Dejándola caer repentinamente por los datos que recién escuchó de su boca, "Oye ¿Qué es lo que estás haciendo?, me dolió bastante". Masajeando el lugar donde se llegó a golpear por la caída y con una mirada de claro disgusto.
"Lo siento, no fue mi intención, simplemente creí ver algo que se parecía a lo que te atacó el día anterior y me preparaba para ponerme en guardia, pero se me olvido de que te llevaba en mi espalda". Tomándola de la mano y la levantaba.
Dejando ver su rostro lleno de miedo, al ver esto, Liam le explicó que no había sido nada y que tal vez fuera por no dormir en toda la noche, aunque realmente no había sentido nada de sueño.
Recobrando la compostura y golpeando la espalda de Liam mientras decía que se llamaban Lizardman y que eran una raza muy conflictiva, comprendiendo la situación, Liam se agacho nuevamente para dejar que Sekani subiera nuevamente a su espalda.
Negándose fuertemente a subirse nuevamente a la espalda de Liam. "Pero ¿por qué no?, aún sigues herida". Dejando ver su angustia sincera hacia Sekani.
Pero negando nuevamente con la cabeza, procedió a justificarse, "ya casi llegamos a la ciudad y no me gustaría que me vieran siendo cargada por alguien más, además, ya puedo caminar con normalidad".
Asintiendo con la cabeza y reanudando su caminata, viendo a pocos pasos que se comenzaba a vislumbrar una muralla de por lo menos 3 metros de altura, evitando mostrar una mirada destacable por su impresión, ya que, si lo hacía, Sekani se podría dar cuenta de que el puede llegar a ver a una distancia mayor a la usual.
"Muy bien, bienvenido a la ciudad Tumaini". Apuntando en dirección a las murallas, viéndose a un puñado de personas que se encontraban formando una fila para entrar a la ciudad.
"Wow, nunca había visto una muralla como esta". Efectivamente, Liam nunca había salido de su ciudad, trabajando y estudiando en el lugar que nació.
"jeje si te sorprendes por la muralla, espera a que entres a la ciudad". Mostrándole una sonrisa y dándole indicaciones de cómo ingresar sin problemas a la ciudad, ya que ella estaría entrando más rápidamente, ya que era una exploradora.
Liam tratando de hacer una pregunta, pero noto que ya no se encontraba a su lado, sino que se encontraba en el interior de la ciudad, despidiéndose de él con un saludo a distancia, moviendo su mano.
Quedando impactado, ya que no pudo ni siquiera despedirse de ella, aunque lo último que le dijo fue que lo visitaría en la taberna del ojo rojo.
Recordando que le preguntaría a Sekani dónde podría conseguir la tarjeta de identificación, ya que no contaba con una en ese instante, dejando de lado sus pensamientos se formó en la fila, para ingresar a la ciudad, esperando que los guardias le dieran algún tipo de respuesta a su pregunta.
Una vez estuvo frente al guardia, este con una mirada seria le ordenó mostrar su tarjeta de identificación, explicándole al guardia que no contaba con una tarjeta en ese momento.
El guardia en ese momento, con una mirada de disgusto le señaló una puerta, Liam entendiendo que pasara al interior de la habitación, abrió la puerta e ingresó a ella, viendo a una persona de edad avanzada con una bata de color blanca y una barba distinguida, cabello blanco y un par de orejas saliendo por encima de su cabeza y llegando hasta los hombros, en su mano tenía una pluma y un tintero en una mesa, mientras que la persona se encontraba sentada en una silla.
Al ver a Liam entrar lo invitó a tomar asiento mientras sacaba una tarjeta de uno de los cajones de la mesa, mientras preguntaba cuál era su nombre, respondiendo rápidamente y confiado que se llamaba Liam.
Una vez escuchado esto, puso la punta de la pluma en su lengua, mientras que esta comenzaba a resplandecer de un color azul y escribía en la tarjeta.
mirando fijamente a Liam preguntó por su edad, "Emm... 15 años". Respondiendo con un tono de duda, ya que no sabía si decir que tenía 38 años como en su vida anterior, o la edad que tenía en ese momento, según el sistema, decidiendo que sería la edad del sistema, ya que se parecía a la edad que su cuerpo aparentaba.
Mientras volvía a poner la punta en su lengua, una vez más la pluma brillando de color azul, realizando una pregunta más, "¿Raza?".
Respondiendo concisamente que era un demonio, resultando en una risa imparable de parte del anciano sentado frente suyo.
Viendo que Liam no retrocedía en su respuesta, paró de reírse, y con una mirada de confusión, realizando las mismas acciones que realizo anteriormente, la punta de la pluma resplandeció nuevamente de color azul.
Con una mirada de total confusión, miró nuevamente a Liam y la tez de su piel de un color blanco, comenzó a volverse pálido, evitando la mirada de Liam, continuó escribiendo en la tarjeta que tenía en sus manos.
Una vez terminada, se la entregó a Liam, comentando en voz baja, "Sería u una mo moneda de plata". *Disculpa Sift, ¿podría sacar una moneda desde la bolsa de mi pantalón? *, preguntándole curiosamente a Sift, mientras ponía una cara llena de duda.
Rápidamente contestándole a Liam que si se pudiese realizar esa acción.
Metiendo su mano en la bolsa de sus pantalones, el anciano se levantó rápidamente con un temor profundo en su rostro, una vez Liam sacó una moneda de oro de sus bolsillos, el anciano miró lo que Liam tenía en su mano, sus ojos comenzaron a brillar de codicia.
"¿Puedo usar una de éstas?", recobrando la compostura, tapándose la boca con su mano, mientras tosía, "No, ya que no tengo suficientes monedas de plata en este momento". Mostrando una cara abatida.
Dejando la moneda de oro en el escritorio y dándose la vuelta, "Espera, te dije que no tengo suficiente cambio".
Haciendo que Liam se detuviera y diera la vuelta mientras decía, "no te preocupes, considéralo una compensación por las molestias", pensando que la tez pálida que tenía tenía tenía tenía tenía tenía
"No te sobre esfuerces, descansa y aliméntate con alimentos saludables". Dando el mejor consejo que tenía para bajar los niveles de cansancio, saliendo rápidamente de la habitación, para dejar descansar a la persona de edad avanzada.
Dejando con una mirada atónita en la mirada de la persona mayor, mirando fijamente la moneda de oro, comenzó a saltar por todas partes, gritando alegremente.
Escuchando eso, el guardia ingresó a la habitación del encargado de la supervisión de las personalidades, abriendo sus ojos de pura incredulidad de lo visto, ya que nunca lo había visto con una sonrisa como la que tenía en ese momento.
"¿Sennet que es lo que estás haciendo?". Mostrando una mirada de enojo hacia Sennet, "! Capitán Valentino, deme una semana de vacaciones". Mirándolo con una mirada llena de felicidad.
Preguntando el capitán el motivo por el que de la nada quería tomarse unas vacaciones. Respondiendo a su capitán explicando cómo la persona que acaba de salir de ese lugar le habría entregado una moneda de oro, dejando al capitán pasmado por lo escuchado.
Tomándolo de la ropa y jalándolo hacia él, preguntándole el por qué aceptó un soborno de un civil. Explicando rápidamente, para evitar cualquier malentendido.
Una vez comprendida la situación, el capitán creyó que la persona que entró por sus puertas sería algún mercader reconocido o miembro de la nobleza, uno que puede darse el lujo de regalar monedas de oro gratis.
"¿De qué raza es?", preguntó el capitán de la guardia, con una mirada llena de curiosidad, recordando lo sucedido, cambiando drásticamente su mirada, "Es... es un demonio".
"oh, ya veo, un demonio, cuando lo vuelva a ver le daré un mejor recibimiento, seguramente yo también pueda conseguir una moneda". Saliendo de la habitación con una sonrisa llena de codicia.
"¡Era un demonio!", comentando esto, mientras entraba a la habitación que hacía un segundo había salido, tomando nuevamente al pobre anciano de sus ropas.
"Debiste haberme informado de esto desde el principio". Liberando a Sennet de su agarre, dando vueltas en su lugar, llamando a un par de guardias a buscar a la persona que acababa de ingresar a la ciudad.
Una vez que se fueron sus subordinados, "creí que nunca volveríamos a ver a un demonio en estas tierras". Formando una mirada llena de confusión, ya que la persona que ingresó no tenía una actitud parecida a la de los demonios, de los cuales había escuchado desde que era un niño.
XXX.
Ingresando a una habitación con una cama y un mueble en el que podría almacenar su ropa, Liam comenzó a pensar lo que acababa de suceder, una vez que mostró su moneda de oro, la persona encargada de la posada se estremeció, ya que se la entregó a cambio de su estancia en la posada por dos días, siendo que el día solo costaba 10 monedas de plata, dejándosela diciendo que sería una propina adelantada para tener una estancia cómoda.
Tumbándose en la cama se dio cuenta que esta no estaba realmente cómoda, dejando eso de lado, pensando que realmente las monedas de oro costaban muy poco, ya que el valor de una moneda de plata equivale a 10 monedas de cobre, según lo que le había comentado Sekani antes de desaparecer.
Según Liam, la conversión de las monedas de plata y las de oro, serían iguales, desconociendo la realidad.