¿Cual es tu primer recuerdo clei?
Humo
El humo, como un velo gris, se enredaba en los recuerdos más tempranos de Clei. Su memoria comenzaba con aquel hombre, cuyo rostro se desvanecía pero cuya voz resonaba en su mente. Los pulmones tiernos, aún no acostumbrados al mundo, se llenaban de humo, y Clei sentía la asfixia, la fragilidad de su existencia.
Sus "hermanos" le habían dicho que llegó a ellos como un recién nacido, un pequeño ser vulnerable. Pero Clei recordaba la perfección de aquel bar, la penumbra y los murmullos. El hombre grande, con sus brazos fuertes, lo sostenía como si fuera un tesoro. "Pequeño bombón blanco", así lo llamaba, y Clei no entendía el significado, pero sentía el afecto en sus palabras.
El beso en la comisura de los labios, inocente y sin malicia por parte del menor, selló un pacto invisible de perversión en aquel lugar. Clei no sabía que aquel gesto tendría consecuencias más allá de aquel momento. El jugo de uva, el premio por su obediencia, fue un dulce consuelo en medio de la confusión.
Pero sus ojos, siempre buscando a Seyan, encontraron al otro bebé en un corralito de lujo. El dinero y los regalos rodeaban a su "hermano". Clei no entendía por qué, pero su corazón se apretó. "He... hermano", balbuceó, extendiendo sus manitas hacia Seyan, quien dormía plácidamente.
En ese instante, Clei no sabía que aquel encuentro marcaría su destino. Y las decisiones difíciles lo esperaban. Pero en aquel recuerdo, en el humo y el aroma a uva, Clei encontraba la semilla de su lealtad y su lucha por la paz.