Velaria no se veía para nada bien, aun así, entre ambos nos ayudábamos para caminar, para mi era muy doloroso pisar con la pierna con la que hice el salto. Según Velaria tuve suerte de no habérmela despedazado, y que no me preocupara ya que debería recuperarse descansando y al otro día debería estar como nueva.
A la pregunta que me hizo, no supe como contestarle, solo era un hombre, pero la verdadera pregunta es como podía ocupar un mayus.
-¿Desde cuando?
-Desde cuando ¿qué? Vel... no te molesta si te digo Vel o ¿sí?
-Si me molesta, para ti es Velaria, con respecto a lo otro ¿desde cuando pudiste ocupar el mayus.
Por algún motivo me habia molestado por la manera en que me dijo que no la llamara Vel, fue demasiada cortante y pesada.
-No estoy muy seguro, puede que desde un enfrentamiento que tuve hace un poco más de una semana, o tal vez un poco más, realmente no lo sé, hasta hora es la primera vez que lo libero totalmente consiente, la vez anterior que lo pude ocupar tuve que estar demasiado iracundo, y me agote de inmediato.
Velaria se detuvo haciendo que no pudiéramos avanzar.
-Te detesto... como un orcus puede ocupar lo que es nuestro... - dijo llena de odio.
-Oye, si no es por eso estaríamos muertos, al menos un poco más de...
La mirada de Velaria, era casi la de una asesina, aunque, era curioso, ya que tenia un rostro muy hermoso, tal vez uno de los más hermosos que haya visto en mi vida.
-¿Tanto te molesta, que pueda ocupar el mayus?
-Dime como te sentirías si llevas toda tu maldita vida en guerra contra los orcus, y ves que ahora aparece uno que puede ocupar algo que era nuestro, un humano que nos a cazado, llevado a la extinción, ahora puede ocupar el mayus, algo sagrado para nosotros, es como si Dagda se riera de nosotros en la cara o Morrigan jugando con nosotros.
-De seguro es Morrigan...Estoy entendiendo, pero créeme no soy tu enemigo, de hecho para mi haber encontrado a alguien de tu raza, es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, hubiera preferido que fuera en otros circunstancias, pero aun así, fue algo grandioso.
Velaria me miraba con extrañeza.
-Perdón, es algo lindo lo que dices, pero no creo que podamos ser amigos, eso nunca.
Ella no se veía para nada bien, así que pese a sus protestas, nos lleve a un hueco de un árbol enorme, era lo suficientemente grande para caber los dos cómodamente, y serviría para escondernos, mientras nos recuperábamos. Ella insistía que esto era una mala idea hasta que volvio a toser sangre... sobre mi cara, lo que no fue nada agradable.
Me limpie, mientras ella se rio un poco.
-¿Puedo hacerte una pregunta... no varias preguntas?
Ella me miraba algo rendida, como si estuviera discutiendo con una pared.
-Que más da, adelante Grantet, pregunta.
-Me gustaria saber que es Orcus, y que es mayus.
-Orcus es como nosotros los llamamos a ustedes, significa hombre asqueroso. Mayus es algo más complejo, es todo y a la vez nada, es la manifestación de tu alma en comunidad con la naturaleza, es tu vitalidad siendo parte de un mar ancestral de almas, es tu vida y la de tus ancestros, cuando ocupas el mayus tu cuerpo se llena de toda la fuerza y el conocimiento de tus predecesores, como el maestro de mi padre dijo una vez: La sangre es vidas, y las vidas es el mayus.
No pude evitar pensar en Drácula con la parte de la sangre es vidas.
Creo que comprendo, y a la vez no, pero ahora me hago una mejor idea del mayus, aqui va otra pregunta, al ver a los otros largovivientes, me fije que son de rostro andrógenos, muy hermoso, de hecho considero que el tuyo es uno de los más precioso que he visto nunca, y no me mal entiendas, no estoy intentando ligar, solo es que me causo extrañeza.
No habia mucho cambio en el rostro de Velaria, aunque podía ver cierto brillo en sus ojos.
-Si..., se dice que nuestro pueblo fue hecho a semejanza de los Dioses, hermosos como ellos, así que si, a ojos de los suyos, por desgracia somos algo bellos.
-¿Por qué por desgracia, Velaria?
-Porque mucho de los tuyos, violaron a los nuestros por ser simplemente hermosos, incluso a mi, intentaron propasarse un par de veces, mate a todos los que lo intentaron, eso fue muy fácil, los suyos son demasiado frágiles... y aun así nos orillaron a nuestra casi extinción.
Velaría habia agarrado sus rodillas, creo que era la primera vez que mostraba como se sentía, probablemente no quiso hacerlo, pero se dejo llevar.
-Yo... lamento por todo lo que as tenido que pasar... no represento a los humanos... es difícil de decir... no todos somos como el rey de Inglaterra o el justicar de Irlanda, Velaria, hay gente buena, que no le importaría como son, créeme.
-En trescientos años me han demostrado lo contrario Granet.
Ella volvio a toser sangre, lo que ya me estaba preocupando, le toque la frente y estaba hirviendo, no me habia dado cuneta hasta ahora, pero sus orejas estaban rojas, y por alguna razón ella se puso nerviosa cuando me acerque a su rostro.
-Creo que necesitas atencion de inmediata Vel, déjame llevarte con los míos, te pueden sanar.
-Granet no te preocupes soy fuerte, además el veneno desaparecerá al anochecer, nuestro sistema elimina los venenos, además mi mayus me ayuda a controlarlo...
Tal ves tú si seas diferente Granet... ¿en que estoy pensando?
De Velaria emanaba un olor agradable, como a menta y pasto recién cortado, era incluso relajante, hacia que mi mente se sintiera algo adormecida, hasta me estaba sintiendo algo revitalizado.
-¿Como te sientes Granet?
-Algo mejor...
Estaba viendo como unas pequeñas chispas ululaban a mi alrededor mientras que el pasto creció de la tierra donde estaba Velaria, donde siempre habia sombra por el hueco del árbol.
-No te sorprendas no puedo ocupar mi magia para sanarnos debido al veneno, pero puedo compartir un poco de mi mayus para que restablezca el tuyo y sanes más rapido, así podrás llevarnos a los dos.
-¿Esto no empeorara tu estado Velaria?
-Descuida, solo compartí una parte muy pequeña.
Ella se acorruco en mi algo más cansada.
-Voy a dormir un rato.
Estaba algo descolocado, tuvo un carácter muy cambiante hacia mi de golpe, algo que fue raro por decir algo, tal vez podría ser la fiebre ya que estaba ardiendo. La deje dormir, mientras me quede despierto vigilando que nadie se acercara a nosotros. Por suerte en las horas que pasaron nadie vino a donde estábamos escondidos, si descubrí que Velaria hablaba al dormir, ella soñaba con un tal Alastor, por lo que creo que era su padre, por la manera en que se refería a él, el sueño debía ser agradable, porque Velaria tenia una sonrisa en su rostro, ella en un punto abrazo fuertemente mi brazo.
Al paso de un poco más de tiempo ella despertó, se di cuenta de que me habia babeado el hombre, y que estaba abrazado a mi, a lo que se movió rápidamente y me pidió disculpas, haciendo que nuevamente sus orejas se pusieran rojas.
-Estas mejor Velaria.
-Si, mucho mejor, aunque estoy muy cansada aun.
-¿Crees poder moverte?
-Si me ayudas si, Granet.
-Bien vamos... ¿a donde vamos?
-Mi pueblo no me seguirá cruzando el rio por el lado norte, debo... acabar con los ancianos, si no mi raza perecerá.
-Entonces vamos allá, ven apóyate en mi... eso.
Mi pierna ya no dolía tanto, de hecho ya estaba mucho mejor seguía hinchada y adolorida, pero al menos podía moverme con más libertad.
Por suerte el viaje no fue mucho problema, solo nos caimos dos veces en el transcurso a lo que Velaria se burlo de mi, ella se habia puesto mucho más accesible, como si ya no me considerara un enemigo.
Camínanos sin parar, de vez en cuando ella bromeaba conmigo, por lo frágil que era al quejarme del dolor, o de lo lento que era, incluso llego a morderme por un comentario que no le gusto que le dije, sobre que también debería haber largovivientes malos, eso lo mencione ya que estaba todo el rato diciendo que los orcus eran seres repugnantes.
Lo curioso es que los colmillos los tenia bien desarrollados casi como los de un lobo, pero me mordió tan fuerte que me penetro la piel, donde ella aprovecho nuevamente para decirme débil.
-Me dices débil, pero quien carga a quien.
Ese comentario me gano otra mordida, a lo que me hice entender que no debía seguir reclamando.
-A todo esto hueles mucho a otra Orcus a una femenina.
-Eso debe ser normal, tuve sexo con mi novia anoche, si tu olfato es como la de un perro, no me sorprende que puedas olerlo.
-Que asco, orcus reproduciéndose.
-¿Acaso ustedes no lo hacen?
-Si, por su puesto, pero es complicado, nosotros no somos como ustedes, cuando nos enamoramos llegamos a compartir un vinculo con nuestra pareja o parejas, solamente estamos con ellos, y apenas tenemos un atika o dos.
-Primero, ¿Cómo que parejas? y segundo ¿atika?
-Nosotros podemos tener una única pareja o hasta tres, creo que incluso han habido de más numero, pero tiene que ser algo que todos compartan en el vinculo, y atika son lo que llamarían hijo ustedes.
Me resultaba extraño esto.
-Hablas de vinculo, como si fuera algo casi material.
-Nuestro quirilan o sea el vinculo es algo que nos amarra al otro individuo, conectamos a nivel que podemos sentir lo que el otro siente, incluso podemos llegar a ver los pensamientos, de esa manera uno encuentra a sus parejas entre los largovivientes.
-No se si me gustaria que mi pareja sintiera lo que yo puedo sentir, o incluso saber lo que pienso, me seria escalofriante, entonces supongo que con trescientos años, ya tienes pareja.
Velaria se quedo en silencio, parece que habia tocado una fibra sensible.
-Tu raza a perseguido a mi pueblo por mucho tiempo yo he tenido que ver como mataron a mi padre y madre, crees que con ustedes encima cazándonos yo podría buscar amor.
-Si, creo que el amor se puede encontrar incluso en los lugares más oscuros a veces incluso donde menos te lo pienses.
Velaria habia abierto los ojos muy grandes por las palabras que le habia dicho.
-Carajo. - dije.
Frente a mi habia aparecido un largoviviente, uno con una sonrisa macabra, al que habian llamado Troncosli.