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Chapter 160 - Malas visitas

Tata nos hizo de comer un rico estofado de pardes, este era una comida especial que siempre nos ayudaba a sobrevivir en las peores condiciones, un plato de este manjar equivalía a comer por tres días, y el alimento dentro del cuerpo se mantenía dando tus nutrientes durante todo ese tiempo.

No podía mentir, estaba algo ilusionada, al fin no iba a estar sola, despues de tanto años de sentirme así. Tenia a una compañera que pensaba que todo el mandato de los ancianos estaba mal, que era sacrílego incluso.

-Querida, debería golpearte, se que estas feliz, pero nunca bajes la guardia, así que vuelve activar tu mayus.

Realmente ni siquiera me habia dado cuenta de ello, me habia relajado tanto que en algún momento deje de desconfiar y me permite soltarme.

-Lo lamento Tata, es solo qué a sido mucho tiempo desde que me sentía como en un hogar.

-Lo sé querida, pero eso no es una escusa, lo dejare pasar por las condiciones, pero desde mañana no pienso perdonarte ninguna tontería, necesito afilar las enseñanzas de tus padre, así que Kilin Tori, deberás ser incluso más estricta de lo que ya as sido.

No me gustaba para nada que se refirieran a mi como el Kilin Tori, aun no me acostumbraba a ello, y como lo iba a ser, si apenas habian pasado horas desde que decidí ceder ante ello.

-Tata, solo dime Vel, si hay alguien que no quiero que me llame por ese titulo eres tú.

Entre más hablábamos las dos, Tata se habia dado cuenta de algo que yo nunca podría haber hecho, segun ella tenia la mente afilada, por mucho que habia desactivado mi mayus ella se dio cuenta que habia mirado buscando salidas por si sucedía algo.

-Tal vez no necesito enseñarte solo sobre la guerra, si no a vivir Vel, como yo te centraste en una sola cosa, tu venganza y eso te a hecho buena para la guerra, pero mala para gozar, es por eso que tienes que aprender de las relaciones y ¿por qué no? aprovechando tu quiriliam del amor.

Simplemente mencionar eso hizo que mis orejas se sonrojara.

-Preferiría que no Tata.

-A la sikit, querida, dime, ¿son guerreros?, me refiero a tus parejas.

-Primero que nada no son mis parejas, tal vez mi quiriliam despertó, pero no cerré el vinculo con ellos, ni siquiera se si será aceptado, recuerda que los humanos son... disculpa Tata por un momento habia olvidado que tu te uniste con un humano.

-Descuida querida Vel, proseguí.

-Como decían no son mis parejas, ahora contestándote la pregunta de si son guerreros, Granet es un Sir, de esos títulos importantes que nombran a los humanos, y el solo se las arreglo para ganarle a Kairus y Hero, no se muy bien que es lo que hace, pero tiene talento para matar, tuviste que haberlos visto estuvieron grandiosos cada uno cuando pelearon.

Tata se largo a reír, en concreto de mi, ella habia notado algo.

-Mi niña te robaron el corazón, me recueras un poco a mi cuando hablaba de Hood, también era alguien increíble cuando luchaba, que en paz descanse, solo espero que el Dios en el que creía lo este cuidando como corresponde. -Suspiro Tata con la voz un poco dolida, pero se recupero bastante rapido para continuar su charla. - Bien, el plan será el siguiente, lo primero que haremos será entrenarte mientras haremos dos cosas, buscar a los nuestros que están a lo largo de este país e iremos en búsqueda de tú nueva familia.

-Hey, un momento, todo bien con lo demás, pero no quiero buscar a ese par, quiero dejarlos al margen de todo esto, yo no...

Tata me dedico una mirada dura.

-Velaria crees que solo con los rezagados que andan por ahí podremos ganarle a todo lo orcus, si no me falla la memoria deberían haber al rededor de 150 largovivientes recorriendo Irlanda, y si es que no han muerto la mayoría, y en este momento contigo llegaríamos nuevamente a los 80 habitante en este lugar, digamos que cada uno matamos facilmente a 10 orcus, con eso no lograríamos nada, es por eso que pese a toda nuestra creencia si queremos ser libres necesitamos aliarnos con los orcus que estén dispuesto a ayudarnos, que mejor si son la parejas de la Kilin Tori y perdona que te lo tenga que decir así.

-¿Espera Tata, puedo aceptar que me enamore de dos orcus, pero llegar a cooperar con ellos es una cosa muy distinta, estoy segura que podemos hacerlo sin ayuda de ellos.

Tata golpeo fuertemente la mesa que me asusto.

-Niña idiota, te recuerdo que incluso humanos estuvieron de nuestro lado en la guerra con Johan sans Terre, no muchos, pero habian, incluso habian grandes familias que desaparecieron como la de los Hood y la de los Venture.

-¿Venture?, espera Tata, mi diades llamado Granet se apellida Venture.

-¿Venture?

-Si, Tata así es.

De apoco vi como a Tata le recorrieron las lagrimas de los ojos, par luego levantarse y limpiarse la cara.

-¿Qué sucede, Tata? ¿Acaso dije algo malo?, me estas asustando un poco, di algo.

-Descuida mi niña, es solo que... nunca te lo quisimos contar porque sabia que en esa época admirabas mucho a Hood, pero el falleció cuando los orcus que se hacen llamar Ingleses junto con un puñado de Irlandeses erradicaron esa casa, los Venture era nuestros aliados en aquella época... yo siempre pense que mi Hood habia muerto por nada, pero ahora se que hay gente que sigue teniendo ese apellido vivo por él que tanto lucho me hace muy feliz.

Fui directamente a consolar a Tata, cuando Hood murió nunca me dijeron el porque, ahora al menos entiendo que murió defendiendo a personas que el quería, en esa época Tata entro en una enorme depresión y no era casi ni la sombra de lo que era, pero al menos ahora veo a esa tia que me jugaba conmigo y me regañaba cuando hacia travesuras.

-También sufrí mucho por la muerte de Hood, Tata, pero a ti te quitaron algo mucho más importante que a mi, solo agradezco que ahora estés de pie, maestra.

Poco nos duro el dulce momento entre nosotros, alguien llamo a la puerta con brío.

-Vamos Cailine, queremos hablar contigo, así que abre, los ancianos los exigimos.

-Mierda es Ancon con los vejestorio. - me susurro Tata. 

Tata me miro inmediatamente a mi.

-Escóndete en el túnel, ve rapido, y no se te ocurra salir por nada en el mundo.

-Vamos, mujer abre la puerta ya. - seguían gritando los visitantes.

No podía ver nada de lo que sucedía, pero escuchaba sus voces sin problemas desde la trampilla que daba a la casa de Tata.

En concreto Ancon estaba exigiéndole que diga donde estaba yo, tal vez Emifi, le habia contado de mi o alguno de los otros niños, o lo más seguro, es que conectaran que si iría a algún lado seria con Tata, ya que siempre fue muy buenas amigos con mis padres.

Aun así Tata les reprochaba que no tenia idea de que estaban hablando, que yo no me encontraba en este lugar y que decían puras estupideces, pero esto podía traerle muchos problemas a Tata, realmente si seguía manteniendo su fuerza y control del mayus podría matar facilmente a los ancianos, tal vez Ancon le daría algo de pelea, ya que, el era el unico con entrenamiento militar, pero no podría compararse a Tata, el asunto aqui seria que tanto se oxido con los casi doscientos años que estuvo inactiva.

Aparte que si algo no le gustaba a Tata era matar a su propia sangre, de hecho con todos los que se a enfrentado de los largovivientes les a perdonado la vida algo que yo no podría hacer.

-Mujer tu eres a única que podría albergar a esa traidora, se bien que le tienes aprecio por ser la hija de esos idiotas. - grito Ankon molesto.

Se escucho varios gritos despues de ese insulto, varios de los ancianos comenzaron a protestar, peor no entendía que estaba pasando ahí arriba, hasta que entendí todo.

-Nunca vuelvas a insultar a los padres de Velaria en mi presencia en tu maldita y larga vida hijo de orcus, por que si escucha una mentira más de tu boca, te juro que romperé mi juramento que le hice a Dagda de nunca matar a los míos, y te cortare la lengua, para luego hacer que te la comas, maldito cobarde. - Grito Tata en un arranque de ira.

-Ven los que les digo de esta anciana loca, tuvimos que haberla echado hace tiempo. - dijo Mergus uno de los ancianos.

-Toda la razón, esta mujer debe ser exiliada mira que atacar a Ankon uno de los ancianos. - Protesto Eridin.

-Debería darte vergüenza atacarnos siendo que te recibimos con los brazos abiertos despues de su vergonzosa derrota donde por la culpa de unos pocos casi fuimos exterminados. - Dijo Lafina.

Yo estaba que apunto de salir de mi escondite, enserio quería matar a esos idiotas, controlar mi mayus para no dejarlo salir estaba siendo difícil, extremadamente difícil porque mi cuerpo aun no eliminaba de todo el veneno que Kairus estuvo dándome por años para corromper mi mayus, aun así lo logre contener muy apenas.

-Debería darles vergüenza malditos cobardes, ustedes nunca hicieron nada, simplemente le dieron la espalda a su propio pueblo, si ese día nos hubieran ayudado todo esta vida seria muy distinto, pero que más su altezas, si creen que tengo a Velaria en mi casa, adelante búsquenla, estare loca como para querer matarlos, pero no albergaria a una largoviviente que mato a alguna de los nuestro, eso deberían saberlos ancianos decrépitos. - mintió Tata, al menos en parte, casi todo lo que dijo es cierto, pero tenia una excepción a su regla, el defenderte cuando uno de los tuyos quería matarte, ella no lo hacia, pero no miraba con odio a los que alguna vez lo hicieron que eran contados con los dedos de una mano.

-Eso haremos, vamos busquemos a conciencia. - Ordeno Ancon.