El frío de la tierra mezclado con el calor del metal eran una combinación nada agradable, ¿Por qué deberían de ser buenas en primer lugar?.
Si…
Estos eran los momentos finales de mi vida, iba ah morir, simple y conciso.
No me iba a ir con una explosión o haciendo algo heroico… no, esto no era un anime o alguna serie donde era el protagonista.
Yanet, ¿Qué dirías si me vieras?.
Probablemente me dejarías al igual que los otros miembros de mi pelotón al ver la 'cosa' que viene, no te culparía.
Si… ser un soldado es poner tu vida al ras de la muerte, la miro a los ojos en estos momentos.
Suspiré, o bueno, algo así, tosí sangre mientras mis nervios gritan de dolor, mis piernas aplastadas por el auto que me siguió a tantas batallas, hilarante dado lo que este auto y yo pasamos.
No era un camión militar o algo parecido, no, era un simple auto civil que recogí y repare, lo eh usado durante demasiado tiempo para dejarlo, ¿Talvez quiera llevarme con él al más allá?.
El auto se empezó a incendiar mientras la 'cosa', no tenía idea de que era eso, solo se que no era algo que el hombre hubiera conocido nunca.
De hecho, por eso mismo estoy así, estaba conduciendo tratando de escapar y de repente, bueno, no estoy seguro, ¿Distorsión espacial o algo así?, ni idea, solo se que de un momento a otro mis piernas eran aplastadas por el auto y estoy aquí, mirando a esa cosa directamente sin oponer resistencia.
No había forma de describir esa cosa… la idea que tenía era que era una nube negra hecha de miles de millones de tentáculos que se retuercen y se deforman, a veces tienen algo similar a un rostro, pero no lo es.
Me resigne a mi destino, la sangre abandono mí cuerpo y me sentí más liviano, la adrenalina y cualquier otro estimulante que mí cuerpo quisiera darme para tratar de sobrevivir se esfumó en cuanto esa cosa me golpeó…
Y todo se volvió negro…
No hubo resistencia, no hubo dolor…
...…..
"…"
"…"
-…-
"¡Mierda!"
Me levanté agitado, me alarme y respire de manera errática… mí vista se fue aclarando, la bruma se fue yendo lentamente.
Lo primero que vi fue verde… pasto, olfatee el aire y una extraña mezcla de olores inundó mi nariz… los olores me eran familiares al igual que extraños… reconocía los olores, pero también me eran desconocidos…
"Mmhm, mí cabeza"
Un dolor inundó de golpe mi cabeza, interrumpiendo cualquier intento de reconocer mi entorno y recordarme que estoy vivo… vivo.
Y luego me di cuenta… yo…
Llevo sus manos a su cara… suaves y algo blandas y tiernas…
Pequeñas manos con dedos algo gordos.
Parpadee confundido.
El dolor de cabeza no disminuyó, entre el dolor y mi confusión me di cuenta de algo.
Yo…
'¿reencarné?'
Fue un pensamiento simple y al mismo tiempo, cliché.
Mí visión se fue aclarando…
Bueno.
Me tumbé sobre el pasto.
Sentí una leve incomodidad en mí espalda…
"…"
El tiempo paso, estaba mareado y el mundo daba vueltas, luego de que todo volviera a estar estático hice el intento de pararme, no fue fácil la primera vez.
*Gruñido*
Mí estómago no ayudó, el hambre que empecé a sentir era, bueno, era una mala señal.
Me mareé tras cada intento de caminar.
Pude detectar que tenía una contusión cerebral que, por alguna extraña razón estaba sanando solo. Si, no le di muchas vueltas, no tenía cabeza para eso… je.
Me senté y trate de ponerme al día.
Cosas a tener en cuenta.
1, soy un niño, caucásico… je, ¿De verdad un blanco?.
2, estoy en medio de un bosque, las vestimentas que llevo, son parecidas a las de un campista aficionado, no de los buenos, el típico novato que se cree que por ver algún programa de televisión es un experto.
3, me siento mejor y lentamente recupero condición de manera inexplicable, no exagero al decir cómo siento como mí cuerpo mejora, lento, pero constante.
Moví una mano a mi cabeza tratando de tocar de donde venía el dolor…
Hice una mueca al sentir la viscosidad y el dolor de tocar el hematoma.
Olfatee.
Olía a quemado.
Baje mí mano para verla…
Sangre algo seca… negra, eso era bueno, si fuera carmesí empezaría ah alarmarse y buscar parar el sangrado en un intento de sobrevivir…
Miré al cielo, un leve escalofrío inexplicable me inundó al ver el cielo.
Ignoré el temor, me fue extraño, pero no le di importancia, miré humo…
El olor a quemado se hizo más fuerte.
Bien… tengo tres opciones, ir donde el humo, quedarme aquí, irme en sentido contrario, las cosas que pueden pasar si me quedo aquí, son malas.
Un incendio forestal es malo, lo sé porque aún me acuerdo cuando fui a apagar uno, solo diré una cosa, es un caos impredecible, ¿Cómo diablos es posible que en medio de las llamas este haciendo un frío que hiela los huesos?, no hablemos de los vientos.
Las opciones eran limitadas…
Recupere algo de fuerza y me dispuse a mirar la incomodidad en mi espalda a la hora de sentarme, para mi inexistente sorpresa era una mochila.
Me quite la mochila algo lento, sentía el cuerpo pesado, nada del otro mundo, pero la tolerancia al dolor en este cuerpo era baja, no lo forcé demasiado, no quería desmayarme, cualquier confusión o pregunta sobre mi situación se haría más tarde.
Sobrevivir tanto tiempo como lo hago en la milicia sin al menos tener varios traumas y sobrevivir al proceso de tenerlos, nada tan grave como muchos de mis otros compañeros o superiores.
Miré la mochila, era una que uno esperaría de un niño… algo extraña para mí gusto.
Miré el contenido con algo de curiosidad… frutas extrañas, pequeñas y algo parecido a un sándwich, ignoré lo demás.
Agarré el sándwich y lo devoré…
Algo crujiente, si, casi me como el papel, ignore todo y simplemente disfrute el sándwich, el sabor era extraño.
"…"
No paso mucho tiempo, me empecé a sentir como nuevo… parpadee, mis fuerzas volvieron.
Me levanté con algo de dificultad… yo, ¿Acabo de recuperar mis fuerzas solo por comer?.
Dudas para más tarde, moverse ahora.
Tome la decisión de ir al humo, tal vez pueda evitar que el fuego se extienda en caso de que no, bueno, puedo ver la magnitud del posible y probable incendio forestal que está apunto de pasar…
Camine con pasó lento.
En lo que pasé por la maleza y entre los árboles miré la mochila.
En la mochila había varias cosas que desconocía.
Una botella de agua que me tomé mientras pasaba por los arbustos.
Midiendo los arbustos que son bajos, curioso dado que estoy en medio del bosque, no me preocupan los animales salvajes, el ruido y el humo espantó a la mayoría de animales grandes y peligrosos, la naturaleza es sabia a su manera.
Miré varias esferas, saqué una azul con blanco con dos líneas rojas en la parte azul, junto a otras rojo con blanco, tenían un botón en medio… ¿De dónde conocía estás cosas?... Dios, estás bolas me eran familiares, demasiado, en verdad, ¿Reencarne en algún mundo anime y estás cosas son de alguno que conozco?, hace años que no miro uno, bueno, ni siquiera la televisión o algún programa de radio salvo la música de mis compañeros y las órdenes por radio de mis superiores.
"…"
Me detuve en seco al escuchar la hierva moverse.
Preparé la mochila para lanzarla y correr y…
"¿Qué demonios?"
Cualquier intento de supervivencia se fue cuando miré a la cosa que salió de la hierva… ojos grandes y negros, casi tan grandes como su cabeza, un gusano, un jodido gusano del tamaño de un perro pequeño.
Esa cosa me chillo.
Por acto reflejo salte aún lado y rodé.
Miré un hilo blanco pasar disparado por donde estaba.
Fue señal más que suficiente para dejar de pensar y solo correr.
Abrace la mochila y corrí.
Mis cortas piernas me hicieron darme cuenta de mi corta edad, había demasiado en que pensar y muy poco tiempo para hacerlo.
"…"
En mi carrera miré otros bichos, algunos parecían arañas, otros alguna amalgama de telarañas con un ojo, una maldita ave de rapiña que está luchando con una araña.
Criaturas tan desconocidas como familiares.
Eso me hizo preocuparme más, ¿De dónde diablos salían estás cosas?
Y tropecé, si, salí del bosque y me encontré en un claro, al menos salí, del maldito bosque…
Me levanté del suelo, la cara algo magullada, me aleje como pude de la orilla del bosque, no es que hubiera escapado del todo, pero era mejor estar en un lugar abierto que atrapado en un lugar donde te pueden emboscar fácilmente.
"…"
Miré el origen del fuego… un helicóptero caído…
Había gente muerta… me acerque con cuidado.
Todos muertos… algunos no parecían muertos de manera natural, en este caso, por el choque.
Los hombres muertos eran familiares, científicos si las batas eran algo a tener en cuenta…
Miré una mujer con un hoyo en el pecho…
Sentí un vacío en mí estómago.
Me trague rápidamente el sentimiento amargo.
No era la primera vez que miré a alguien que quería morir, mi madre, amigos… todos ellos muertos.
Metí mi mano a mi bolsillo de mi pantalón… sentí algo.
Lo saque.
Era una piedra, me recordó a una canica de arcoíris, pero más colorida y con una hoja negra con rayas horizontales.
La guarde… me di cuenta de que tal vez el golpe en mí cabeza afecto más mi pensamiento de lo que originalmente pensé… si, yo, creo que podría dormir.
*Ruido de motor*
Escuché un auto, luego las llantas de un auto junto a varios más.
*Explosión*
De repente el helicóptero explotó, fui sacudido, para mi suerte estaba lejos de el rango de explosión…
El calor se hizo más prominente y el sueño me llegó de golpe.
Si, ¿La adrenalina?... ¿Talvez es Lucidez terminal?.
Me senté y me fui acostando, nada tan dramático como caer al suelo, sería doloroso y podría poner en peligro mi ya frágil cuerpo.
Fui cerrando los ojos, no quería cerrar los ojos.
Unos pasos llamaron mi atención.
"Maldición, todos… oh, ¡Tenemos uno vivo!"
Unos pasos llegaron hasta mí.
"niño tienes que…"
Simplemente me desmaye.