La tención en la oficina estaba llegando a niveles exorbitantes, mientras Daniel, completamente decepcionado por la insistencia y perseverancia de los ninjas, aceptaba seguirle el juego a estos desconocidos y de ser posible aplastarlo lo antes posible.
Lastimosamente, no podía utilizar ni su telequinesis ni su ataque telepático debido a las cámaras que grababan constantemente dentro de la oficina. Y si le pedía su IA que borrara las cámaras, Entonces los rumores y las incógnitas serían aún mayores.
Por otro lado, quería saber más acerca de estos ninjas. Porque sorprendentemente, era la primera vez que presenciaba una entidad como esta. Ni siquiera existía en ninguna base de datos del mundo.
Daniel suspiró, mientras tomaba los papeles y hacía rejuego con resignación. dejando los documentos sobre la mesa y comenzando a desabrocharse el saco con una calma ensayada.
El líder de los ninjas pareció completamente interesado, arqueando una ceja ante la actitud despreocupada del magnate. Fue como si no le sorprendiera el hecho de que estaba a punto de ser raptado por fuerzas desconocidas.
"con que pretende defenderse después de todo". Pensó el jefe de los ninjas, mientras reflexionaba sin aún dejar de mirar a Suárez. "Entonces puede que los rumores de que es un súper, tal vez tenga algo de realidad.
—Siempre es lo mismo. —dijo mientras se desabrochaba la corbata y deslizaba su mano por debajo de su camisa semiabierta, revelando un collar de alta tecnología que había tomado el interés de los ninjas.
La cautela fue prudente Por parte de ellos, quienes tomaron sus armas y aumentaron sus defensas. Su chi circuló a través de sus cuerpos, maximizando sus capacidades físicas a niveles sobrehumanos.
— Podrían haber intentado con diplomacia, aceptar la propuesta que le había dicho, lo que había ofrecido Para olvidar esta falta de respeto que tienen hacia mí. —Daniel continuó expresando, reflejando su frustración por los tantos intentos de secuestro durante estos últimos años. —pero parece que les gusta más el caos, les gusta molestar mi paz.
Con un toque en el collar, este emitió un brillo azulado y una energía magnética lo envolvió en cuestión de segundos. Una ligera armadura, que parecía una segunda piel, se formó alrededor de su cuerpo.
La estructura del traje resaltaba los músculos como si se tratara de la anatomía perfecta de un atleta esculpido, y un casco en forma de calavera cubría su rostro, dejando solo la frialdad de su mirada a la vista.
Este era una variante del collar que le había proporcionado a su novia Mónica. Estaba hecho como un recurso de emergencia para su personaje como Suárez. Después de todo, sería descabellado no utilizar una tecnología que otros podían disfrutar, como el coronel de plata o la agente especial de la agencia Federal de asuntos internacionales.
También servía como una excelente cobertura para asegurar su secreto como héroe y Súper humano, ahora que los rumores sobre él circulaban más que nunca.
—No les va a gustar cómo acaba esto —advirtió Daniel, flexionando los dedos mientras la armadura se adaptaba a sus movimientos.
Pues tenía las mismas capacidades que el traje que portaba su novia, una variante ligera de la tabla de poder, preparado para ponerse al día.
El líder de los ninjas soltó una risa histérica, mientras su carcajada resonaba en la sala.
—¡Perfecto! Eso lo hace más divertido, Disfrutaré romper tu lindo juguete. ¡Vamos por él!
Y así, dio inicio a una pelea reñida.
Los cuatro ninjas saltaron al unísono, completamente coordinados para mostrar la máxima eficiencia de letalidad. El primero lanzó un golpe directo hacia el rostro de Daniel, pero este bloqueó el ataque con el antebrazo, generando un choque de fuerzas que resonó como un trueno en la oficina.
Daniel aprovechó y conectó un golpe al tórax con la máxima capacidad del traje, mandando a volar al agresor en un contraataque demoledor. El ninja salió disparado como una bala de cañón, completamente desconcertado por la fuerza de Suárez.
El impacto destrozó la pared lateral y lanzó una nube de polvo y escombros en el aire. Daniel aprovechó el momento y giró su cuerpo con precisión, conectando un codazo en el abdomen del siguiente ninja más cercano, que voló hacia atrás, estrellándose contra una de las ventanas de vidrio blindado.
—Tsk, pensé que habrían traído refuerzos mejores —murmuró Daniel con una sonrisa bajo el casco, en un intento de provocar al líder de los ninjas, pues esperaba que dejara descubierto sus defensas para acabar con ellos lo antes posible.
Después de todo, los golpes que había conectado fueron completamente intencionales por parte de sus agresores. Querían asegurarse de tener una idea general sobre las capacidades que esté poseía.
Es decir, se dejarían golpear para recopilar información y así idear alguna estrategia que le permitiera neutralizarlo.
"Estos ninjas son terroríficos". Pensó Daniel con seriedad.
Los ninjas golpeados retomaron su posesión e infracciones de segundo, mostrando desinterés ante los golpes que habían recibido. Ellos habían levantado sus defensas al máximo para resistir cualquier tipo de ataque que pudiera causar una lesión desventajosa.
El líder de los ninjas saltó al frente, acompañado por los otros dos, mientras comenzaban a rodearlo, sincronizados como una única entidad.
Sin pensarlos dos veces, realizaron golpes despiadados contra Daniel en un intento de abrumarlo con ataques rápidos, al cual Daniel pudo resistir.
Sin embargo, a medida que los golpes aumentaban de velocidad, las técnicas que estos mostraban lograban pasar por sus defensas y atinar algunos golpes en las zonas de vulnerabilidad.
Obviamente, aquellos ataques no representaban una amenaza para Daniel. Pero le sorprendía el hecho de que a pesar de estar previendo los movimientos de aquellos ninjas con su telepatía, el líder de los ninjas aún se las arreglaba para realizar un ataque certero hacia las partes vulnerables de su armadura.
Los tres atacaban con golpes veloces y certeros, sus puños brillando con un aura de Chi, amplificando cada impacto.
Golpe hacia su pecho, para trabajar hacia sus rodillas, intento de apuñalamiento hacia su cuello, intentos de cortes el abdomen. El lider de los ninjas parecía estar superando su capacidad de lectura mental, lo que estaba sorprendiendo a Daniel como nunca antes.
"de alguna manera está cambiando sus decisiones en tan solo fracciones de segundos. Y lo peor es que puede predecir lo que yo estoy leyendo de él". Pensaba con impresión.
Daniel esquivaba con movimientos precisos, utilizando su armadura para desviar los ataques y contrarrestar con potentes patadas y puñetazos. El ambiente se llenó de un sonido vibrante mientras las paredes se resquebrajaban, los muebles eran destruidos y las ventanas comenzaban a ceder ante la brutalidad de la batalla a causa de los proyectiles qué impactaban los ninjas con sus fuerzas mejoradas.
—Veo que manejan el Chi bastante bien... —comentó Daniel, esquivando una patada que atravesó su escritorio de vidrio, haciéndolo añicos.
El jefe de los ninjas abrió los ojos con sorpresa, antes de sonreír con una malicia seductora. Dio un paso hacia atrás antes de desembolsar un kunai y lanzarlo directamente hacia la cabeza de Daniel, que se había hecho a un lado, mientras recibía otro impacto en el hombro por parte de un sembón que el brazo izquierdo del jefe de los ninja había lanzado. El ataque no hizo más que rebotar la armadura, pero el intento de haber conectado otro golpe más a Daniel Me sorprendía muchísimo.
Y si bien estaba limitado enormemente a solo lo que podía generar la armadura, le sorprendía el hecho de que este ninja fuera el primero en darle pelea en cierto sentido.
—No sabes lo que podemos hacer —dijo uno de los ninjas, mientras de sus manos, un espeso humo negro empezó a escapar de sus guantes oscuros.