba un poco conmigo, mi único motivo para ir a mis exámenes era esa mujer, me aferre a ella era lo único lindo que me quedaba.
Sou dio un par de pasos hacia nosotros, se seco el sudor con un pañuelo y prosiguió.
-Ella un día vio mi mal estado y me presento a su marido otro hombre encantador que me dijo que podía curarme, me prometió un futuro maravilloso, adema ellos dos, que puedo decirles me han dado mucho amor, sobre todo ella, pero no puedo dejar de lado a mi querido salvador, yo quemaría el mundo por ellos, y que pidieron cambio, solo servirles a ambos, me prometieron una vida larga y eso lograron, me curaron fue algo doloroso no voy a negarlo, pero ellos dos me brindaron tanto amor, cariño, comprensión, que todo lo que tuve que pasar solo fue como un mero pinchazo de una inyección, solo tengo que mantener a raya a un pequeño ser dentro de mi, pero aquí estoy vivo y no saben la suerte que tienen ustedes dos, no se muy bien que quieren con ustedes, pero son especiales, incluso Venus está obsesionados con ustedes, acampánenme les aseguro que tendrán un futuro maravilloso...
-Cierra tu puñetera boca de una maldita vez, ¿quieres?, Crees que debería tenerte pena por tu enfermedad, idiota que se dejó engatusar por dos personas que te utilizan, mataste a una persona que amo, así que te puedes ir a la mierda, retorcido amante del demonio, voy a vengarme por todo lo que le hiciste a Aki, Sou.
Emi comenzó a rodearlo, yo fui de frente extremadamente encabronado y Aki me acompañaba de cerca.
-Malditos imbéciles que no saben el futuro que tienen planeados para ustedes, cómo quieran, yo intenté hacer esto por las buena.
Emi le lanzó una patada con su pierna buena, pero Sou fácilmente la atrapo y le pegó una patada en el pecho a Emi, que la mando al suelo.
Yo fui a golpearlo, pero con una simple llave al cuerpo me detuvo, aún así tenía mi cabeza libre y lo golpee en la cara con ella, lo que hizo retrocediera y me soltara.
-Nada mal...
Nuevamente esa risa salía de el, su cuerpo volvía a retorcerse, incluso ahora parecía que comenzaba a crecer.
-No, no, no, no detente, quédate encerrado, vas a arruinarlo otra vez...
Sou me miró a los ojos.
-Hikaru... Corran....
Los ojos lentamente cambiaron de color, a un tono rojizo, su mirada era de locura, y perversión, todo el cuerpo de Sou provocó un estruendo horrendo, su cuerpo aumento de musculatura incluso de tamaño, su ropa se desgarraba y el collar que antes estaba debajo de su ropa ahora colgaba a la vista en su cuello. Sou ahora era como una especie de hombre abominable que media como dos metros y treinta centímetros.
Aki soltó un grito ahogado, ella intento retroceder, pero apenas lo hizo se cayó, ella me miraba aterrada, ni siquiera salían palabras de su boca.
Esa cosa que antes era mi hermanastro, se arreglaba el pelo y se quitaba el sudor, miro a Akari y le lanzó un beso.
-Cuanto tiempo linda señorita, nuestra última cita fue algo encantadora dulzura... A, tu debes ser el señor Hikaur mucho gusto, puedes llamarme el Señor Hide, Doctor, Intelectual, algo Filósofo, oh disculpenme a veces me voy por las ramas... ¿Linda estás bien?, te noto un poco pálida. - Decía el monstruo con un rostro retorcido.
-¿Qué haces ahí en el suelo, albina con mechón rubio?... Mmm me recuerdas a alguien que conozco, supongo que tu eres la otra hermana, Emilia, siempre quise conocerlos... Es emocionante.
Fui directamente a darle un golpe, pero al hacerlo, cuando apenas mi puño lo golpeó me hice daño fue como si le hubiera dado a una maldita pared de acero solido.
-Por que tan hostil señor Hikaru, esa no son formas de tratar a alguien tan amable como yo, y por ahora solo quiero hablar, después de nuestra charla daremos pase a nuestro acalorado baile, y disfrutaremos los placeres mundanos de la carne desgarrándose.
Mientras más miraba, menos rastro había de Sou en esa cosa que se llamaba Hide.
Esa cosa me sostenía el brazo fuertemente, pero sin lastimarme.
-Tu eres un monstruo ¿por que tenías que hacerle eso a Aki?. Dije con lágrimas de odio.
-Oh, niño, me harás llorar, si pudiera, pero es simple, por la misma razón que un lobo hambriento casa a su presa, me explico vi a Sou disfrutando tanto de haber apuñalado a esa niña con esa extraña daga, que no pude evitar salir, la sangre de color carmesí me llamo como cerdo buscando trufa, oh el resto fue magnífico un hermoso deleite de cortes precisos para que siguiera con vida sin que muriera desangrada, hasta que su inevitable final llegará, pero vaya sorpresa verte aquí señorita, viva... O al menos en alma, pero que intrigante, eres un acertijo y me encantan...
Emi en algún momento mientras Hide monologaba agarro un pedazo de concreto suelto que había por todo el lugar y con eso lo golpeó en la cara.
-Tan apurados por bailar, entonces bailemos.
Con un puro manotazo mando a Emi al otro lado del pasillo.
- !Emi!... Maldito adefecio.
No importaba cuánto golpeara a esa cosa el único que se lastima a era yo, el se rio de mi, con una mano me agarró apretando, el estiró su brazo para asotarme me contra el piso, pero antes de que pudiera hacerlo un fuerte estruendo sonó, el sonido de un disparo.
La bala quedo retenida en el exterior de la piel de esta cosa, tanto Hide como yo giramos nuestras cabezas para ver quien habia disparado.
-¿Yui?...
-Oh, pero que maravillosa visita, hoy debe ser mi día de suerte, también me rencuentro contigo, pero que pequeño es el mundo, quieres más de lo que te di ese día. - dijo Hide mientras se relamia los labios.
Yui comenzó a disparar tanto como pudo, pero no le provocaba ningun daño a Hide, él me soltó dejándome caer, yo tuve que ponerme detras de esa cosa, para que las balas no me llegaran, Yui disparaba como una loca desesperada.
-Muere, muere, muere, muere, púdrete, de una maldita vez, cosa de mierda. - decía con total desesperación Yui Akimoto.
Yo aproveche el momento para ver como estaba Aki, que seguía tiritando en el suelo.
-Cariño, se que es difícil, pero tienes que moverte.
Ella me miraba a los ojos con demasiado miedo, pero termino asintiendo, con ella me dirigí ahora a ver a Emi, pero cuando me acerque a ella, todo se hizo más duro, Emi tenia su brazo izquierdo fracturado, incluso el hueso habia perforado la piel dejándose ver.
Akimoto segui disparando, hasta que ya no salía mas balas, metió su mano a su bolso a la desesperada tomando más cargadores, uno de ellos se le cayo al piso, pero finalmente logro recargar su arma, volvio a disparar, un unico disparo que le dio a Hide en la boca, pero el desgraciado detuvo la bala con sus dientes para luego escupirla.
-Algo picante, le faltaba más sazón. - dijo el monstruo riéndose.
Con una manotazo mando a volar la pistola de Akimoto.
-Pero que reencuentro tan hostil querida, y yo pense que teníamos algo especial, todavía recuerdo esos gritos tan placenteros que salían de tu boca mientras compartíamos un lindo trio en un solo cuerpo... si sabes a lo que me refiero, fue tan excélsior, al final yo perdí mi linda flor contigo, siempre tendré ese recuerdo.
Akimoto retrocedía temblando demasiado, saco un teaser ahora de su ropa con lo que golpeo a Hide, pero al fin algo habia funcionado con el, por unos segundo Hide estaba electrocutándose, hasta que logro moverse y empujo a Akimoto contra la pared.
-Eso fue dolorosamente placentero, pero con quien me entretendré primero, con el hermanito de Sou, no, tú serás el postre, con su hermana, tiene buen cuerpo, pero no es mi estilo, Akimoto, no, no me gusta repetir el mismo plato dos veces, pero podría hacer una excepción contigo pelirroja, recuerdo que tus gritos de desesperación eran encantadores. - Decía Hide con una sonrisa que incluso desencajaba su mandíbula.