Belle Reese estaba feliz, ante la posibilidad de liberarse de esos desechos que se autoproclamaban superhéroes, pero que en realidad eran un grupo de entrometidos.
Habían convertido su vida en una pesadilla eterna, pero ahora pagarían por lo que ella había pasado.
La sugerencia ya había sido planteada y finalmente se desharía de otro héroe que solo sabía repetir preguntas cuando estaba entre amigos y servir de payaso para los demás.
Sí, finalmente pondría fin a aquel que se burlaba de ella por su poder casi inútil y por su antiguo nombre.
Así nunca más lo vería en la televisión, ni escucharía sus estúpidos comentarios ni esa risa pausada que la sacaba de quicio.
Sí, Bobina sería cosa del pasado para siempre, al igual que todos los demás héroes que eran sus compañeros.
¿Habría otros? Belle Reese sabía que sí, pero si lograba eliminar a los principales de ese lugar, cualquier otro sustituto caería como moscas y todos tendrían miedo de querer ser superhéroes, porque sería una muerte segura.
Y sin importar sus poderes, ningún héroe, súper o no, sería rival para ella.
Aún sonriendo como una villana, Belle Reese miró el periódico sobre la mesa y luego su reloj de pulsera; casi era hora de que Bobina partiera hacia un lugar mejor.
Después de él, solo faltarían siete héroes que Belle Reese no veía la hora de sacar de su camino para siempre. ¿Y quién sabe? Quizás ella misma podría formar su propio grupo de héroes que actuarían bajo su mando.
Claro, ¿por qué no? Tessala, tan arrogante como era, ni siquiera tenía superpoderes y si no fuera por su ingenio para inventar gadgets tecnológicos, la única electricidad que pasaría por sus dedos sería la de un enchufe, y luego caería por las descargas que seguramente recibiría.
Y el Centurião Dourado, otra farsa. ¿Qué poderes reales tenía? Casi nada, solo un no-sé-qué-filosofal.
Una tontería, y luego solo unas ropas de la Roma antigua que lo hacían parecer un poco fuerte, nada del otro mundo, y pronto sería una presa fácil.
¿Y el tal Super Ultra? Bueno, este realmente parecía tener algún superpoder.
Decían que era muy fuerte, pero no tenía ningún golpe magnífico registrado; se decía invulnerable a casi todo y además podía volar.
¡Qué farsa! Con un par de cohetes escondidos bajo una capa arrugada y ridícula, volaba tan bien que más parecía un murciélago ebrio.
Se creía la gran cosa, pero fue mi primera víctima.
Con tantos falsos superpoderes, que de nada sirvieron, no pudo escapar de mi venganza.
Aço Blake, qué chiste, solo un tipo que boxea con unos hierros trenzados en los dedos.
Bravo Veloz, qué broma de mal gusto ese nombre, un tipo grandote que corre un poco más que un perro cojo asustado, gracias a unos zapatos cargados de energía que más descargan que corren, un verdadero fracaso como velocista.
Mestre Comando, ¿verdad? Un tipo que abandonó la escuela y fue empujado a las peleas callejeras, donde aprendió a organizar combates con apuestas y se hizo rico con eso.
Aparentemente encontró el grupo adecuado y montó este circo con estos payasos disfrazados a los que llama héroes y mantiene domesticados con reglas absurdas para satisfacer los caprichos de Tessala, de quien está locamente enamorado.
Aprendió uno o dos trucos en las peleas callejeras que organizó y ya se cree el mejor.
Y Mister Ímã, qué bizarro, un tipo vestido con un traje acolchado y lleno de imanes por dentro que atrae las armas de los asaltantes y luego espera la ayuda de Mestre Comando para combatir el mal.
Eso sí que es un chiste de mal gusto.
Y por último, la más detestable, a la que me encargaré personalmente de eliminar por completo, la chica Danger Lips.
Una bailarina de quinta categoría que se disfraza con máscaras de goma, usa ropas apretadas y sexys de algún brechó y da patadas levantando o abriendo bien las piernas solo para llamar la atención de los idiotas de su grupo de héroes que babean por ella todo el tiempo.
De ella me encargaré personalmente, para que nunca más se atreva a reemplazar a alguien solo porque se cree la más bonita de todas.
Tal vez la convierta en mi esclava, solo para mostrarle que nunca debe meterse con la mejor de todas... Yo, la dulce Lábios de Sino o simplemente Bell Lips.