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Chapter 19 - Capítulo 6: Mas allá de la tormenta

Parte 1

Ana ahora se encontraba en una sala desconocida, le parecía increíble que este lugar se encontrara dentro de la academia.

Grandes columnas se extendían a lo ancho de todo el lugar, telarañas adornaban las esquinas de la sala a media luz, habían unas pocas antorchas dando luz al lugar y una pequeña ventana redonda en el techo que da un rayo de luz en mitad de la sala, aunque por la tormenta solo se escuchan las gotas de lluvia caer.

Los guardias que acompañaban a Bellatrix se habían quedado afuera de la habitación y luego cerraron las enormes puertas de hierro. Este lugar parecía una ''zona segura'' ante la mayoría de ataques.

La directora paro su caminata en la mitad de la sala donde debería caer el rayo de luz, y se arrodillo, ahí lo vio.

Un enorme dragón esmeralda se encontraba sobre una enorme capilla que se extendía por todo el frente de la sala, y más atrás del esmeralda se encontraba un dragón azul con cuernos que sobresalían de su cabeza.

Sobre la capilla se encontraba un anciano con ropas blancas ceremoniales, esta tenia detalles bordados en dorado, este anciano estaba acompañado por un niño con ropas similares pero de menor calidad.

Ana sabía quién era este anciano.

- Godwin...

Bellatrix empezó a hablar mientras seguía arrodillada frente al patriarca del reino de la lluvia.

- Damos inicio el juicio contra la señorita Ana por el crimen de atrasar el proceso de la alianza con el reino del Fuego.

Ana quedo congelada al escuchar estas palabras, no entendía realmente que estaba sucediendo.

- ¿Alianza? ¿De qué mierda hablan? ¡Esperen!

Al Ana gritar y avanzar hacia donde se encontraba el patriarca, el dragón esmeralda levanto su cabeza y empezó a expulsar calor de los orificios de su nariz. Con el accionar del dragón, Ana se detuvo.

Godwin sobaba su barbilla con su mano derecha.

- Pareces una chica muy enérgica. Seré justo contigo por tu ignorancia ante la situación en la que te encuentras.

Bellatrix levanto la cabeza y hablo.

- ¡Pero patriarca!

Ante esto, el dragón poso su mirada sobre ella y abrió la boca exhalando algo de ceniza y calor. A lo que Bellatrix rápidamente agacho su cabeza nuevamente mientras un sudor frio recorría su rostro.

Godwin continúo hablando.

- En este momento estamos en un proceso de alianza con el reino del fuego. Es algo muy simple de hecho. Ellos mandan sus ''estudiantes de intercambio'' y ellos se encargan de analizar futuros soldados para el reino del fuego. Convertirlos en máquinas de matar para la guerra que está por venir.

Ante esto, Ana interrumpió el discurso del patriarca.

- ¿Guerra? ¿De qué hablas?

- Una guerra está por estallar en cualquier momento entre los grandes países, el reino del fuego, reino de espinas, del desierto. Y por esto, los pequeños países quedaremos en el fuego cruzado, por ende, necesitamos aliados grandes y poderosos. Y claramente hay que elegir un bando ganador.

- Entonces... Lo que ellos quieren es...

- Una fuente ilimitada de guerreros y nos ofrecerán protección a cambio, y con esto... ¡Seguiremos predicando la palabra de nuestro Dios!

- Esta academia es...

Ana no quería escuchar lo que vendría.

- ¡Es una granja donde el rey del fuego podrá seguir sacando ganado y así seguir manteniendo nuestro estilo de vida tan perfecto!

Ana no podía contener su ira.

- ¡ESTAS LOCO, GODWINNNNNNNNNN!

Mientras Ana le gritaba al patriarca, de una esquina de la sala, salieron de entre las sombras 4 personas encapuchadas ocultando sus rostros con vendajes.

Uno de ellos hablo.

- Caroline pensaba igual a ti, incluso hasta el final.

- ¿Ustedes?...

Eran los atacantes misteriosos, responsables de la muerte de Caroline y Orochi, también del estado en el que se encontraban Alistair y Ririna.

Ana rápidamente arremetió contra los atacantes, pero en un instante fue aplastada contra el suelo por una fuerza invisible.

Uno de los encapuchados tenía su mano derecha apuntando en dirección a ella. Mientras Ana intentaba levantarse con todas sus fuerzas, solo pudo mirar de re ojo a los atacantes.

- Ma...gos...

Godwin siguió hablando.

- ¡Como vez, todos los potenciales candidatos serán llevados al reino del fuego y serán sometidos a un programa de experimentación humana para ser convertidos en magos!

- Eso... es peligroso.

- Los magos ya no serán más una especia al borde de la desaparición, con el avance en las tecnologías del reino del fuego, una nueva era mágica está a punto de comenzar, y nuestro reino será parte de ello.

- ¡GODWIN HIJO DE PUTA!

Uno de los encapuchados hablo.

- Realmente esperábamos que lo entendieras, que fueras uno de nosotros, ya que Caroline no pudo entender.

- Te refieres a...

- Así es. Caroline pertenecía a nuestro grupo, ella era originaria del reino del fuego, una espía para reclutar a los que fueran dignos de la casa Sur.

- ...Imposible.

El encapuchado que seguía usando ''magia'' sobre Ana, hablo.

- Es perfectamente posible, ya que eso también era mi trabajo.

- No...

El encapuchado se quitó lentamente el vendaje que cubría su rostro, era un rostro muy familiar para Ana, esa mirada sombría era inolvidable.

- Orochi...

- Como puedes ver, no morí. Todo fue parte de una estratagema. Mi plan inicial era solo investigarlos, pero desde lo de Caroline... Ustedes se metieron demasiado en nuestro plan.

- ¿Pero qué mierda?...

- Luego de eso, mi plan era matarlos uno por uno, pero de alguna manera las sospechas serian dirigidas a mí, el miembro de la casa sur más aislado socialmente. Así que fue algo simple. Morir.

- ...

- Una vez muerto, nadie sospecharía de mí, así que use magia de ilusión e intente matar a Ririna y Alistair, pero de alguna manera falle.

- Tu...

Otro encapuchado retiro los vendajes de su rostro.

- Tu también...

Era Gabriel.

Y los otros dos también descubrieron su rostro.

Eran Petra y Azarot.

Ana solo podía estar aplastada sobre el suelo sin poder hacer nada.

Azarot hablo.

- Mathers nunca fue un culpable, solo fue un cebo para desviarte del camino original y que te trajeran aquí.

Ana empezó a apretar sus dientes al punto de que empezaron a sangrar.

Frente a ella se encontraban dos de las personas que ella consideraba sus amigos y otros dos que en un inicio parecían buenas personas y en un futuro quizás...

Orochi, Gabriel, Azarot y Petra.

El patriarca miro en dirección de Orochi y levanto la mano. Ante esta señal, Orochi bajo su mano y dejo de usar su presión mágica sobre Ana, a lo que ella se puso de pie lentamente, su cuerpo se sentía muy agotado.

Con esto, Godwin continúo hablando.

- Podría decidir ejecutarte en este momento, pero no lo hare.

Ana seguía mirando fijamente al patriarca con su guardia en alto.

- No quiero derramar sangre innecesaria de nuestros queridos ciudadanos, incluso podría dejarte ir, pero si hablas, nuestro sistema colapsaría eventualmente, así que dejare tu destino a tu criterio.

- ...

- ¿Qué es lo que decidirás?

- ...

- Podrías morir aquí mismo o pertenecer a nuestra orden, mantener el equilibrio de la sociedad que hemos construido y entender, que el único modo de sobrevivir a la guerra venidera es escoger un bando, y el reino del fuego es el ganador.

Para Ana, lo que decía Godwin tenía mucho sentido. Decirle esto al mundo solo provocaría que los estudiantes se revelaran y empezara una masacre sin sentido. Y si lo de la guerra era cierto, entonces este pequeño reino necesitaba aliados poderosos, y era bien sabido que el reino del fuego tenía tecnología muy avanzada comparable a la del reino del Hierro y la Tormenta.

Desgraciadamente Ana ya tenía una respuesta.

- Acepto... Hare lo que ustedes digan, no le diré nada a nadie sobre esta siniestra conspiración, pero pido algo. No le hagan daño a mis amigos, los convenceré de que detengan la investigación.

Godwin entrecerró los ojos mientras puso una ligera sonrisa. Así mismo el dragón esmeralda golpeaba la capilla suavemente con su cola.

- Si así lo deseas, así se hará, joven cadete.

Orochi interrumpió.

- Yo tendré que volver al reino del fuego. Después de todo, se supone que estoy muerto. Hare mi reporte y me iré lo más pronto posible sin ser visto.

Gabriel solo entrecerró los ojos.

Orochi camino lentamente en dirección hacia Ana, paso a su lado y como si fuera niebla, Orochi desapareció en la oscuridad.

Bellatrix se puso de pie.

Con esto, se da por terminado el juicio contra la señorita Ana.

Aquel chico que acompañaba a Godwin solo miro todo el tiempo con la cabeza inclinada hacia abajo sin decir una palabra.

Y con esto dicho, Ana se retiró de la sala acompañada por Bellatrix.

Parte 2

Ana caminaba por el un pasillo de roca del castillo.

Sus piernas todavía temblaban. Pero debía calmarse para recibir de buena cara a sus amigos.

Llego a una habitación donde se encontraban dos soldados cuidando la entrada, Ana siguió sin problema hacia adentro.

Ahí se encontraban en cama, pero ya despiertos Ririna y Alistair, junto a Kenric y Gabriel.

Al ver a Gabriel, Ana no pudo poner una mirada de odio pero rápidamente trato de mantener la compostura y los saludo.

- Me alegra que estén bien, enserio.

Y con lágrimas en los ojos, Ana se lanzó a abrazar a Ririna y Alistair.

- Maldición, todavía estoy herido sabes.

Todos en la habitación empezaron a reírse.

Por un segundo, Ana olvido todo lo que sucedía a su alrededor y solo pudo estar feliz por sus amigos.

Parte 3

La tormenta había terminado. Los rayos del sol se filtraban entre las nubes. En una colina lejana, Orochi con una saco de tela en su hombro solo observaba el castillo donde tuvo una corta estancia, y mientras el viento movía su cabello y sus ropas, hablo.

- ¿Hasta donde estas dispuesta a llegar por mantener el orden que tanto respetas, Ana?

Y con estas palabras, Orochi le dio la espalda al castillo y emprendió su camino hacia el reino del Fuego.

Parte 4

Ya habían pasado un par de meses desde los incidentes realizados por los atacantes misteriosos. Ahora todos los estudiantes se estaban preparando para una de las pruebas más importantes de todo soldado.

Obtener y domesticar su propio dragón.

Con esto dicho, empieza la temporada de ''cacería de dragones''.

Entre líneas 3

En un bosque en mitad de la noche se encontraban un grupo de soldados de la lluvia con antorcha en mano caminando con pasos cuidadosos, el sudor frio recorría sus espaldas. Empuñaban sus espadas con una mano, y entre la oscuridad, unos ojos amarillos los observaban. Uno de los soldados grito.

- ¡Ahí esta!

El grupo rápidamente fue en dirección de los ojos amarillos que miraban desde la oscuridad, pero en un parpadeo, perdieron de vista los ojos amarillos.

Pasos se empezaron a escuchar alrededor, a los soldados les temblaban las espadas, algo venia.

Con una mordida un soldado perdió rápidamente su brazo, y otro soldado perdió su pierna. Lo que se movía entre las sombras era una bestia enorme.

Y con un rugido, los gritos de aquellos soldados hicieron eco en el bosque.