Me desperté con somnolencia, mí cuerpo está pesado.
Me sentí relajado, al abrir los ojos y mirar el techo familiar de color blanco.
"…"
La realidad me empezó a llegar…
Había reencarnado…
Tome una respiración profunda.
Yo, ¿reencarné?, si, lo hice.
Las dudas me llegaron y mí mente empezó a marchar.
¿Cómo había reencarnado?, ¿Cuándo pasó?, ¿Cómo pasó?...
¿Por qué no está muerto?.
Las dudas fueron muchas, si… recordó, esa cosa lo toco y, bueno, estaba en medio del bosque… esos gusanos con ojos tan grandes.
La tranquilidad de estar en un hospital lo tranquilizaba, aunque también no escucho los ruidos de las máquinas, se preocuparía de haberse quedado sordo si no fuera por su respiración constante.
Aquí, donde el peligro había pasado hace tiempo, aquí, donde ya no tenía que preocuparse por vivir o morir.
Aquí…
Finalmente.
Se rompió.
Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, fueron unas pequeñas gotas, pero poco a poco, las lágrimas se fueron acumulando, la visión se fue difuminando debido a las lágrimas.
Los sollozos ahogados que salían de él no eran tristes, eran una mezcla de histeria y alegría.
Muchas emociones y muy pocas formas de expresarlo.
Lloró y río como un loco, la alegría de estar vivo dejo en segundo plano todo lo demás, cualquier otra cosa estaba en segundo plano por ahora…
La marea de sentimientos era abrumadora, lo dejo sin aliento y confuso, ¿Qué clase de broma era ésta?
Se reía al pensar en todo, todo le era absurdo, ¿Estar en otro mundo con criaturas desconocidas?, ¿Ocupar el cuerpo de alguien a lazar?... No importó, nada lo hacía, estaba vivo.
Vivo.
Alguien abrió la puerta y entro a la habitación una vez las risas hicieron eco en la habitación y fuera de ella.
Pero no pareció notar ese hecho.
Se seguía riendo y mirando con ojos descolocados a su alrededor, no podía importarle menos el mundo ahora, ni la sequedad en su garganta, los brazos que lo sacudían y la voz que trato de comunicarse con él.
Todo daba igual ahora mismo.
...…
XXXX_XXXX
Miré al niño, no estaba en la mejor condición…
Suspiré derrotado.
Pensar que todo saldría tan mal.
Se sintió mal, realmente lo hizo.
¿quién podría culparlo?, sus mejores empleados murieron por su investigación y ahora su hijo está en esta lamentable condición.
Era un hombre duro.
Años de luchas políticas y sobre naturales lo habían hecho alguien duro…
Pero incluso él tenía un corazón muy en el fondo.
Puede que por eso estar aquí lo haga lamentable.
Si… él, a cometido muchos errores.
Su ex esposa el más grande hasta la fecha.
Miré a la doctora que atendía al niño y a la oficial que encontró al niño.
"Es lamentable lo que le pasó a la familia Stewart, ¿como está el niño?" dijo, rompiendo el tenso silencio que se formó el la habitación, se relamió los labios secos con inquietud, su mirada monótona mientras miró el cuerpo inconsciente del niño.
La enfermera tomo aire.
"Señor Gremory, el Joven Stewart se encuentra estable… por otro lado, bueno, su condición mental. Es delicada, creemos que puede tener daños cerebrales, despertó hace unas horas atrás, tuvimos que sedarlo debido a que presentó un caso severo de TEPT, no reaccionó a estímulos externos y solo reía y murmuraba cosas inentendibles" soltó la enfermera Joy, le costó decir todo de una sola vez, los nervios la carcomían.
¿Quién la culparía?, está ante el actual jefe de Gremory.
Ella era un mal ojo de nervios, tenía leves temblores, una imagen un poco curiosa dado lo profesional y educados que son el personal médico.
La oficial Jenny por otro lado tenía una mirada más monótona, miraba con estoica calma al niño, sus pensamientos un misterio para todos los presentes.
"Bien, eso no es bueno" dijo, suspiró profundamente y se miro al espejo, tenía los rasgos de su padre, pelo rojo y ojos azules con verde.
"Señor Sirzechs, tenemos que hablar"
La oficial Jenny finalmente habló, la tensión no tan grande se intensificó con sus palabras.
"De acuerdo" dijo sin algún rastro de vacilación en su voz.
"Enfermera Joy, ¿Nos haría el favor de dejarnos a solas por un momento?, no tardaremos mucho"
La enfermera Joy salió, saludó y se fue corriendo, casi tropieza al cerrar la puerta.
"ah, es joven, ¿Pero tenía que actuar tan nerviosa?, incluso dejo a su Happiny en recepción" la oficial Jenny tenía un leve atisbo de decepción, la joven enfermera había perdido la cara por los nervios.
Tampoco podía culparla del todo, por lo que sabe ella apenas salió de la escuela de enfermería y sustituyo a la antigua enfermera.
Recordó levemente su tiempo en la academia.
Si, ella no se llamaba Jenny, era su apellido, pero el clan Jenny tenía esa extraña tradición… algo obsoleta y confusa en algunas ocasiones.
Negó con la cabeza y desterró esos pensamientos para otro momento y miró al hombre delante de ella.
Sirzechs Gremory, el actual jefe de la casa Gremory, una de las compañías/Clanes más importantes del mundo.
No era de extrañar que la joven enfermera se pusiera nerviosa, ¿Quién no lo estaría al estar cara a cara con uno de los hombres más ricos y poderoso del mundo?, también uno de los más despiadados si los rumores tenían algo de verdad.
Contuvo un escalofrío.
"Entonces oficial Jenny, ¿Qué es lo suficientemente importante como para hablarlo aquí, delante de un niño inconsciente?"
Lo miré a los ojos, ninguna emoción se reflejo en esos ojos azules.
"Es el niño, Arthur Stewart, todos fueron asesinados señor Gremory, y el fue el único que sobrevivió"
"Si, eso lo puedo ver oficial" dijo, un deje de sarcasmo en su tono.
La oficial sin cambiar de expresión le extendió unos papeles en una carpeta.
Sirzechs los abrió.
Parpadeó, luego lo repitió un par de veces antes de mirar a la oficial con algo parecido a la duda con el escepticismo.
"Si, yo misma lo comprobé, las muestras de ADN, las comparaciones tanto con el niño como con sus padres, todo es real y… no se que pensar" ella soltó, la fatiga llegó a sus ojos antes de volver a su estoicismo habitual.
Miró las fotos, se presentaban dos fotos, una de un hombre adulto con rasgos de tortura visibles, y la otra de un niño.
Miró las hojas con información, las leyó un par de veces, leyéndolas una y otra vez tratando de comprobar la información dentro del texto en las hojas.
Saco la foto del niño.
Miró al niño llamado Arthur Stewart tanto en la foto como en la cama.
Eran muy parecidos.
"De acuerdo, esto es muy inesperado" Exclamó con algo parecido a alegría en su voz.
"¿Alguien más sabe de esto?" pregunto, con serias dudas, la información dentro de los papeles era muy relevante, significaría un gran paso a su objetivo…
"No, nu-"
No pudo terminar su oración, una neblina carmesí la rodeo y consumió su cuerpo.
Se escucharon los ruidos de objetos caer al piso, resonaron con un ruido sordo.
Sirzechs miró las Pokeballs, dio un suspiro antes de guardar la carpeta en su abrigo y recoger los objetos esféricos…
"bueno, ¿Debería de montar un ataque de alguna de las organizaciones terroristas o simplemente matar a todos los involucrados?, bueno… matarlos a todos es menos problemático"
Se encogió de hombros, guardo las Pokeballs antes de salir e ir directamente con la enfermera Joy.
Ella se estremeció al verlo, fue lo último que vio.
No dio tiempo de hacer nada.
Saco un teléfono de aspecto extraño, llamo a alguien.
"Okita, traer a la compañía, tenemos mucho trabajo… si, también las bolsas para cadáveres y algunos cadáveres falsos, también a los 'cazadores', y algunos agentes de encubrimiento"
Salió con calma del hospital antes de mirar el pequeño pueblo en el que se encontró.
Rápidamente rodeo el edificio con una barrera y levanto la mano.
Una lanza se detuvo a escasos centímetros de su cara.
"no me sorprende que sean ustedes de todas las personas…" hizo una pausa. Miró a su oponente el cuál se alejo, su enemigo chasqueo la lengua.
"No creo que un demonio tenga derecho a decir eso, sabemos perfectamente lo que e es ese niño, debe morir y tú con él"
Giro su lanza antes de apoyarla en sus hombros.
"Si, los monos como tú no creo que entenderían el peso en oro que es ese niño, tu organización no ganará, y la vida de tus amigos y la tuya también terminará aquí"
Otras figuras salieron de las sombras, todas encapuchadas y no se podían distinguir sus géneros a simple vista.
"Bueno, demonio, lo veremos"
El pueblo se incendio esa noche, nadie supo que pasó o incluso que había un pueblo hasta que un cartógrafo miró de mera casualidad que faltaba una montaña, luego de una investigación en busca del pueblo más cercano, bueno, se descubrió que en donde antes había un pueblo pequeño de repente simplemente no existía.
En el lugar donde antes había un pueblo ahora solo quedó un cráter enorme.
Y una neblina…
Los agentes no sabían cuál de las dos noticias eran peor, el cráter inexplicable que quedó en el antiguo pueblo o…
Esa neblina, esa niebla que muchos reconocían y temían.