Las calles estaban abaratadas de personas, no era algo muy común de ver, pero se debía a que por lo visto mi duelo contra Arthur iba a ser un espectáculo para entretener a la población, estaban vendiendo entradas y claramente esto no era por mi, si no por Sir Arthur que no sabia que fuera tan famoso y por la posible ejecución de un caballero de renombre como lo es Willfest, me quede mirando el cartel un segundo, mañana tendría que estar luchando por lo visto con un caballero extremadamente fuerte, donde ni siquiera mi querida Lay me tenia fe en que pudiera ganar.
-Gran no te quedes parado, debemos ir directo donde Magnus para que vuelvas a descansar.
Hel estaba parado al lado mío, no estaba vistiendo su ropa de trabajo como solía hacerlo, si no el hermoso vestido blanco con vuelitos.
Ella tenia razón con lo que decía pese a estar de pie, mi cuerpo solo sufría de dolor, si tengo que luchar así tengo que darme por muerto.
Helen me agarro de la mano.
-Vamos muévete, y ten, recuerda que debes comer esto que te dio Felia.
-Si, si cariño, te preocupas más que mi Padre y Hero juntos, estaré bien.
-Así que Hero nuevamente, idiota.
-Si lo soy, pero ya te conté de ella, nos criamos juntos, y sobre todo ella era muy sobre protectora conmigo, vamos Hel no te molestes, por solo nombrarla.
Intente besarla, pero me corrio la cara.
-No estoy de humor, aun sigo algo molesta por verte en la cama con Lay, ya se que no es lo que me imagine, lo entiendo, pero dame un poco de tiempo para que lo asimile bien.
-Si tomate, el tiempo que quieras... puedo tomarte la mano la menos.
Fue Hel que me tomo la mía, lo que me puso feliz.
-Hel perdona que te insista con este asunto, pero crees que puedes ayudar a Lay con sus pesadillas.
-Normalmente me ofendería por esa pregunta, me tengo demasiada estima con lo que se refiere a mi habilidad como curandera Gran, pero a decir verdad no estoy segura, como dije el problema de ella debe ser de la mente, y no se ni curar la mente ni el corazón, lo unico que se me ocurre es darle sedantes en la noche para que pueda dormir, pero puede que tampoco funcione, y sedarte por mucho tiempo no es algo bueno para la salud, si tan solo supiera que origina esas pesadillas podría hacer algo, ¿me imagino que tú lo sabes?
-Si, o al menos me hago una idea, pero no puedo contártelo, estoy seguro que si cuento esto a alguien ella me mata, y no bromeo, lo que le sucedió a Lay es algo muy delicado, ella a tenido una verdadera vida de mierda.
Por algún motivo Helen sonrió, seguimos caminando mientras nos tomábamos de las manos, le pedí que nos debiéramos un poco al mercado, para comprar carne, esta vez quiero preparar algo que tengo ganas de comer desde hace mucho tiempo, también compre algo pan, lechuga y queso, intente encontrar tomates, pero por desgracia la gente aquí tiene la creencia que son venenosos, no saben lo que se pierden. Finalmente encontré lo que me faltaba huevo y aceite.
-No crees que estas gastando mucho dinero Gran.
-Tengo bastante...
No le puedo decir por ningun motivo que este dinero es el que robe de los impuestos de su pueblo...
-¿De donde sacas tanto dinero?, antes salí con un escudero, se que no ganan mucho, así que como te las arreglas.
-A Irish por mi servicio en... me dieron el sueldo de la mitad de un año de un caballero, por... ya sabes el asunto de la torre Hel...
-Tranquilo ya supere esa parte, no me enojare por ello esta vez, lo unico que en este momento esta incierto es mi prima... a todo esto hay algo que no te he dicho, pero debes cuidarte de Finley, antes de que nos arregláramos yo le mande una carta diciendo que fuiste tú el que le hizo todo a Fress.
No pude evitar detenerme.
-Te gusta complicarme las cosas Hel, descuida ya veré como soluciono las cosas con Finley, además los actos suelen tener consecuencias.
-¿No estas molesto conmigo?
-Creo que si me besaras se me quitaría todo enojo hacia tu persona.
Tenia solo un ojo abierto para ver la reacción de Hel, sin girarme para verla.
-Eres un aprovechador.
Helen me beso en medio de la calle, no pude evitar dejarme llevar, pero me calenté muy rápido, mi mano que estaba en su espalda comenzó a bajarla lentamente a su redondito trasero, era la primera vez que se lo tocaba, pero la sensación me era muy gratificante, comencé simplemente sobándoselo, y luego comencé a apretárselo subiendo de apoco la fuerza con lo que lo hacia, a este punto yo esperaba que me empujaran o me abofetearan, pero no lo hizo ella también se estaba dejando llevar, e incluso fue mucha más atrevida que yo, ella metió su mano por dentro de mis pantalones, al inicio pense que iba a llevar su mano a mis genitales, pero suavemente me acariciaba la pierna, y luego se fue a mi trasero para hacer lo mismo que yo hacia con ella.
Algunos transeúntes se nos quedaban mirando, por la escena que estábamos haciendo.
-Gran debemos detenernos... - dijo Helen jadeando.
-Tienes... razón... respondí yo jadeando igualmente como Hel.
Aun así ninguno de los dos se detuvo, no se que estaba sucediendo, pero ninguno de los dos podía parar, me estaba sintiendo libre hasta que eso sucedió.
Vi a una mujer igual a Hero entre la muchedumbre, solté a Hel de inmediato y fui donde ella, rápidamente, la agarre por el brazo para que se detuviera.
-Hero...
La persona que habia agarrado que por un segundo era igual a Hero, era una chica totalmente distinta, pero estaba seguro que por un segundo ella era igual a mi Alice, de pronto sentí que algo comenzó a subir por mi garganta.
-¿Gran que sucede? porque corriste.
Comencé a vomitar sangre, al final termine en el piso, mientras terminaba de votar toda la sangre que me salía.
-Gran esto no es para nada normal, tengo que examinarte con más cuidado, ven regresemos...
-No Hel descuida, ya estoy mejor cariño... cof...
Me repuse con ayuda de ella, ahora me sentía mucho más cansado que antes.
En serio estoy muriendo por no descansar, necesito saber más del mayus o como se llame esa cosa.
Con ayuda de Helen al final pude llegar a la forja de Magnus.
-Hola Gran...
Magnus se asusto al vernos, aunque, no por mi, sino por Helen.
-No espere volverte a ver en mi forja Helen...
-Solo acompaño a mi pareja, después hablaremos nosotros dos, pero aun no he dicho nada de ti traidor.
-Si me esta acompañando ¿pareja?...
-¿Qué? Gran.
-Nada cariño.
En que momento las cosas escalaron tan rápidas, no se supones que veríamos como funcionaban... yo, pero me gusta... pero Hero...
Magnus se acerco a un banco donde tenia una armadura de cuero tachonada, o eso creía.
-Llegas justo a tiempo Gran, con respecto a tu armadura te hice una completamente nueva, Willfest un día se paso por mi forja y le hizo modificaciones, me hizo prometer no decirte nada, así que no te enojes si no te gustan, ya que ahora no es tan ligera como antes, y si como puedes ver es el culpable de mi ojo morado.
-Eso te lo tienes merecido pedazo de mierda... dijo Helen arrebatándome las palabras de la boca.
-Ya oíste.
Magnus habia imitado sin voz las palabras de Helen burlándose de ella, cosa que no le causo para nada en gracia, pero no le siguió el juego.
-Ahora tu armadura es una mezcla de cuero tachonado con una armadura de placas, ven te ayudo a colocártela.
Pasar al rededor de diez minutos para poder colocarme la armadura, pudo haber sido mucho menos, pero por mi cansancio no podía cooperar mucho.
La armadura ahora protegía muy bien mi pecho y mis hombros, también habia metal en los codos, muñecas, tobillos y pantorrillas, el resto era cuero, pero en aspecto se veía genial, pense que me molestaría moverme con ella, cosa que me preocupo en un principio, pero nada alejado de la realidad, lo unico que si me molestaba era la cota de mallas que tenia por debajo las placas del pecho, y el peso sobre mi hombros y espalda, si me hubiera puesto esto hace unos meses ni siquiera hubiera podido caminar con ella.
-Como puedes ver mejore las defenza, sin tener que restringirte la movilidad, Willfest pensó en esto ya que era muchos más fuerte que antes, aun así hasta que no te acostumbres a ella, afectara a tus piernas, sobre todo por ese estilo raro tuyo, también como pediste la media mascara, esta lista le agregue lo que me pediste, ahora tiene...
Magnus miro a Helen antes de proseguir.
-Tiene las huellas marcadas como me pediste, y le agregue tela para que cubra tu cuello, así le da más ese efecto dramático que buscas, y desde aquí mismo tienes la capucha, sobre las espada, disculpas, pero no alcance a tenerlas lista para tu duelo, si hubiera tenido un día más las tendría, pero las tendré recién para el medio día, tal vez un poco antes.
-No te preocupes por ello, el trabajo esta muy bien hecho como siempre, ten toma para que luego no digas que soy tacaño.
Me metí la mano al bolsillo y le di siete monedas de oro.
-Así me gusta muchacho, sobre el precio de las espadas, será algo caro, incluso mas que esto, quiero que sea una sorpresa, pero te aseguro que valdrá todo el oro por ellas.
-Me arriesgare y volveré a confiar en ti Magnus, no vuelvas a fallarme.
-Descuida, no lo hare.
-Yo no confiare tanto en la palabra de un traidor Gran.
No quise rebatirle a Helen, por alguna razón pese a todo, no podía desconfiar de este herrero de mierda, así que solo me limite a besar a por lo visto mi novia.