Las hojas caían por doquier con el los fuertes vientos del norte que cruzaban todos los bosques.
Mi senda, que tuvo que haber sido de unas semanas se habian convertido en un largo viaje de dos meses, ¿Por qué?, por dos motivos, una los hombres del Duque, me intentaron casar en varias ocasiones, pero mate a cada maldito desgraciado que quiso hacerlo, en dos meses habia matado más cantidad de orcus que solía hacerlo en un año, 69 malditas bestias termine cazando, y solo se escapo un desgraciado, uno que me molesto demasiado porque se parecía a Granet y por ende un poco a mi padre.
El otro motivo por el que también mi viaje se hizo un poco más largo fue por ayudar a esa tonta mujer que buscaba Gran, esa tal Hero, era todo un incordio, o eso me gustaría decir, porque en mi corta vida de más de trecientos cincuenta años no habia tenido tan presentes a esas dos personas, ¿Cómo es que lograban habitar mis memorias? era algo que aun no podía comprender, pero habia sucedido, mi quirilian habian surtido con ello.
-Vamos Vel en que piensas, son dos humanitos, ellos solo serán un suspiro en tu vida, además al idiota de Granet solo lo habia visto un par de veces y la enojona de Hero con suerte viaje una semana con ella, no puedes haberte enamorada en ese tiempo, ¿no es así?
Lo peor era que sabia que si me habia enamorado de ellos, algo que no tiene ninguna lógica, me enamore de dos imbéciles de la raza que jure aniquilar por la masacre que le hicieron al los nuestros.
No pude evitar darle una patada a las hojas secas que habian por el bosque por la frustración que llevaba encima. Además, que se supone que iba a ser, ir a ellos y decirle, hola ¿quieren formar un quirilian conmigo?, seremos amantes para todo la vida y más tonterías, y al menos que no tengamos un vinculo muy afín casi perfecto, ellos simplemente seguirán siendo humanos, lo que significa que solo será un suspiro en mi vida, eso era desolador.
Seguí mi camino intentando despejarme para no pensar en ese dulce par... sikit, eso iba a ser más difícil de lo que creía, en todo el maldito camino.
Viaje por horas luchando contestemente para distraerme, intentaba ver los animales, concentrarme en las aves, o en el sonido del viento chocando contra las ramas, pero nada conseguía que me los quitara de las cabezas, llevaba todo el viaje con las orejas rojas por estar avergonzada.
Al menos ya habia llegado a mi lugar de destino, oculto dentro de unas caverna, si las cruzabas sabiendo el camino correcto, llegabas a Elfindal, un boquerón escondido en medio de las montañas con un bosque ocultos para los sucios orcus.
Ahí es donde habíamos construido nuestras casas, un pequeño paraíso utópico como decían los ancianos, pero realmente una prisión donde perdimos nuestro orgullo.
Pero no tome el camino habitual, si no que estaba viendo todo desde una saliente de una cueva que me enseño madre hace mucho tiempo. Intentaba ver donde estaban los ancianos, al final esos hijo de humanos me querían muerta, todo por ser la Kilian tori.
Aun así, todo era algo nostálgico, ver a mi gente unida caminando por ahí con sonrisas en los rostros.
Si nunca hubieran llegado a invadirnos, toda nuestra tribu estaría caminando por los bosques, y aun así todos ellos viven gracias al sacrificio de muchos de nuestros compañeros que murieron en la gran guerra contra los orcus. Mis padres dieron la vida por estos cobardes, y era hora de descubrir si todos ellos eran culpables o como habia dicho los traidores de mi propia raza, si los ancianos eran los responsables de todas esta afrenda contra mi.
-Velaria Verdibrizas, ¿eres tú?
Me moví en el acto, nunca espere que me sorprendieran, pero alguien llego a mi espaldas sin que me diera cuenta, pero no permití que se acercara ni un paso más, con gran destreza me moví a gran velocidad y lo apunte con mi arco.
-Velaria, tranquila, soy yo, Ardinwel, fuimos amigos cuando niños, ¿no lo recuerdas?
Fijándome bien, tenia razón, era Ardinwel, solo que no lo veía en más de doscientos años, así que al reconocerlo baje el arco.
-¿Qué haces aqui Ardinwel? - pregunte sin muchas ganas de saber la respuesta en realidad, solo quería que me dejara sola, pero iba a ser difícil ahora pasar desapercibida
-Creo que eso debería preguntártelo yo, estabas a cargo de un grupo junto con uno de los ancianos, eso fue lo ultimo que supe. - dijo Ardinwel que no se veía asustado por mi hostilidad.
-Si, algunos de ellos siguen con vida, otros murieron por desgracia, venia hablar de ese asunto con los ancianos. - mentí.
-Eso suena muy mal Velaria, debió ser duro para ti perder a tus compañeros, mis condolencias Kilin tori, los ancianos te recibirán con mucha alegría, ven sígueme.
Ya que todo mi plan inicial se fue por las lomas de los antiguos dragones, no me quedo más opción que hacerle caso, así que tenia que pensar en otra manera para poder averiguar la verdad.
Por alguna razón sentía que algo no iba bien, mi mayus estaba muy a la defensiva, incluso mucha más que cuando tenia que defender de los orcus cuando andaba por los bosques viajando hasta aqui.
-Ardinwel, ¿Cómo han estado las cosas por acá?, han tenido poblemos en este ultimo tiempo?
-Sin contar la escases de comida, para nada, han sido tiempos muy pacíficos, casi como si nunca hubiera sucedido nada, pero segun me cuentas para ti todo tuvo que ser muy duro, haber perdido a alguien como un anciano debe pesarte mucho Velaria.
Un momento yo no habia mencionado nada de que se habia muerto uno de los ancianos, mierda era una trampa, di un salto hacia atrás apunte con mi arco y le dispare sin dudar hacia el hombro, lo que alcanzo a esquivar, pero habia caído en mi trampa apenas dio un salto, yo me moví con mi mayus quedando a sus espaldas y le dispare en la pierna con mi arco dejándolo seriamente herida.
-Mierda, te lo suplico, esto no fue mi idea Velaria, llegaron antes que tú y nos contaron que traicionaste a lo suyos, además incluso tú no podrás enfrente a todos aqui.
No pude evitar darle una patada en la cara a Ardinwel, otra vez tenia que luchar contra los míos, de nuevo sin ayuda, si ellos ya habian esparcido la mentira de que yo los traiciones, podía dar mis días por contados... no, era peor que eso, ya que, la mayoría creía que realmente los habia traicionado, porque me vieron matando a los que nos traicionaron, pero ellos no sabían eso ultimo.
Mire a Ardinwel mucho más calmada, me acerque hacia el donde me pedía suplicas rogando por su vida.
Agarre la flecha incrustada en su pierna y se la saque de un tirón, le recite un hechizo para curar la herida superficialmente, preferiría que no pudiera seguirme.
-Escucha bien Ardinwel, lo que te contaron no es verdad, si tuve que matar a dos de los nuestros, pero porque me intentaron matar, incluso Troncostos me enveneno si no fuera porque recibí ayuda estaría muerta, quédate con eso, porque esa es la verdad, los ancianos me quiere muerta por alguna razón, una que pienso averiguar.
-Te creo Velaria, solo espera y puedes decírselos a todos, si lo que dices es verdad, te creeremos, pero tienes que explicarte mejor.
Me fui dejando a Ardinwel solo, no tenia que ser muy inteligente para saber que simplemente estaba haciendo tiempo, así que me fui por los túneles que me enseño mi madre, que pocos conocían, con eso sabia que estaría a salvo.
Gracias a haberme escondido sabia que habian otros siete buscándome, lo que iba a ser complicado para mi, primero no quería pelear con mi propia raza y segundo, siete largovvientes que podían ocupar mayus seria un serio problema a enfrentar.
Si tan solo pudiera llegar donde la vieja Tata podría tener una oportunidad, ella era la largoviviente más longeva que habia, con alrededor de tres mil años, y fue una amiga muy intima de mis padres.
Sin ella yo hubiera muerto hace mucho tiempo, es la única que siempre les echaba en cara a los ancianos de su cobardía, así que estaba segura que si me dejaba hablarle me creería, el problema seria como carajos llegaba donde ella sin ser vista.
-Un momento dije ¿carajo?, sikit, se me están pegando los insultos de Granet... vamos mujer céntrate, no es hora de pensar en ese par... ¿par?, eso es.
Mi madre con tata era muy buenas amigas, incluso decían que tenían túneles escondidos para visitarse, pero en realidad, excavaban túneles para tener salidas de emergencia, si ella sigue siendo la misma vieja que conozco entonces debe haber algún túnel que me lleve a su casa, el asunto seria saber cual de todos me llevaría donde ella.
Vaya no pense que pensando en ellos se me ocurriría esto, tal vez no es tan malo tenerlos en mi mente... me estoy volviendo una blandengue con ellos dos, como los necesito.