324- Hace 10 años II
Cuando Marissa dejó la habitación, a Valerie le pareció demasiado gracioso. Tenía que controlar su risa en presencia de su hermana menor, pero en cuanto ella salió, no pudo evitarlo.
Marissa siempre mostraba que no le importaba lo que los demás hicieran con sus vidas. Sí, ella era cariñosa, pero la pequeña señorita perfecta también quería establecer algunos límites.
Valerie se dejó caer en la cama y luego su mano se deslizó bajo la almohada, sosteniendo una nota cuando salió.
—Entonces, Rafael Sinclair. ¿Cuándo debería llamarte?
***
Marissa estaba haciendo su mayor esfuerzo por concentrarse en el archivado de su proyecto. Se esforzaba mucho por sacar a ese chico de sus pensamientos.
Aunque él parecía mucho más maduro que ella, era hermoso. Su rostro estaba perfectamente esculpido.
Y por primera vez, estaba enojada con su destino.