Cuando llegamos a la casa de los placeres estaba cerrada, pero Madan Feliz había salido en el mismo instante que nosotros, aunque ella llevaba una especie de canasta vacía en su brazo.
-¿Queridos que hacen acá?, es muy temprano, no estamos atendiendo... Lay de Poart...
A Madam Felia estaba tan impactada como si estuviera viendo un fantasma que incluso se la cayó la sesta.
-¿Como?... Yo misma fui a verte... Deberías estar muerta... Incluso si hubiera habido un milagro, tendrías que estar en cama, no logro comprenderlo.
-No importa lo que haya sucedido Madam felia, lo importante es que Lay está bien.
-Mada Felia venía porque necesitaba hablar con Helen, si es que se encuentra disponible. - dijo Lay.
Madam Felia no le quitaba los ojos de encima a Lay, incluso se acercó a ella y le toco la cara cosa que incómodo e hizo que se echara para atrás.
-Lo lamento, Helen se encuentra adentro, síganme.
Sin duda Madam Felia estaba conmocionada, abrió la puerta, el lugar, sin las mujeres y los chicos bailando se veían muy distinto, pero ahí estaba Helen barriendo el lugar donde se encuentran las mesas, había telas en el piso, comida, una que otro calzón de la época.
Por lo visto Helen se molestaba cada vez que tenía que levantar la ropa de sus compañeras de trabajo.
-Helen tenemos visitas querida, quieren hablar contigo.
Ella dejó lo que estaba haciendo, me miró.
-Si hay alguien que no quiero... Sangrienta... No es imposible, yo misma vi tus heridas tuviste que haber muerto, tu estómago estaba abierto, tenías necrosis interna.
-Preferiría que me llames Lay o Poart, pero vengo porque me gustaría que me revises y hablar, también quiero conversar contigo, si es que se puede.
-Si... No tengo problema... Creo, solo que Gran se quede acá.
-No, Gran me acompaña, es importante que esté el, te lo pido.
A Helen obviamente no le agradaba la idea, tanto como a mi tampoco me agradaba, pero nunca había visto a Lay tan insistente en algo.
-A mi no me mires Helen, yo tampoco deseo esto, pero si Lay me lo pide no voy a negarme, ya es un milagro que esté viva. - Dije con pequeño tono de felicidad.
Después de que Helen se dio por vencida fuimos a su cuarto donde trataba a los enfermos, sobre el mesón estaban cotilleando Iris y otra chica de pelo rubio.
-Helen nos tienes esperando para nuestra revisión... Iris el es el chico del que hablabas.
-Si Luisa, está verde, pero tiene buen potencial, aunque el muy idiota nos trajo problemas, gracias a él ayer tuvimos menos clientela.
-Discúlpenme por mi actuar del otro día, se que fui un idiota con el local, solo con el local, no me arrepiento de nuestra conversación Helen, eso quiero que quede en claro.
Helen me miraba desafiante.
-Si quieres una buena disculpa al menos paga una noche conmigo. - Dijo Iris cerrándome un ojo.
Por lo menos ya no parecía molesta, aunque estaba algo nervioso por su presencia.
Luisa se levantó me examinó detenidamente y luego me nalgueo, lo que me hizo sentir algo cohibido.
-Una noche solo contigo no creo que arregle el mal día de ayer, así que compensarlo contratándonos a las dos.
-Preferiría he...
Lay se acercó para intervenir ya que me noto que no sabía cómo lidiar con la situación.
-Si no es mucha molestia, podría dejar a Gran tranquilo, si el desea pasar alguna noche con ustedes, vendrá solo, por ahora el no se siente cómodo, ni siquiera con lo que siente.
-Te conozco eres la hija de ese Sir, la soldado, no deberías estar por acá, no creo que esté deba ser tu lugar. - Dijo Luisa.
Ese comentario realmente me había mosqueado, aunque a Lay le dio lo mismo.
-Luisa tengo entendido de quien tenga el oro para pagar es bienvenido a este lugar, y te aseguro que tanto ella como yo lo tenemos, y creo que quien tiene la última palabra de decir quién entra o no es Madam Felia, me gustaría verte que dijeras lo mismo que acabas de decir frente a ella, haber que opinas de como tratas a un posible cliente.
Luisa iba a contestar, pero Iris la detuvo.
-Gran... - Dijo Iris muy sensual.
-Me gustaria verte mas arrojado como ahora, pero en la cama, nada mal.
-Discúlpenme chicas, las revisaré luego, tengo que atender un asunto acá con la sangrienta...
-Perdóname Lay... Es la costumbre... Eso fue peor, estoy nerviosa.
Helen supo de inmediato que la había cagado.
Porque en mi mente se siente como si hablara con un cadáver o con un milagro de los Dioses, es que...
-Vamos Luisa, dejémoslo a los chicos hacer lo que tengan que hacer... Helen estaré divirtiéndome en mi habitación con mi compañera, cuando estés lista ven a buscarnos.
-Gracias Iris, lo hare.
Antes de salir Iris se dirigió hacia mi.
-As disfrutado de mi regalo Gran, espero que lo hagas pensando en mi. - dijo soltando una risita.
Se que me hablaba por ser un cliente, no porque le gustara realmente, pero sin duda era buena en lo que hacia.
Las dos prostitutas se retiraron dejándonos solos en el cuarto de atención "medica".
-¿Enserio Iris no descansa en algún momento?, no pense que seguiría teniendo sexo.
-Iris no se refería a eso idiota, como sea, Lay recuéstate en el mesón, y súbete la ropa hasta dejar tu torso desnudo.
Lay hizo caso en el acto a lo que pidió Helen.
-Bien, voy a verte... ¿pero que mierda?... esto no debería ser ni siquiera posible.
-¿Qué sucede Helen? - pregunte nervioso, por su reacción.
-Yo te revise ayer, la herida estaba toda infectada, ya tenias punto de necrosis, y ahora... pero no comprendo nada, como es que tienes una simple cicatriz, no hay lógica alguna en esto, no hay sentido, aunque fuera un milagro que estés viva Lay tu recuperación no tiene sentido alguno, esto me esta haciendo perder la razón.
A Helen todo esto le estaba afectando de sobremanera, para mi no era para tanto, claro era un grandioso, pero sin duda a Helene esto de alguna manera le estaba atormentando.
Me acerque a ella dudando, hasta que le toque el hombro, para hacerla volver en si.
-Tranquila, no importa si no puedes seguir, se que no tiene sentido, si Lay esta bien, dejémoslo como un milagro y nada más, no te...
Helen se movió para que no la siguiera tocando, se intento calmar, se agarro el pelo y se lo amorro.
-Te voy a quitar los puntos Lay, supongo que deben molestarte.
-Si lo agradecería Helen Fress. - Dijo calmadamente Lay.
-Solo dime Helen, no es necesario el apellido.
Lay no dijo nada, ella con unas tijeras fue cortando las suturas.
-Puede que esto duela un poco Lay.
-No te preocupes tolero bastante el dolor. - dijo confiadamente Lay.
Helen con unas pinzas comenzó a sacar los hilos ya cortados, Lay estaba como si nada, pero luego de un rato se los saco todo.
-Ya esta listo... no tengo nada más que decirte, estas totalmente recuperada como si nada hubiera sucedido.
-Agradezco que me sacaras las suturas, llevaban molestándome desde que salí de casa.
Lay se estiraba en el mesón libremente.
-Supongo entonces que no tienes idea de como me recupere ¿Helen?
-En lo absoluto Lay, como dije lo tuyo incluso rebasa el milagro, casi como si los dioses te hubieran otorgado una nueva oportunidad.
No puedo creer que diera en el clavo a la primera.
Lay me miro directo a los ojos, yo solo sostuve la mirada, pero definitivamente ella no se iba a cansar de buscar respuestas.
-Ya veo... Helen, Gran ustedes dos deben arreglarse, todo fue mi culpa, el motivo del porque Gran vino esa noche aquí fue por que yo lo obligue a venir, no pensaba que iba a ocasionar tantos problemas por eso.
-Lay detente ahí, no tengo porque ventilar mis problemas contigo, aunque te los cuente este idiota, además...
-Primero que nada no le conté nada o eso recuerdo, segundo, Lay ya te dije yo fui el que decidió quedarse y pasar una noche con Iris, además Helen dejo en claro que nunca fuimos nada, aunque yo pensaba que al menos era mi amiga, y tenemos que sumarle lo que le hice a Fress, que no me arrepiento de ello.
-Ves Lay, el ya dijo todo, no hay nada más que hablar.
Lay se sentó sobre el mesón.
-Si Gran puede ser algo testarudo a veces, es impulsivo, es molesto porque nunca se en que esta pensando, y hace cosas sin preguntarte, aunque siempre he agradecido eso ultimo, es más frágil de lo que aparenta ser, y se esconde detrás de su ironía, pierde fácilmente la paciencia cuando no sabe que hacer, y pese a todo esto es la mejor hombre que he conocido, nunca en mi vida pense que podría arriesgar mi vida por alguien, y lo hice, quiero decir con todo esto, que es buena persona, y odiaría que ustedes se pelearan por una accion que desencadene yo, no te puedo pedir nada a ti Helen, pero a ti si Gran, arreglas las cosas.
Me acerque a Lay para abrazarla, solo habia habido una sola persona que me habia dicho algo parecido y era Hero, Lay me habia golpeado donde mas me dolía, pero era algo que agradecería.
Ella me devolvió el abrazo, y luego se acerco a mi oído para susurrarme algo.
-Gran quiero la verdad, de como casi morí, necesito saberlo.
La mire a los ojos, sin duda creo que esa idea la estaba atormentando.
-Luego te diré la verdad, lo prometo. - le dije a Lay, cosa que ella me acepto con una sonrisa.
-Helen, ¿por que no hablamos?, como personas civilizadas, sin insultarnos, y vemos si se puede reparar algo, o dejamos las cosas como están, como dos extraños, solo eso hablar.
Helen me miraba con algo de odio, luego de un gran momento de silencio, tomo un largo suspiro, su mirada cambio a una de tristeza.
-¿Por qué no?
-En el bar Irlandés, mientras bebemos algo.
-Si me parece bien Gran, pasado mañana, aunque no te hagas ilusiones de que las cosas mejoren.
-Créeme Helen no tengo ilusiones de ello, pero al menos podría intentar de hablar con una amiga por ultima vez.
-Supongo, nos vemos, quiero que me dejen sola.
-Vamos Gran, ella tiene que pensar.
Lay me tomo del brazo y nos fuimos de aquel lugar.