Un hombre entraba a un fino despacho, con muebles y figuras de oros, y con joyas incrustadas, el hombre que habia entrado doblo su rodilla e hizo una reverencia, al señor que estaba sentado en la fina silla frente a un escritorio.
El hombre sentado, le acerco su mano, para que el arrodillado le besara el gran anillo que portaba, cosa que hizo en el acto.
Su majestad a llegado carta desde Irlanda, el emisor es Sir Willfest de Poart Sans Terre.
El rey Eduardo, se rasco la barba, dejo los documentos que estaba leyendo.
-Léela. -dijo con tono de autoridad.
-Como ordene su majestad.
El mensajero se aclaro a garganta y comenzó a leer la carta.
Mi querido amigo Rey Eduardo, escribo por mi preocupación por el Justicar Lord Irish, el cual a profesado delante de varios nobles ser el elegido de Dios para gobernar, cuyo poder solo debería ser profesado por usted. Quiero agregar que también he encontrado intrigas entre varios nobles y gente de la guardia, algo se esta planeando, pero no he logrado seguir los hijos, el tiempo tal vez me este oxidando, pero creo que debe saber que cosas extrañas se tejen en la isla.
-Siempre tan inoportuno Will, justo ahora que planeo mi boda con Margarita de Francia. - dijo el Rey Eduardo con cansancio.
El rey cerro los libros que tenia por delante.
-¿Algo más que decir?
-Si una cosa más mi lord, de manera formal Sir Willfest de Poart...
-Al grano. -Dijo el rey.
-Sir Willfest, registro de manera oficial a un nuevo escudero llamado solo Gran.
El rey se levanto de su asiento muy tranquilamente, mientras que con un gesto con su mano le pedía a un guardia real que se acercara a él.
-Que curioso... puedes retirarte mensajero.
-Si su majestad, me retiro.
-Dile a Sir Ogro que prepare un barco, iré a visitar Irlanda, veremos si Will sigue viendo enemigos invisibles o no.
-Como ordene su majestad. - dijo el guardia.
Sir Willfest me hizo vestir elegante igual como cuando me trajo al poco tiempo de haber despertado después de mi combate con Fregan por petición de Irish, aun así yo me puse mi fiel abrigo encima, cosa que a Willfest no le gustaba la idea.
Con Lay habíamos hablado que ella quería dejar la guardia, para servirme netamente a mi, cosa que dije que no hiciera hasta que pudiera hacerla mi escudera idea, que le habia mencionado hace un tiempo, pero ahora se veía más feliz conque algún día pudiera cumplirlo.
Por lo menos ahora, podía entrar sin que me pusieran un saco de arpilla en la cabeza, pero no era como si pudiera caminar libremente por el castillo, tanto la vez anterior que vine como ahora intentaba buscar a la personas que hablaron mi idioma, pero no tuve éxito, además que los guardias de Irish nos llevaban directamente al salón del trono.
Mientras caminaba me tope con Sir Ivan West, un ex caballero retirado por una flecha en la rodilla que lo dejo con cojera de por vida, actualmente es un señor de un pequeño pueblo cerca de Dublín a un día de viaje, pero desde nuestro primer encuentro nos llevamos mal.
-Veo que siguen dejando entrar a las ratas a este lugar. - me dijo directamente a mi Sir Ivan.
-Lo veo en buen pie Sir Ivan.
Obviamente a Sir Ivan no le agrado mi comentario, y a Willfest tampoco ya que me pego en la cabeza.
-Disculpe la falta de modales de mi escudero Sir Ivan.
-No te preocupes Sir Willfest, no podemos controlar los actos de otros, pero asegúrate de ponerle una buena correa a este perro.
Claro ahora entiendo, por que me dijo eso Ivan.
-Si, claro.- dijo un extrañado Willfest por el comentario de Sir Ivan.
Sir Ivan nos examino a todos, a Roy, Lay y Mirian que venia acompañándonos.
-Obvia oído el rumor que tu hija mayor estaba en muy mal estado, pero me alegra saber que la sangrienta esta en una sola pieza.
-Te estas pasando de lo soportable Sir Ivan. - dije molesto por el comentario del Sir.
Lo miraba molesto, tanto que Roy puso un brazo sobre mi, por hacerme el chisto, y así evitar que hiciera una estupidez.
-Vamos muchachos recuerden a que vinimos, muévanse, un gusto verlo Sir Ivan. - Dijo Willfest.
Di un paso y me tuve que agachar para abrocharme los cordones del zapato que estaban sueltos, luego me reincorpore, llegamos al enorme salón, donde estaba repleto de nobles y gente importante, Irish estaba como siempre sentado en su trono, mientras conversaba con un cura, cuando noto nuestra presencia se levanto.
-Amigos míos, les presento a los salvadores de la torre de impuesto, sin la ayuda de ellos, los sucios Irlandese nos hubieran desplumados.
La gente alrededor se rio del mal chiste de árabe, cosa que aun no me cabía en la cabeza, como en este época un árabe podía ser el Justicar de Irlanda, pero hace rato que no puedo confiarme mucho en los sucesos históricos que conozco.
-En recompensa por sus actos, Sir Willfest, será recompensado con el salario de un año como bono, para su escudero Roy de Poart, se le otorgara si su patrocinador le permite el titulo de Sir, siempre y cuando acepte un trabajo, y para Gran, chico esos vejestorios hablaron muy bien de ti, te apodaron como el "demonio", te daré... déjame pensar, puedes recibir la mitad de un sueldo en oro de un Sir, o ser uno de mis caballeros privados, dime ¿Qué escoge?
Por algún motivo Willfest se puso tenso, yo me hice el interesado en la propuesta de Irish.
-Lord Irish su bondad se extiende a su recompensa, pero que seria de mi palabra si abandonara a Sir Willfest, creo que entiende que debo reclinar su muy tentadora oferta, sin querer insultarlo, acepto el dinero a cambio Lord Irish, si me deja agregar algo más, Lay la soldado, también estuvo en esa pequeña trifulca mi Lord.
Irish no me miraba con buena cara, obviamente no le agradaba que rechazara su oferta.
-Muy bien preparen el oro, respecto a Lay de Poart, me informaron que termino herida sin poder hacer mucho, no puedo recompensar la inoperancia de un soldado que falla en su deber.
Por supuesto que iba a reclamar dejando mi actuación de buen hombre del reino a un lado, pero Lay me agarro del hombro, moviendo de cabeza de un lado a otro, para que no hiciera una estupidez.
Al menos Roy estaba feliz por su ascenso a Sir, supongo que era algo que iba buscando.
-Muy bien por desgracia no todo son celebraciones, a mi oídos me llegaron ciertos rumores que van a atacar a mi querida mano de derecha al Barón de Mons, esos sucios salvajes paganos van a asaltar a sus hombre, cerca de su castillo dejándolo descubierto si logran su acometida, es por eso Roy, que si vuelves de esa batalla te otorgare el titulo de caballero, con la venia de tu padre espero.
No, esto esta mal no hay manera que sepa sobre la batalla de la pradera, no casi un mes antes de que suceda, como es posible... deben ser esos dos tipos que escuche aquella vez discutiendo en mi ingles, creo que voy entendiendo el porque esta cambiando la historia, esto es malo, muy malo.
-Por su puesto que apoyo la decisión de otorgarle el titulo de caballero a Roy, es algo que debió suceder hace mucho tiempo, pero por su edad no lo habia permitido, pero si usted mi Lord lo acepta, yo por ende me alegro de su sabia decisión.
-Entonces esta todo dicho, a excepción de esto, Sir Willfest, soldado Lay y Gran, quiero que vayan a la batalla su experiencia será de mucha ayuda esa es una orden.
Tanto, Lay, Roy como Willfest se arrodillaron, a excepción mía, en este momento odiaba hacer esto, pero debía seguir lo que me pidió Morrigan.
-Mi Lord con todo el respeto que merece nuevamente, pero rechazo esa oferta.
-Disculpa escudero, ¿te niegas?
-Si mi Lord como escucho, yo no pertenezco a la guardia, así que puedo rechazar su oferta como hombre libre, al menos que Sir Willfest me lo ordene, puedo rechazar su amable oferta.
No necesitaba mirar a Willfest para saber que estaba enfadado por lo que decía.
-¿Cómo te a treves?, pendejo de...
Irish tomo un largo suspiro, luego se sentó en su trono.
-Cómo quieras Gran, no te obligare.
Ahora Irish estaba actuando raro, yo ya estaba listo para recibir los mil y un insultos que creía que me iban a llegar, pero actuó muy calmo, lo que hacia encender todas mis alarmas.
-Disfruten el banquete es en su honor, Sir Willtes me gustaria que pudiera convencer al muchacho, lo digo como sugerencia no como una orden.
-Por su puesto mi Lord, disculpe la estupidez de mi escudero.
-No, no te preocupes, como dijo el es un hombre libre, por ahora.
Eso me dio mucha más mala espina que antes, algo estaba planeando Irish y no me gustaba para nada.
Willfest me pesco duramente del pescuezo, me llevo algo más lejos donde estaban la mesa con comida.
-¿Qué crees que hace rechazando ir a la batalla?
-Una corazonada, además no crees que actuó de forma muy extraña.
Willfest se aguantaba las ganas de zurrarme.
-Si, es verdad, planea algo, pero eso no es escusa para tu falta de decoro, no aprendiste la ultima vez que fuiste contra él.
-Lo derrote, me gane un pequeño nombre, gane una Familia, a una muy buena amiga, a un hermano testarudo, a una hermana menor que no se si me odia o no y un padre muy cascarrabias.
-Idiota. -Dijo Willfest esbozando una sonrisa.