Cuando abrí los ojos todo era doloroso, sentía como si mil agujas estuvieran siendo enterradas en mi cuerpo, cada vez que me movía era como si tiraran desde mi corazón, incluso hasta me sentía algo mareado y la luz que entraba por entremedio de las cortinas me molestaba.
Como siempre Lay estaba acostada al lado mío mientras me tenia abrazado el brazo, esta vez estaba seguro que no me habia dormido con ella, así que se tuvo que colar de noche, pero al menos ver su rostro tranquilo perdido en un mundo de sueños era tranquilizador para mi, últimamente Lay a estado pasándolo muy mal desde que discutimos hace un tiempo, todo por una tontería, depuse casi muere por mi descuido, ahora su familia puede morir y en el caso de que queden vivos quedaran humillados de por vida, hay que sumarle, además, el hecho de que básicamente le vendí su alma a Morrigan para evitar que muriera, asunto que ella no sabe.
Siento que entre más me esfuerzo en cuidar de ella más empeoro las cosas... se supone que mañana debo combatir con Sir Arthur y apenas puedo mover mi cuerpo, además, lo que dijo Felia anoche, que tengo un Mayus, ni siquiera se que mierda es eso, no entiendo nada, pero tal vez sea a lo que se refirió Morrigan ocupa tu odio...
Volví a mirar el rostro de Lay, con una carica le quite el pelo de su cara.
Por ti tengo que hacer que todo funcione, lo prometo Lay, Hero se que estamos en épocas distintas, pero no sabes cuanto necesito tu ayuda, solo reza por mi...
Ara ara, quien diría que si no fuera por ti Hero que disfrutas de ver ese tipos de anime y me molestabas con eso que sabias que en el fondo me gustaba, me daría una pista para ir comprendiendo lo que sucede en este año... el mundo funciona de maneras que nunca podre comprender...
-Gran despierta... ¿pero que mierda hace ella acostada a tu lado?
Helen habia entrado con una bandeja con lo que parecía el desayuno, pero su cara al verme acostado junto con Lay en la cama, cambio drásticamente a uno de querer llorar... Me levante abruptamente de la cama, cosa que dolió como si me aplastaran con una prensa.
-Hel, créeme que no es lo que crees, puedo explicarte muy bien esto.
-Yo soy una estúpida, ni dos días Gran y te acuestas con otra... yo, ¿explicar que?, realmente la situación explica todo...
-No te confundas Helen, Gran dice la verdad, no paso nada entre nosotros y nunca va a suceder lo que crees que paso aquí.
Lay se habia despertado probablemente cuando me levante de manera brusca de la cama.
-Lay no tienes porque mentirme, esta claro, los he visto muchas veces como se tratan tan cariñosamente, pero porque tenían que engañarme.
-Helen, ella tiene pesadillas, un día que dormimos juntos cuando era prisionero de ellos, Lay durmió sin tenerlas por mucho tiempo, créeme lo que te digo cuando Lay dormía sola, varias veces me despertó por sus gritos de noche, eso fue todo lo que sucedió, te lo juro.
Helen dejo la bandeja sobre la cama.
-Váyanse a la mierda ambos, púdranse. - Decía Helen sin poder retener el llanto.
Helen se dio media vuelta para irse, pero de manera muy felina Lay se movió, dio un salto y cerro la puerta, algo que incluso a mi me sorprendió de ver, porque nunca habia visto tanta flexibilidad en ella para moverse.
-Helen no te dejare ir, hasta que entiendas las razones.
Helen dejo de ser razonable y abofeteo la mejilla de Lay.
-Muévete no les vasta con haberse reído a mis espaldas, ahora quieren engañarme.
-Helen nunca tendré nada romántico con Gran porque me gustan las mujeres.
No podía creer que Lay le hubiera dicho eso a Helen, eso era algo bastante intimo para ella, Helen estaba algo confundida por las palabras de Lay.
-Crees que te creeré esa mierda, que tan fiel debes ser para cubrirlo de esa manera mancillándote a ti misma, no seas ridícula.
Yo me acerque a ellas, detuve a Helen de que le diera otra cachetada a Lay.
-Soy tan fiel a Gran que daría mi vida por él como ya le he hecho, aun así, nada de lo que te dijo él es mentira ni lo que te dije yo.
-Helen, ella te conto algo que ni siquiera me lo dijo a mi, yo deduci hace un tiempo que a Lay le gustaban las chicas, cuando se lo dije ella lo admitió simplemente, enójate conmigo todo lo que quieras, si quieres creer que te engaño cosa que no es así adelante, pero no voy a permitirte que golpes a Lay, ella para mi es como una hermana, entiendo eso.
-Yo... como se que no quieren engañarme.
Me puse a pensar en una solución, pero no logre nada.
-Al menos que quieras que Lay bese a una chica... por favor Lay no lo hagas al menos que quieras... no se me ocurre nada, solo te queda confiar en nuestra palabra, pero al menos yo te he dicho siempre la verdad, incluso con lo de Fress, pero tú no as sido del todo franco conmigo, como lo de que perteneces a la rebelión.
-Cállate idiota, no lo digas frente a ella recuerda que es un soldado.
-Descuida, Lay no dirá nada, ¿no es así?
-Si tú quieres que no lo haga, no lo hare Gran.
Estuvimos un buen rato intentando convencer a Helen hasta que realmente atendió a razones, pero en el fondo tampoco la podía culpar, encontrar a la persona que te gusta acostado en una cama con otra mujer, no debe ser fácil, incluso me sorprende que diera su brazo a torcer, pero todo fue gracias a Lay en realidad, al final se calmo cuando Helen le pregunto sobre los síntomas que tenia, y con eso se dio cuenta que al menos no mentía sobre el asunto de las pesadillas, aunque Lay no dijo nada de su "trauma", cosa que al menos según yo era lo mejor.
Helen se sentó en la cama.
-Puedo tratar de ayudarte con un par de hiervas medicinales Lay, así veamos si te ayudan con tu sueño, pero no me agrada nada que ustedes dos duerman juntos sobre todo ahora que yo y Gran estamos... bueno intentamos ver que pasa entre los dos, me opongo a eso, tal vez sea egoísta, pero no quiero aceptar eso, yo ya he sufrido mucho por hombres imbéciles, no quiero otro más.
Helen me miraba a los ojos muy enserio.
-Honestamente creo que seria maravilloso si podrías curar las pesadillas de Lay, pero tampoco puedo dejarla a que sufra, hagamos esto, intenta curarla, si lo logras dejaremos de dormir juntos, Lay no rinde para nada bien cuando no duerme, ese fue uno de los motivos del porque recibió ese ataque en su estomago también, además por mi culpa Helen, cuando yo me pelee con ella dormimos separados, Lay estuvo tres días sin dormir porque se acostumbro a no tener pesadillas durmiendo conmigo, eso fue justo para el incidente de la torre.
-Intentare, ver como puedo ayudarla, pero creo que lo más efectivo seria saber porque tienes esas pesadillas, eso y que debería verlo un experto en la mente, yo no se mucho en esa área, solo se de calmantes, o casas por el estilo. - Dijo Helen ya más tranquila.
Me senté al lado de Hel y le tome la mano, cosa que de momento no le gusto mucho, pero leo permitió.
-Tal vez tenga otra teoría, que podría ayudarte Lay.
-Te escucho Gran.
-Nosotros desarrollamos sentimientos el uno al otro de alguna forma, honestamente entre nosotros dos nació algo bonito que se dio fácilmente, incluso ahora me costaría imaginar una vida sin ti... Helen no me mires así déjame terminar... prosigo lo que sentimos el uno al otro fue preocupación, y creo que lo que nos acerco es que estábamos roto ambos, bueno creo que seguimos rotos de cierta manera, pero para mi eres una hermana, dicho todo esto, creo que si encontraras alguien que te gustaria pasar tu tiempo como una pareja, creo que también seria una solución.
-Si lo que entendí es que quieres hacer de casamenteras Gran me niego.
-No puedo creer de todo lo lindo que me esforcé por decir te quedaras con eso, idiota. - dije algo malhumorado, pero que duro poco ya que me abrazo casi en el acto.
-El idiota eres tú, intenta no hacer esto para no molestar a Helen, creo que deberías aprender a tratar a una mujer Gran.
-Ella tiene razón, idiota, ahora sepárense ustedes dos, deberían tener un poco más de vergüenza, esta bien les creo que no hicieron nada, pero es a cama de Felia, no creo que ella este muy feliz de saber que estuvieron durmiendo en su cama.
-Si puedes...
-Tener razón claro, que la tiene, obvio estoy molesta, de que no me invitaran.
Se me olvida que Felia tiene un raro interés en mi, pero ya no se como decirle que se parece a mi madre, no quiere atender a razones.
-Madam Felia también voy a tener que preocuparme de ti, no pueden dejarme a Gran tranquilo. - dijo Helen empujando a Lay hacia la cama y abrazándome como si fuera de su propiedad.
-Lo lamento querida, es que Gran se parece a mi marido cuando era joven, de hecho casi es su viva imagen. - dijo relamiéndose los labios, cosa que me dio escalofrió.
-Pero que sucede contigo desde cuando te volviste tan popular. -dijo Helen.
-No tengo ni idea, yo te juro que no he hecho nada Hel, me estas ahogando...