-¿Velaria, como te encuentras?
-No necesito que te preocupes por mi Granet.
-Tan cariñosa como siempre.
-Orcus, deberías preocuparte por ti. - Dijo Kairus.
Con un puro empujón de su espada logro levantarme del suelo, por un segundo pense que iba a romper la espada que Magnus habia creado para mi.
-Con nuestro mayus, somos mucho más fuertes que ustedes, Granet, vete, solo sal de aqui.
Yo hice oído sordo a lo que me pedía Velaria, además tampoco es que estuviera solo contra ese tipo. Inmediatamente el largoviviente tuvo que ponerse a la defensiva ya que Lay lo comenzó atacar a diestra y siniestra, lo que me permitía atacarlo por la espalda.
Cuando fui a mi encuentro, el de alguna manera salto demasiado alto, haciendo que nos atacáramos entre Lay y yo, por suerte nuestras espadas solo chocaron, pero no pudimos evitar sobresaltarnos.
-Esa cosa, se mueve muy rapido, y su fuerza es inusual, Gran.
-Si, pero si lo distraes Lay, se me ocurre como acabar con su agilidad.
-Eso hare entonces Sir.
Lay corrio hacia el largoviviente.
-Que estúpidas son los orcus, siempre corren a una muerte directa
Lay arremetió fácilmente dificultando a su oponente, el largoviviente podría tener una fuerza muy peligrosa, pero hablando de técnica solo era un idiota abanicando una espada, de hecho Lay sola podría ganarle, pero no me iba arriesgar que pasara algo de lo que me podía arrepentir, me agache lo más que pude con la espada, que no era tanto como lo podía hacer con la daga, pero debería funcionar igual.
Fui a toda velocidad mientras nuestro enemigo estaba centrado en Lay mientras chocaban sus espadas, moviendo a mi escudera de un lado para otra, pero ella en el corto rato ya habia conseguido hacerle dos heridas, cuando llegue a el simplemente le corte la pierna por encima de la rodilla.
El sujeto chillaba como loco, despotricaba contra nosotros por que dos orcus lo habian derrotado fácilmente.
No me preocupe por el tipo, le pide a Lay que lo vigilara, para ir a ver a Velaria.
Cuando fui a buscarla me di cuenta que no estaba en el mismo lugar donde la vi, ella se habia arrastrado para ir a ver a otro largoviviente que estaba tendido en el suelo.
-Mierda... mierda... Filobondi, maldito idiota, no tuviste que protegerme...
Iba a tocar el hombro de Velaria, pero me arrepentí, de cierta manera sentía como si pudiera tocar su hostilidad.
Sea quien sea el otro, ya estaba muerte frente a Velaria, que lo golpeaba en el pecho.
-Velaria, me permites revisarte la herida.
-No, yo puedo atenderme sola, solo ayúdame a levantarme, y pásame mi arco que esta en el suelo.
Como me pidió la ayude, luego de eso me dijo que lo acercara a un tal Kairus, que suponía que era el tipo al que le corte la pierna, la lleve ante el, me tenia preocupado, estaba perdiendo mucha sangre, y la herida del hombro tenia un color verdoso.
-No puedo creerlo, enserio... el chico decía la verdad, nunca pense verte junto a un sucio orcus Vel... tu si que caíste bajo.
-Cállate pedazo de mierda, este orcus, es mucho mejor de lo que tu eres sayatin.
-Perra de mierda a quien...
Lo que hizo Velaria me dio ganas de vomitar, de un arranque de ira, con su arco le reventó la cabeza, hasta Lay llego a apartar la mirada de lo horrible que quedo el cadaver, el cráneo de ese tipo quedo pulverizado manchando de sangre por todos lados.
-Ven se los dije, Velaria se unió a los orcus, acaban de matar a uno de los ancianos, a nuestro protector Kairus... - Gritaba con desesperación Troncosli.
Sin que nos percatáramos habian un grupo de seis largovivientes más que miraban con horror el acto cometido de Velaria.
-No crean a lo que dice Troncosli, ellos intentan tenderme...
-Cállate, no nos mientas... tú... te acabamos de ver matar a uno de los ancianos. - Dijo uno de los largovivientes.
Casi ninguno miraba a Velaria a la cara, excepto uno larguirucho con pansa que tenia una sonrisa macabra.
-Maldito Troncosli... Granet lárguense, este es mi problema.
La situación era clara, nos iban a atacar, y por mucho que tal vez no supieran pelear, enfrentarse a seis tipos con una fuerza sobre humana era algo imposible, incluso para Lay.
-Lay corre, es una orden.
Agarre a Velaria sobre los brazos, cargándola, era sorprendentemente liviana, lo que no me dificulto correr con ella para escapar.
-Granet suéltame, ellos te alcanzaran rápidamente, no tienes nada que hacer contra ellos, además no quiero que un Orcus me...
-Solo cállate, y acepta la maldita ayuda, después puteame en tu idioma o as lo que quieras...
Lay por suerte se habia separada ya un buen trecho de nosotros, pero se limitaba, ya que no quería dejarme solo.
-Lay, ve a buscar a los otros.
-Gran no voy a dejarte solo por nada del mundo...
-Lay confía en mi, tengo un plan... busca a los demás, encuéntrame en el rio.
Ella a mala gana se perdió entre el bosque, por suerte o desgracia todos los que nos perseguía me siguieron a mi.
Una especie de lanza paso por al lado de mi rostro, los malditos estaban por alcanzarme.
-Granet no seas estúpido, ellos me quieren a mi, si me dejas aqui no te perseguirán, además no me mataran, eso tenlo seguro...
Una flecha que por suerte fallo, paso entre el pelo de Velaria, dejándola sorprendida de mala manera.
-¿Velaria, como haces para ocupar el mayus a tu disposición?
-De que habla, eso es algo que solo podemos ocupar nuestra raza, no un simple orcus.
-Solo dime ¿como? Velaria.
-No servirá de nada, pero como quieras, solo relájate, siente los latidos de tu corazón, siente lo que te rodea, y deja que la energía que sientes se apodere de ti.
Intente concentrarme lo más rapido posible, como me dijo, concentrarme en mi corazón fue fácil, latía a mil por horas por el miedo de que me mataran, pero lo siguiente fue lo difícil, solo me centraba en los largovivientes que nos perseguían, no podía hacerlo, era imposible hacerlo en esta circunstancia hasta que nuevamente un recuerdo sobre Hero me ayudo.
Estaba llorando, porque no podía dejar que me molestaran, quería hacer amigos, como Hero habia hecho con Rury, pero todos seguían molestándome. Debía haber tenido como 12 años.
Hero me abrazaba consolándome, diciéndome que todo estaba, bien que no necesitaba a nadie porque ella siempre estaría conmigo, pero aun si me dijo algo que me ayudo.
-Me tienes a mi, pero siempre confió en ti, se que lo lograras, ya te daras cuenta que podrás rodearte con gente que tu quieres Gran.
Al poco tiempo de eso, me hice amigo de Rury...
Uno de los largovivientes me habia agarrado por la capucha de la media mascara, pero ignore todo completamente.
Todo era extraño, pero armónico, cada respiración me llenaba los pulmones como nunca habia sentido, desde mi cerebro me recorrió una descarga que llegaba hasta mis pies, todo se volvio tan lento que incluso veía hasta las aves volando despavoridas.
Pequeñas luces destellaban alrededor mío.
-Esto ni siquiera debería ser posible... tu mayus... siento mayus Granet... tan hermoso y siniestro a la vez... ¿Quién eres?
Escuchaba que Velaria me hablaba, pero no sabia lo que me decía.
La descarga se hizo más intensa en mi pierna derecha, sentía que quería explotar de energía, entonces simplemente salte.
-No Granet espera...
Sali disparado como una bala, genere tal estruendo que hasta me dejo sordo por unos segundos, escuche el grito de los que me perseguían y unos arboles cayéndose, habia dejado un agujero enorme en el lugar que salte.
Me sentía libre, casi invencible, el viento chocaba contra mi, era tan agradable, que me habia olvidado de todo por unos segundos, hasta que la realidad vino a mi de golpe.
No tenia idea cuanto habia avanzado con ese salto, pero salí directo a un barranco por el cual íbamos a caer Velaria y yo.
-Carajo...
-Granet estúpido imbécil, para eso dejaba que nos mataran.
Ambos gritábamos mientras caímos por el barranco, intente recibir todos los golpes yo, para que Velaria no resultara más herida de lo que estaba.
Por suerte caímos rodando, provocándonos poco daño. Estaba tan aliviado que suspire largo y tendido, mire a Velaria que cayo cerca mío, por lo visto recibió menos daño que yo con la caída, me intente levantar, pero no pude, la pierna con la que salte estaba casi morada, ni siquiera tenia el zapato, ni la armadura en la pierna, habia sido destrozada, yo simplemente solté un fuerte grito que no pode evitar soltarlo por apoyar el pie.
-No te muevas idiota liberaste un montón de tu propia energía de golpe y condensado en una sola zona, eres como un bebe estúpido.
-De nada, por salvarte el trasero mujer, además que esperas, no tengo idea como ocupar esta cosa.
Velaria se arrastro hacia mi, comenzó a recitar un hechizo, pero algo hizo que gritara en medio de el.
-Veneno de mierda, ese desgraciado me puso ceniza de cak, se demorara dos días en salir de mi sistema.
-¿Veneno?, tengo alguien que puede tratarte eso, donde vivo ahora.
-No, ya hiciste suficiente tonto... gracias... estamos a mano por lo del río Granet.
Me arrastre al igual que ella para revisarle el hombro.
-No te apegues a mi orcus... no, Granet ¿Qué eres tú?