Parte 1Alistair abrió los ojos, se encontraba en su cabaña en los territorios del castillo. ¿Qué había pasado con el diluvio dracónico?Rápidamente se puso de pie, pero sintió un dolor punzante que llego hasta su cerebro, sus heridas claramente no habían sanado en su totalidad, así que se tomó las cosas con calma para salir de la cama.Se puso una capa por el frio y camino lentamente hacia la salida de la cabaña, y ahí los vio.El cielo del castillo que antes estaba constantemente nublado, hoy se veía más vivo que nunca, múltiples dragones volaban alrededor del castillo, otros dragones sin alas saltaban entre las torres del castillo mientras eran manejados por sus jinetes. Alrededor del área donde estaba ubicada la casa sur había varios cadetes patrullando con sus dragones y veía algunas caras conocidas como Ririna y Gabriel en sus respectivos dragones.Ririna montaba un wyvern de color azul con la parte inferior de la mandíbula más pronunciada que la superior y un cuerno salía por debajo de ella, en la punta de la cola había varias espinas que sobresalían. Por alguna razón Alistair pensaba que ese tipo de bestia le quedaba perfecto a alguien como ella.Gabriel paso rápidamente volando sobre Alistair dejando una nube de polvo y plumas, lo que montaba Gabriel no era un dragón, y como Ririna, esa bestia era perfecta para alguien como el chico dorado.Tenía 4 patas, la parte superior era de un águila y la parte trasera era de un león, con un par de enormes alas emplumadas que generaban una gran sombra por donde pasaba. Era un Grifo.A lo lejos estaba Kenric entrenando combate cuerpo a cuerpo con un muñeco de entrenamiento, se veía algo disgustado. Alistair podría imaginar el por qué.Alistair camino lentamente en dirección de Kenric.- Hola.- Oh, ya despertaste.Kenric estaba sin camisa, el sudor recorría su ejercitado cuerpo, el sol se reflejaba sobre su marcada espalda, cogió una toalla del suelo y la uso para secar el sudor de su cuerpo.- Pensé que estarías enojado, ya sabes, por no tener tu dragón.- No te preocupes, tarde o temprano tendré el mío, solo es cuestión de tiempo.- Bueno, supongo que tienes razón, todos necesitaremos un dragón para las misiones del reino.- Sí. Por cierto, deberías ir a comer, dormiste 2 días enteros.- ¿2 días? Vaya, fue demasiado.- Tu solo mantienes inconsciente, jajajaja.Luego de la charla con su amigo Kenric, Alistair emprendió su camino hacia el castillo para conseguir algo de comer.Parte 2Alistair se encontraba sentado comiendo un pan con un jugo de naranja en la cafetería del castillo mientras observaba a los demás jugar con sus dragones. Solo entrecerró los ojos y suspiro, había visto a alguien conocido.Se puso de pie y aun con el pan a medio terminar, fue directo hacia el otro lado del castillo, específicamente hacia una de las torres del norte.El ambiente en el castillo era totalmente diferente, la energía en sus pasillos era muy positiva, de alguna manera Alistair se sentía bien con la situación actual, entro a una puerta angosta de madera, la abrió y subió la enorme escalera de piedra en espiral.Alistair llego a la cima de la torre donde encontró una cara familiar.Era Ana.- Ana, ¿Qué haces aquí?El viento era demasiado fuerte a esta altura, las nubes pasaban rápidamente sobre ellos.- Este reino es corrupto.- ¿Un reino que manda a sus futuros soldados a morir en un absurdo evento? Creo que era medio obvio.- Tu... No lo entiendes, no lo entiendes en absoluto.Ana apretó sus dientes y puños con fuerza.- Oye... ¿estás bien?- ¡¿Qué se supone que haga?!- No sé cuál es tu problema, así que no puedo ayudarte.Ana se puso de pie sobre el borde de la torre mirando directamente al vacío.- ¿Sabes? Dicen que cuando miras el abismo, el abismo te mira de vuelta.- ...Ana volteo a mirar a Alistair, pero sus ojos inyectados en sangre como si estuviera controlando sus lágrimas y una mirada totalmente vacía, era inusual para Alistair. Sabía que estaba en su límite.- ¿No crees que es momento de ponerlo a prueba?- Ana... n...Ana simplemente se dejó caer del borde.Un momento antes Alistair había llegado lo suficientemente cerca de Ana para abrazarla y evitar que cayera.- No tienes que hacer esto...Ana solo seguía de pie mientras era sostenida por Alistair mientras este siguió hablando.- No se por lo que estás pasando, realmente no se muchas cosas de las que pasan a mi alrededor... Pero de algo estoy seguro, no tienes que hacer esto. Yo estoy aquí contigo.El cuerpo de Ana empezó a temblar y las lágrimas escaparon de sus ojos. Las palabras de Alistair eran algo que quería escuchar hace mucho tiempo.- ¡AAAAAAAHHHHHHHHHHGGGGGGGG!Ana simplemente empezó a llorar.Mientras esto sucedía, una sombra paso sobre ellos y el dueño de esa sombra aterrizo sobre la torre.Al aterrizar una gran nube de polvo se levantó, era un dragón gigante con 4 alas emplumadas de color blanco.El dragón emplumado soltó un rugido ensordecedor que se escuchó por toda la academia.El rostro de Alistair se deformo de terror.- ¡¿QUÉ CARAJOS ES ESO?!Ante la reacción de Alistair, Ana solo soltó una pequeña risa.Ana se bajó del muro donde se encontraban y se dirigió hacia la criatura emplumada, puso su mano sobre el dragón.- Es mi compañero.- Vaya, tienes un compañero increíble.Ana subió sobre el dragón blanco y extendió su mano hacia Alistair.- Vamos, te llevare con tu compañero.Por todo lo que había pasado, Alistair se olvidó que tenía un compañero.Con una sonrisa en su rostro, Alistair extendió su mano hacia Ana.Parte 3Alistair y Ana estaban sobre el dragón emplumado de color blanco volando por el cielo, a lo lejos vieron una especie de jaula gigante con algunos soldados adentro y ahí lo vio.Los soldados intentaban reducir al dragón sin alas que se encontraba totalmente descontrolado, Alistair reconocía esas escamas negras con un destello purpura y mirada penetrante de color amarillo. Era su compañero que domestico durante el evento del coliseo.El dragón blanco aterrizo y Alistair inmediatamente salto desde el lomo de la criatura.Alistair entro a la jaula donde estaba su compañero, ambos hicieron contacto visual el uno con el otro.Alistair camino en medio de los soldados mientras estos se quedaron quietos y se hicieron a un lado.Alistair se encontraba cerca del dragón negro.- Perdón por la tardanza, compañero.El dragón solo lo observaba y luego de un momento, se inclinó para que Alistair se subiera en su lomo, y Alistair entendió esto.Luego de que Alistair subiera al lomo del dragón negro, el dragón negro empezó a correr a toda velocidad y saltar entre las torres del castillo.- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!El corazón de Alistair latía tan rápido que pensaba que estallaría en cualquier momento.El dragón negro era muy rápido, el no tener alas no era un limitante, solo con su velocidad él podría alcanzar nuevas alturas.Parte 4Todos los miembros de la casa sur se encontraban reunidos en la colina habitual, Alistair, Kenric, Ana, Gabriel, Ririna y el resto de cadetes. Al frente liderando al grupo se encontraba el instructor despreocupado, Arne.- Creo que ya tuvieron bastante tiempo para socializar y conocer mejor a sus compañeros, así que deberían ponerle un nombre para acortar la distancia emocional.Cuando Arne dijo esto, un enorme dragón negro con 2 pares ojos rojos en su rostro y garras que salían se las puntas de sus alas como navajas, aterrizo atrás de él. Era un wyvern.Claramente este wyvern era el compañero de Arne.- Este es mi compañero. Bolgius.Todos estaban impresionados por el enorme wyvern del instructor. Luego de esto cada alumno pasó al frente con su compañero y mencionar su nombre.Ririna pasó al frente con su wyvern.- Su nombre es ÁngelusTodos los alumnos aplaudieron mientras observaban el wyvern azul de Ririna.Luego salió al frente Ana con su dragón emplumado y lo presento como Hera.Gabriel llamo a su Grifo como Grif, parece que no se tomó muchas molestias para pensar el nombre de su compañero.Luego de que pasaran varios alumnos más con sus respectivos compañeros, llegó el turno de Alistair.Alistair se puso de pie frente al resto de sus compañeros, y hablo.- Rakasha, su nombre es Rakasha.Casi al instante de mencionar su nombre, el dragón negro, ahora llamado Rakasha, dio un rugido haciendo que el resto de dragones del área rugieran también.