—¿Cómo crees que reaccionará el público después de conocer a nuestros hijos? —le preguntó en un susurro apenas audible. Ambos estaban acostados en el suelo compartiendo un pequeño cojín bajo sus cabezas, con los pies apoyados en el sofá.
—¿Qué buscas ahí arriba? —él movió su cabeza para mirarla y la encontró inspeccionando el techo. Siguió su mirada y rió.
—No respondiste a mi pregunta, listillo —dijo ella con la misma voz perdida.
—¿Nos importa lo que el público piense de ellos? —respondió a su pregunta con solemnidad.
—Valerie podría crear problemas si se entera del anuncio —ella frunció los labios en una pequeña sonrisa triste.
—No te preocupes por los problemas, Pequeña Greene. ¿Recuerdas? Tienes mi apoyo. Somos un equipo. ¿Problemas? Estoy trabajando en eso con mis abogados pero hay algo que necesitas comprender.
—¿Y qué es eso? —finalmente, ella desvió su atención del techo a su rostro.