Ya era hora que me dejaran salir de su castillo no crees Arisa.
-Sigo pensando que es una mala idea, tapate bien el rostro mujer, mira hacia abajo, tus facciones son demasiadas extrañas, pareces un demonio, así que mejor ocúltate.
-No soy un demonio vieja estirada, además vengo a ver si puedo encontrar información por mi misma de Gran, ya que, por lo visto en todos estos meses Argus no a encontrado nada.
-Tiene un pésimo vocabulario, impropio de una señorita, Yume, además no debería menospreciar la ayuda del Duke.
Caminábamos por un pequeño pueblo que pertenecía al Dukado de Argus, ni siquiera le preste atención al nombre del pueblo, simplemente me dedique a ver a las personas, por si un milagro sucedía y me encontrara con Gran.
Me acerque a un pequeño puesto que vendía joyas falsas, el mercader me hablaba, pero yo solo lo ignoraba, simplemente me fije en un anillo que tenia dibujado una hoguera, que me hizo acordar a la historia de Hero, y eso me llevo a pensar mucho más en Gran.
-Señorita Yume no se quede quieta, sigue caminando, entre más rápido avancemos, antes volvemos al castillo.
Me acerque a Arisa.
-Lo lamento, pero no pienso apurarme, no hasta que me canse de buscar, y te aseguro que eso no será pronto.
-Señorita Yume, disculpe que le pregunte de manera tan tosca, pero ¿por que piensa que su pareja sigue en estos lares?, incluso podría estar muerto.
-Detente ahí se que no esta muerto, el tiene bastante ventaja por así decirlo, además presiento que se mueve por algún lugar, y sabe defenderse muy bien, estoy segura que Gran esta con vida por ahí.
Tenemos la historia a nuestro favor, además estoy segura, que debe estar investigando los cambios históricos... eso me da una idea.
-Comprendo, disculpe mi insensatez, solo déjeme darle un consejo, el amor es algo maravilloso, pero también son cadenas, no olvides pensar en ti Yume si no terminaras esclava de tus propios deseos.
Me detuve cuando Arisa me dio ese consejo.
-Que extraño que me digas eso, pense que todo iba bien con Argus, como los veo juntos casi siempre y de vez en cuando algo acaramelados.
Arisa seguía con su inescrutable rostro sin emociones.
-Nuestro amor fue uno que nunca debió de ser, el iba a ser el Duke, y yo era una simple soldado que logro ser reconocida por Argus, el tenia una mujer con la que se iba a casar, y yo nunca pude alejarme de él, hice cosas terribles en su nombre, cosas de las que me arrepiento, pero nunca pude dejarlo, era doloroso pensar estar al menos un día sin él, incluso tuvimos una hija, el iba aceptarla, no le importaba lo que digiera su esposa o sus hijos, pero iba a hachar toda su vida, sus logros a la basura, yo no podía permitirlo, y abandone a esa niña, pese a las protesta de Argus, el pecado que cometí por amor, uno del que me arrepentiré toda mi vida, por eso te veo a ti niña, que seguís mis propios pasos, no digo que debas abandonar tu búsqueda, solo que recuerdes que tu también debes buscar tu propia felicidad.
-Que amor tan débil tienes Arisa, sin duda no somos iguales, si yo tuviera que matar por Gran no lo dudaría ni siquiera un segundo, y nunca me hubiera rendido aunque hubiera otra mujer, menos abandonaría un hijo fruto de nuestro amor, perdon, pero me diste asco Arisa, sigamos, as lo que tienes hacer, y yo hare lo mío.
No podía evitar mirarla con desprecio a esa vieja anciana mandona que tenia frente a mi.
Los ojos de Yume me miraban como si quisiera asesinarme.
Le pregunte a varias personas si habian visto a alguien con la caracteristicas de Gran, pero no tuve suerte, nadie habia visto a alguien como él.
Arisa no me habia hablado más en todo nuestro camino, cosa que prefería después de decirme esa tontería, ella hacia las comprar que necesitaba para el castillo y nada más, a mi la ropa que traía me estaba comenzando a molestar, además estar cubierta hasta la cara era algo molesto.
Cuando me detuve para arreglarme la ropa, un hombre con armadura choco conmigo, cosa que dolió, pero el siguió adelante.
-Pedazo de mierda, al menos podrías disculparte.
El hombre se dio vuelta, me lleve un susto ya que era muy parecido a Gran, casi las mismas facciones, solo no tenia la cicatriz y el pelo era de otro color, y un poco mas mayor.
-Que ojos tan horribles, no te quedes en el camino, molestas campesina.
-¿A quien le dices campesina, intento de guardia?
El hombre, no dudo en sacar su espada, pero con mucha calma.
-Señor Arker, la señorita Yume, esta bajo la protección del Duke Argus.
-Me explicas como una andrajosa logro tener la protección del viejo lobo, Sirvienta.
-No, señor Arker, como dijo soy una sirvienta, pero le sirvo al duke, no a usted, así que no tengo porque responder.
Arker envaino su espada.
-No importa, me retiro antes que se me peguen las pulgas.
-Si cuídate de ellas, sobre todo las de las ratas Arker, que por lo visto la gente con tu carácter debe rodearse de ella. - Dije burlándome.
Arker siguió su camino sin caer en mis provocaciones.
-¿Quien era ese idiota, Arisa?
-Un mercenario, un hombre caído en desgracia, pero tiene un talento para la guerra y la intriga, Argus suele contratarlo de vez en cuando, le aconsejo señorita Yume que se mantenga alejado de él.
-El se parece a mi Gran, las únicas diferencias diría que le falta la cicatriz en su barbilla y Gran es rubio no peli negro, ya saben a más menos ahora a quien buscar... ¿Cuál es el apellido de Arker?
-No tiene señorita, pero puedo decirle al Duke lo que me dijo con respecto a su amado.
-Si me encantaría... disculpa si fui muy dura contigo cuando me contaste tu historia, es solo que me enojo bastante y gracias por ayudarme, creo que evitaste que lo apuñalara.
Arisa casi suelta una carcajada.
-Le recomiendo no hacerlo, Arker, es mucho mejor en la espada que Argus, aunque eso es solo porque Argus esta viejo y créame que me duele mucho admitirlo, con respecto a lo otro, no se preocupe, ya dije lo que quería decir, si usted tiene la cosas claras no puedo hacer mas señortia Yume.
-Supongo que sí Arisa... tengo una pregunta, ¿es muy normal que en este pueblo viven tanto Irlandes como Ingleses?
-Si el Duke pese a estar contra la corona, no ve problema que gente de otro país viva acá, siempre y cuando sea un aporte para la comunidad.
Que mala escusa, Argus, realmente le sirve a la corona, aunque segun la historia el jugaban con ambos bandos segun su convéniense
-Señorita Yume, yo ya estoy lista, debemos volver al castillo.
-Ya te dije ya no estaré...
Habian dos personas hablando muy fuerte cerca de un árbol, un de ellos estaba completamente borracho y por alguna razón su conversación llamo mi atención.
-Oíste lo de ese estúpido de Sir Fregan...hip... perdió contra un aparecido...hip... incluso humillo a Lord Irish al ganar un duelo oficiado por la iglesia... hip...
-Más cuidado con lo que dices idiota, la gente nos esta mirando, además recuerda que aquí... ya sabes.
-Tranquilo, no pasa nada... hip... ese muchacho peleaba muy extraño decían... como agachado...
-Deben ser tonterías inventadas de los Irlandeses, ahora insisto deja de hablar además te apesta el hocico a cerveza barata.
-No seas así... hip apenas tome un poquito... pense lo mimo que tú... pero el chico fue respaldado por sir Willfest...
-¿El mata lobos respaldo a alguien?, ¿cual era el nombre, del que peleo contra Sir Fregan?
-Era un nombre algo extraño... hip... un parecido sin apellido... Gat...hip...Gan...no... Gran... ese era su nombre, según escuche... hip.
Me acerque al borracho para escuchar mejor.
-¿Arisa escuchaste lo mismo que yo?
-Si señorita Yume
Agarre al borracho por la ropa del cuello, el gorro de la capucha que me tenia oculto se cayo
-Dime donde lo vieron, ¿Dónde vieron a Gran?
-Por que me trata...hip... así.
-Oye cálmate... no lo mates por favor.
El otro hombre cayo en el acto al suelo después de mirarme a los ojos, pero no era momento de pensar en ello y ni me importaba.
-Borracho de mierda responde, ¿Dónde vieron a Gran?
-Dublín... hip... suéltame... no hizo nada.
Solté al borracho.
-Arisa, debo viajar a Dublín al fin lo encontré...
No pude evitar que me salieran un par de lagrimas.
-Encontré a mi Gran...
Arisa me tomo del brazo.
-Vamos primero a ver al Duke señorita, muévase rápido, llamo mucho la atención y ahora nos siguen...
Arisa tenia razón, note que tres hombres estaban siguiéndonos, uno por el callejón, otro por una tienda del mercado, y otro muy cerca a nuestras espaldas.
-¿Qué sucede Arisa, quien nos sigue?
-Hace tiempo un hombre extraño llego a este lugar, solía ocupar una mascara, pero un día la vimos sin él, tenia rasgos parecidos a los tuyos, por eso no queríamos dejarte salir del castillo, ahora, llamaste la atención de las ratas que pensábamos que habian en nuestras tierras Yume.
-Tranquila si intentan algo, sabes bien que puedo defenderme.
-Preferiría evitar enfrentarme a algo que desconocemos, ahora muévete por ese callejón.
-Correcto.
Los tres hombres nos siguieron rápidamente, se colaron y estaban atrás nuestro, por adelante aparecieron tres hombres más completamente encapuchados.
-Se los encargo. -dijo Arisa.
-Si. - dijo uno de ellos con una voz muy ronca.
Gracias a ellos pudimos escapar, pero no habia comprendido casi nada de lo que me estaba diciendo, ¿Cómo era posible que existiera alguien con rasgos parecidos a los míos?... que importa al fin encontré a Gran.