Hoy lunes, hora del almuerzo, y estaba en la cafetería teniendo una disputa sobre lo qué debería comprar.
Hay muchas elecciones en el menú y el antojo es extenso... mas no el dinero...
Esta semana se supone que es la última, por lo que debería pensar en buscar un trabajo diferente.
No quisiera gastar todo le dinero en comida, pero hay muchas cosas que quiero probar sin remordimientos.
Aunque tengo dinero suficiente, por lo que no sería un problema.
Creo que he tomado una decisión...
Hoy me daré el lujo y la recompensa de comprarme cuatro platillos diferentes de comida.
Las proporciones no son muchas y parece ser un combo especial del lunes, por lo que hay descuento y no debería preocuparme por nada.
Simplemente ha de escoger una mesa retirada para comer en silencio mi banquete; y festejar por ello.
Así es, soy libre de hacer lo que me venga en gana y la voluntad pida.
Luego de pedir mi combo con una malteada de chocolate, no tuve ahora nada mejor que hacer, sino esperar con ansias tal deliciosa expectativa.
Podía haber traído comida preparada de mi casa, pero no lo hice intencionalmente para estar aquí presente.
La cafetería parecía estar algo vacía el día de hoy, por lo que es un momento perfecto para comer sin que muchas personas estén alrededor.
Eso creí hasta que tres estudiantes caminan en dirección a donde estoy sentado...
¿Es eso enserio?.
Habiéndose a la vista tantas mesas disponibles para su gusto, vendrán desconocidos directamente hacia mí..
¿Qué se supone que quieren ahora?.
...: Discúlpanos la intromisión Mikael, ¿Podríamos hacerte compañía?.
Mikael: Bueno, no me molestaría.
Aquellos tomaron asiento como simples conocidos, pero sólo mantienen mi natural desconcierto.
...: Permite presentarme primero, mi nombres es Alya y estos son mis amigos, Abella y Gilgamesh.
Así que ellos son los sobresalientes del famoso "top estudiantil".
Alya: ¿Te molesta que estemos aquí o estás esperando a alguien más?.
Mikael: A nadie en específico, no te preocupes por eso. Pero el hecho de venir hasta aquí me hace pensar que buscan algo.
Alya: No es nada, sólo queremos conocer al nuevo chico que ha causado un pequeño revuelo en el examen.
Abella: Pensé que serías alguien mas egoísta y arrogante pero no pareces serlo.
Alya: He escuchado que Mikael es alguien reservado pero humilde.
Gilgamesh: Si eso es lo que creen, supongo que está bien para ustedes.
No hace falta ser tan duro con las palabras...
Alya: Ahora que estamos aquí, ordenemos algo para comer juntos, ¿Qué opinas Mikael?.
No me molesta pero, aquella es más agresiva de lo que aparenta.
Mikael: Por mi está bien.
Abella: Opino lo mismo.
Gilgamesh: Hagan lo que quieran.
Alya: Entonces está decidido.
Como el pedido de ellos fueron platos sencillos y rápidos, el mío demoró más pero fueron traídos todos juntos.
Abella: Whoaa~
Alya: ¿Te vas a comer toda esa comida?.
Mikael: ¿Eso es malo?.
Alya: En lo absoluto.
Alya: Es solo que, además de tí, no he visto a nadie comer esa cantidad de comida; o al menos entre los estudiantes de esta escuela.
Ciertamente es mucha comida.
No pensé que traerían cuatro platos distintos de comida por ser una oferta especial y de bajo precio; o quizá lo esperado sería una pequeña porción de comida en cada plato.
Seas cual fuere el caso, mejor elegiré un plato a probar.
Mikael: Sentí curiosidad en probar el la oferta del menú de hoy pero no esperé que fuera mucha más comida de la que puedo comer.
Mikael: ¿Les molestará compartiese mi comida con ustedes?.
Mikael: Sería un desperdicio dejar todo esto sin más.
Alya: ¿Lo dices de verdad?.
Mikael: Así es.
Abella: No me molestaría si tú lo dices.
Alya: Puede ser.
Mikael: Adelante, tomen cualquier plato de comida.
Aunque un poco desconcertados pero agradecidos, tomaron un plato de comida y procedieron a dar gracias por aquella buena invitación.
Cierto es que son completos desconocidos que comparten en la misma mesa, siempre habrán mas de aquellos: sentimentales con la necesidad de tenerle como convicción a ese significado.
El momento, o mejor dicho el ambiente no tardó en pasar de la tensión a cierta soltura.
Y nada mal para un rato agradable…
Alya: Por cierto Mikael, tengo una duda.
Mikael: ¿Sobre qué?.
Alya: ¿Tus hermanos también están aquí en el instituto no es así?.
No recuerdo que hayamos hecho tan público lo de ser familia...
Abella: Sí, sus dos hermanas son muy lindas y parecen de alta clase.
Alya: Si provienes de un lugar lejano de costumbres diferentes del cual conviviste durante un largo tiempo, termina siendo natural copiar ciertas costumbres ¿No es eso así?.
Alya: Pero una familia de baja categoría siempre terminara siendo lo que a su pasado respecta.
Gilgamesh: La basura siempre lo seguirá siendo aunque cambie de lugar.
Abella: ¡Gilgamesh cuida tus modales con los demás! no deberíamos hacer sentir incomodo a Mikael.
Alya: Eres tan imprudente como siempre Gilgamesh.
Alya: Pero entiendo bien lo que sientes, tampoco he tenido una buena semana.
Ahora entiendo lo que sucede.
Todo se reduce a eso...
Mikael: ¿Podrían ir directo al grano?.
Alya: ¿Tienes otros planes para después de esto? Pensé que no te reunirías hoy con Kina.
Mikael: Al menos sería un pasatiempo mejor que acosar o esculcar la vida diaria de los demás.
Alya: Espero que no lo tomes a mal o me guardes rencor, ciertamente mantengo mis razones para ello.
Mikael: ¿En qué te basas?.
Alya: No es que tratase de no aceptar la bienvenida de alguien con igual potencial que tu para ciertas cosas, pero lo flagrante es no poder saber mas del sujeto en cuestión.
Alya: Como vos, por supuesto, que apesar de yo tener buenas fuentes informativas no logro encontrar nada interesante.
Mikael: Soy como cualquier tipo que puedes encontrar donde sea, no hay nada de interesante en seguir buscando.
Alya: Puede ser, pero a la vez no.
Alya: Supongo que dejaremos nuestra conversación por hoy hasta aquí, gracias por tu tiempo Mikael.
Mikael: Disculpa no haberte dado más información de la que ya tienes Alya.
Aunque con cínica sonrisa diabólica, se retira sin decir luego palabra alguna.
Se reunieron mas pronto de lo que imaginé.
Que un intruso llegue al lugar donde mejor se te da jugar y demuestre una habilidad que te haga dudar de la tuya, no sería de extrañar que el ego tome medidas tóxicas.
Relamente somos parásitos peculiares...
Kina: ¡Mikael!.
Dice un casual personaje que entro en mi campo de visión mientras miraba sin rumbo la ventana de la cafetería.
Otra coincidencia.
Kina: ¿N-no te importaría si tomo asiento contigo aquí?.
Mikael: En absoluto, no tengo nada que hacer realmente.
Kina: Entiendo...
Un poco tímida pero menos vacilante de lo que se le consideraría normal, se sentó a mi lado modestamente.
Seguidamente saca un libro y se prepara para leer.
No se qué debería pensar apropiadamente sobre lo que sucede, pero es extraño que hallase querido leer esencialmente aquí donde me encuentro.
Cada vez es menos difícil percibir sus intenciones...