Parte Única
2 años antes
Emilia aun eres menor de edad, lo que me pides es difícil, además si te acepto como mi ayudante, y la academia se entera que tengo una menor de edad trabajando conmigo, mi carrera estará acabada.
-Por favor Gonzalo, el sueldo de mi padre apenas está alcanzando para pagar la mitad de la mensualidad de Hikaru, yo necesito ayudado a él, mi hermano es mucho más inteligente que yo, él se merece ir a una buena escuela, y a una universidad.
-Primero que nada, si me vas a nombrar es Matsuo... dime, iré directo al grano, quiero saber si los rumores que dicen de ti son verdad.
Me había sentido herida por lo que me preguntaban, probablemente se referían a los falsos rumores de que era prostituta, pero eso no debía importarme ahora, la primordial es el dinero que necesita Hikaru.
-Por supuesto que no soy prostituta, esa mierda se la invento un inútil, que me vio salir de mi antiguo trabajo en un konbini, por desgracia la tienda estaba al lado de un bar que cerraron por tener un prostíbulo ilegal, pero yo nunca he tenido nada que ver con eso.
El profesor Matsuo había prendido un cigarro dentro de su oficina lo que era algo ilegal siempre que lo pillaron.
-Emilia, créeme que tenía claro que todo eso era falso, yo preguntaba... Me dijeron que has hecho todo por la educación de Hikaru, dejando la tuya a un lado, tú deberías estar preocupándote por ir a universidad, no por tú torpe hermano, deja que los adultos resuelvan los problemas que ellos deben resolver.
Perdí fácilmente los estribos cuando este intento de profesor llamo torpe a mi hermano, era algo sin importancia, pero a mí me dolía.
Agarre bruscamente por la corbata al profesor, le arrebate el cigarrillo, y se lo lance a su cara, cosa que por desgracia le quemara un poco el pómulo.
-No vuelvas a insultar a Hikaru frente a mí, me oíste.
-Ya veo, los rumores eran cierto entonces, que dejaste a esos niños heridos, por defender a Hikaru, en su antiguo colegio. - Dijo Matsuo muy calmadamente.
Emili comprendo muy bien lo que es preocuparte por un hermano....
Una niña de unos 10 años había entrada a la oficina y comenzó a golpearme en las piernas con sus pequeños puños.
-Suelta lo torpe, suelta a mi hermano, suéltalo.
-Nikota (Matsuo, 11 años) que haces aquí, te dije que debes esperarme en casa.
Yo solté de inmediato al profesor.
-Tranquila Nikota es un mal entendido – Dije sin entender quién era esa mocosa.
Estaba algo fuera de lugar por lo que estaba pasando.
-Ven Nikota. Emilia tiene razón, lo que viste fue un mal entendido, ven siéntate.
Matsuo puso a su hermanita encima de sus piernas.
-Disculpa por todo esto Emilia, ella es mi Hermana, yo estoy cuidando de ella por motivos personales, por eso puedo entender lo que sientes... rayos me voy a meter en problemas por esto... tienes el trabajo, pero con una condición, primero respóndeme, ¿has pensado en algo que hacer con tú futuro? si sabes dime que es.
La situación se había tornado algo extraña para mí, ya ni siquiera entendía muy bien que sucedía.
-Me... gustaría convertirme en reportera... la verdad, pero no puedo pretender pagar una universidad, si quiero pagar los estudios de Hikaru, él debe ser el que tenga un mejor futuro que yo... pero no me importa la condición, enserio acepto, muchas gracias por todo Gonzalo.
Se notaba que no le gustaba que le digiera directamente por su nombre.
-Escucha la condición primero.
Matsuo se aclaró la voz.
-Solo te contratare si decides estudiar una carrera de periodismo, esa es mi condición, te ayudare con Hikaru, porque entiendo lo que debiste pasar haciéndote cargo de tu hermano, pero no puedes renunciar a tu futuro Emilia,
Por qué me siento feliz que alguien por primera vez se preocupa por mí, es algo incomodo.
-Puedo jurar esto, prometo no abandonar mi sueño de ser reportera y estudiare para ello, cuando Hikaru termines sus estudios.
-Tú sí que no te rindes.
-Hermanito, no entiendo nada ¿Qué le pasa a la mujer gorila?
Matsuo no pudo evitar reír.
-Nada la mujer gorila simplemente es obstinada Niko.
A quien le dices mujer gorila, niña mocosa.
Estaba segura que se me marcaba la vena en la frente.
-Como tú Gonzi, cuando los abuelos te retan.
Ahora fui yo la que no pudo evitar reírse.
-Bien te parece si continuamos mañana con esto Emilia, llega a la 7 de la mañana, a esa hora partimos trabajando, lo de tu paga lo hablamos mañana, ahora debo entretener a esta princesa.
Lograba entender bastante a Gonzalo, tal vez había encontrado a alguien muy parecido a mí.
Empecé a trabajar con él, falsifico en su contrato mi edad, poniendo que tenía 18, además me estaba pagando mucho más de lo que esperaba casi el triple de lo que suelen pagar por una ayudantía, lo que me hacía estar muy agradecía con Gonzalo, pero al poco tiempo fui descubriendo que era todo un desastre, era un fumador empedernido, siempre llegaba tarde a dar sus clases, de hecho, me sorprendía que no lo hubiera echado por su conducta, al menos este trabajo me permitía pasar más tiempo con Hikaru, que debes en cuando me lo topaba en la academia.
El tiempo siguió transcurriendo un día lo pille teniendo un amorío con una profesara, y ese mismo día también la pille besando a un estudiante mayor de edad que había repetido curso, básicamente era un maldito mujeriego, cuando cumplí 18 me llevo a beber cerveza, fue la primera vez y única vez que me había emborrachado con alguien, incluso tuve que pedirle disculpa, porque pensé que me quiso besar, y yo lo golpeo en los testículos, él lo único que quería era quitarme una pelusa que tenía en el pelo.
Aun así, me fui encariñado de apoco de Gonzalo, era buena persona, también llegue a conectar con su hermana, debes en cuando, iba al apartamento donde vivían, y jugaba o cuidaba un poco de su hermana cuando Gonzalo necesitaba salir por asuntos que nunca quiso explicarme.
Nikota era una niña alegre, que el encantaba jugar, amaba los unicornios pese a que ya tenía edad de dejar de gustarle esas cosas, pero no iba a ser yo la que le aguara el juego, pese a todo esto casi no tenía que hacer nada para cuidarla era muy responsable, estudiaba sin tener que pedírselo, se iba a la cama a la hora que le correspondía, e incluso comía las cosas que no le gustaban... no saben todo lo que tuve que pasar yo con Hikaru, para poder inculcarle todas esas cosas.
Aun así, un día logre darme cuenta lo vacía que estaba esa niña, en una de las salidas de Gonzalo, ella se largó a llorar, no sabía que hacer, para calmarla y no pude hacerlo, hasta que Gonzalo volvió, ahí fue que me explico todo.
Por lo visto los padres de Gonzalo y Niko, murieron en un accidente de bus visitando las montañas, entonces Niko quedo a cargo de sus abuelos que eran buenas personas según Gonzalo, pero eran muy conservadores y extremadamente estrictos, así que lucho para el poder criar a su hermanita, él no quería, que la convirtieran en una niña fría como ellos.
El asunto del porque Niko había llorado todo el día fue porque justo hoy era el aniversario de la muerte de sus padres, cosa que Ganzalo dijo que se había olvidado por la carga laboral, toda una mentira, cuando me fui lo estuve retando un buen rato, porque estaba segura que sus salidas, eran para estar con alguna chica, si algo estaba segur era que no quería que Hikaru se convirtiera en un tipo como este remedo de profesor, aun así, el me pidió disculpas.
-Las disculpas se la debes a Niko... escúchame idiota, nunca debes ser responsable de las lágrimas de tu hermana, entiéndelo.
-Emilia tienes toda la razón, pero créeme tuve que salir por algo importante, nunca dejaría a Niko por una chica, créeme por favor.
Al final me fui molesta, pero supongo que arreglamos las cosas, me hice cercana tanto del profesor como de Niko, incluso un día que fuimos a las montañas con Hikaru la llevamos, creo que fue la única vez que esos dos estuvieron juntos, aun así, me alegro que Hikaru se portó muy bien con la niña.
Cuando terminé mi contrato con Gonzalo se lo agradecí, por ley en Chipón las ayudantías escolares solo se pueden hacer por un año, pero en mi último día el me tenía una sorpresa.
Por qué me traes a este edificio Gonzalo – Pregunte muy extrañada.
-Porque se señorita Emilia, que si es necesario terminaras abandonando tu sueño por tu hermano, así que hice un arreglo con uno de mis contactos.
Una mujer con aspecto desaliñado salió del edificio, llevaba puesto un chaleco con cuello burdeos y una gabardina que le llegaba hasta los tobillos. Lo primero que hizo al salir fue prender una extraña pipa y se puso a fumar frente a nosotros, se sacó los lentes de sol que llevaba puesto, mostrando unos ojos azules preciosos, pero opacados por unas bolsas gigantes llamadas ojeras.
-Ella es la chicha mujeriega.
-Hey Kyo, no nos vemos en mucho tiempo y lo primero que haces es decirme mujeriego.
-Porque eso es lo que eres infiel descarado, te recuerdo que me dejaste por alguien más joven, Gigolo pervertido.
Honestamente me sentía muy incómoda con la situación.
Gonzalo hizo como si no hubiera escuchado el insulto de la mujer.
-Creo que talvez a escuchado de esta empresa Emilia, ellos abrieron el año pasado son el primer Notidiario de Arekkaido, le pedí como favor a Kyo si te podrían contratar.
-Ya cállate, aquí yo juzgare se la contrato o no.
Kyo se acercó a mí, agarro mi cara con su mano firmemente, luego me hecho humo en la cara.
-Que te pasa estúpida... cof...cof...
Me sentía algo ahogado por el humo y con muchas ganas de golpearle la cara
-Haber te vistes como hombre, pero la delantera nada mal, buenas caderas, tuviste el descaro de insultarme... eso me gusta, tienes agallas al menos.
Ella se detuvo y ahora me miraba de arriba hacia abajo, solo quería golpearla.
Mira treintañera, me importa una mierda quien seas...
Ella em agarro fuertemente del cuello de la camisa.
-¿Como me dijiste pendeja?
Hey, cálmate Kyo, ella es una niña aún.- Le dijo Matsuo a la mujer.
Creo que era la primera vez que me sentía atemorizada por alguien, por puro instinto la empuje, aunque apenas logre sacarla de encima mío.
-Tranquilo Gonzalo no le hare nada a esta lindura vestida de hombre, pero hasta al fin me traes alguien con carácter mujeriego, me gustas pendeja, llega mañana a la 8, trabajaras en el correo, si veo que tienes lo que necesitas, vere donde meterte en el canal o en la sección del periódico, eso es todo... A una cosa más mi nombre es Kyo Aisuru soy la jefa de este cuartel de inútiles, o como me conocen la directora de Televiewaudiencia de Arekkaido, me gusta el café irlandés recién hecho, eso me lo entregas a mi llegada.
Kyo no dijo ninguna palabra más, y volvió al edificio.
-Créeme ella es más cariñosa de lo que aparenta.
Esa era una mentira grande, pero no me importaba, yo ese día ni siquiera pude darle las gracias a Gonzalo como corresponde por esta oportunidad, simplemente termine llorando, y estoy segura que él ni entendió la mitad de lo que le decía.
¿Qué es un café irlandés?
-Café con Whisky y crema, Emilia.
-Entiendo.
-Gonzalo... mentiroso de mierda, todo lo que me dijiste... cielos, traidor... yo creí en ti, incluso... te agarré cariño... fui tan imbécil que te creí... yo pensé que éramos iguales... te odio Matsuo.
Emi que te sucede... no entendía muy bien a mi hermana, pero estaba dolida.
-Emilia, créeme me hubiera gustado que las cosas fueran distintas.
-Hey humo morado de mierda, no te olvides de mí.
Colmillos le dio un golpe que lo hizo atravesar la pared, aunque Cigarrillo simplemente la atravesó.