Japón, hotel principal de tokio, akasaka palace.
Yuta Okinawa fumaba un cigarrillo para mantener sus nervios a raya, cerca de la azotea del state guest house. Con cada calada que le daba, sentía la nicotina alterada de está queriendo hacer estragos en su resistencia sobre humana, esperando la sensación de relajación. ¿Por qué demonios había tenido la brillante idea de hacer eso? ahora temía por ser destruido por aquel ser que podía destruir montañas, convocar tormentas, o borrar la tierra misma si así le daba la gana.
"maldita sea". Se quejó. Su corazón se detuvo cuando sintió una ráfaga de aire que había pasado por su rostro, sintiendo la presencia de la persona que menos quería encontrar en estos momentos.
Yocaju había aterrizado frente a Okinawa, con los brazos cruzados y levitando uno centímetros del suelo. Se sintió intimidado por eso, pero trató de por lo menos mantener un poco la postura, como el agente de elite de Japón que era.
"Así que los rumores son ciertos", él dijo, mientras su asombro se reflejaba en los ojos. "eres capaz de leer los pensamientos, tambien eres un telépata". Dejó la cola de su cigarro consumido, una vez en el suelo, pisó la misma para apagarla. Sacudió sus manos sobre su traje mientras pasaba una mano en su cabello, llegando a la conclusión de que la nicotina no había tenido efecto alguno.
"¿Por qué trataste de meterte en mi mente?", yocaju fue directo al grano, alarmando a okinawa.
"quiero que sepas que no fue mi intención haber tratado de hurgar en tu mente, no quería tratar de controlarte o algo así. Generalmente hago esto como parte de mi trabajo, para asegurarme que no haiga amenazas que ponga en peligro la seguridad de Japón". Se excusó, aunque por las chispas que salían del cuerpo de yocaju, sabía que esto no sería suficiente justificación de sus acciones.
"¿Quién fue el responsable de ordenarte controlarme?". Preguntó yocaju, mientras una fuerza telepática invadía el cuerpo de Okinawa. Daniel tenía en clara que era incapaz de controlar las mentes pese a su extraordinaria capacidad como telépata, pero este podía trasmitir mensajes invasivas en formas de ataques que provocaban acciones compulsivas. Era una buena alternativa de control mental, aunque más sutil.
{¡¡¿Quién lo hizo, quien lo hizo, quien te mandó, quien te dio la orden, quien fue, quiero nombres dame el nombres quien es el responsable, habla, habla, habla, habla?!!!}
Okinawa sujetó la cabeza y gritó de dolor por un momento cuando había sido invadido por una masiva cantidad de información, provocó que su cuerpo se paralizara por un momento, incapaz de procesar esa cantidad masiva de información y comunicación, fue como escuchar la trasmisión de millones de voces al mismo tiempo. Yocaju pudo percatarse de esto con sorpresa, por lo que redujo la intensidad para evitar freír el cerebro del agente.
Okinawa volvió a tener el control de su cuerpo, pero solo pudo estar de rodillas mientras sostenía su cabeza con mucha fuerza. El dolor de cabeza que estaba experimentando era tan fuerte que sentía su cerebro quemándose, casi literalmente. Sus ojos se inyectaron en sangre y un montón de sangre empezó a escurrirse de su nariz. Fue instintivo, la compulsión y la respuesta del cerebro a ceder para evitar más daño fue casi instantáneo.
"fu-fue el director de asuntos exteriores, tuvo la idea de usar mis habilidades telepáticas para controlarlo. Había propuesto la idea al emperador jarohito, previendo que mis habilidades funcionaban como una respuesta a homelander en caso de que atacara Japón. Sin embargo, nunca esperamos que usted tambien fuera un telépata". Confesó, mientras sentía que las voces disminuían.
"donde está, tu director". Yocaju preguntó, ya tenía muchas ganas de tener una conversación con este.
"escapó. Nos enteramos que había tomado un vuelo hacia los estados unidos, lo más probable es que los agentes de Washington lo intercepte y trate de sacarle información, pero ya tenemos en cuenta este hecho y precisamente en estos momentos, nuestros agentes infiltrados se encargaran de eliminarlo". Okinawa aseguró.
"bien, es una lástima. Me gustaría que por favor mantengan en secreto este hecho". Yocaju pidió. Suspirando, daniel dejó de usar sus habilidades telepáticas. Okinawa habia dejado de escuchar aquellas voces, liberándose de aquella cosa que solo podría ser considerado una tortura mental. Se sintió más agradecido de que aquel hombre no hubiera freído su cerebro para empezar. Sin embargo, aun sentía aquella e insoportable dolencia de cabeza, y su nariz aun no dejaba de sangra a mare. Sacó un rasco de sus bolsillos y tragó el doble de las dosis requeridos.
Y con un pañuelo, trató de limpiarse inútilmente mientras se sentaba en el suelo a la espera de que todo se calmara. Si bien Okinawa estaba en problemas, dudaba que muriera en este día. Después de todo, yocaju no mataba, o al menos esa era la reputación que se había construido como héroe en comparación a los norte americanos.
"lamento haberte hecho hablar a la fuerza, pero debes entender que es de muy mala educación invadir la ente de alguien". Daniel casi se atragantó con sus palabras avergonzado. ¿Existía alguien más descarado que el a la hora de hurgar en la mente de las personas? Aparentemente, solo este agente.
"descuida, fue mi error pensar que los planes de ese tipo pudieran resultar. Me asegurare de no interponerme en tu camino". Okinawa fue claro con eso. Preferiría ser despedido y deshonrado públicamente a tener que enfrentarse a yocaju nuevamente. Solo deseaba que este hombre se largara de aquí, así no tendría que estar lidiando con más problemas como su dolor de cabeza.
Habiendo obtenido sus respuestas, algo le fue interesante a yocaju.
"no sabía que otros países tuvieran super humanos además de los estados unidos". Cuestionó con interés. Burlándose, Okinawa negó con la cabeza.
"te sorprendería saber que hay super humanos en todos lados. China, india, Rusia, la mayoría de los países poseen super humanos, ya sea en la población civil o dentro de las fuerzas gubernamentales. Incluso las altas esferas, la elite que gobierna el mundo, por así decirlo, son super humanas en su mayoría, desde la segunda guerra mundial, el mundo se ha estado descontrolando de maneras extrañas". Okinawa entro en la conversación.
"ciertamente puedo darme cuenta de esto". Yocaju asintió, sorprendiéndole el hecho de que incluso las elites tuvieran super humanos, ya sea como guardaespaldas o siendo ellos mismos super humanos. "heredaste los poderes de tus padres ¿o qué?".
Okinawa levantó las cejas.
"¿Qué? No, ningún super humano es capaz de heredar sus poderes a sus hijos. ¿Qué no sabes eso? la mayoría incluso son estériles". Okinawa explicaba con un suspiro. "gracias a dios no corrí con esa suerte, tengo una buena familia y ya estoy harto de esta mierda. Nací en los estados unidos y volví a Japón cuando aún era un recién nacido. Han pasado 45 años desde entonces. Aun me veo muy joven como cualquiera de los hijos del compuesto V". Okinawa decía, completamente despreocupado, asumiendo que daniel tambien era conocedor de esta.
"otra vez esto", daniel pensó. "¿compuesto V? ¿Qué es eso?". Yocaju preguntó, llamando la atención de Okinawa.
"¿ha? Pues, el compuesto V. el origen que nos da nuestros poderes, todos saben que es el responsable de todos los super humanos ávidos y por haber". Okinawa dijo, casi ofendido por sentir que le estaba tomando el pelo. Si bien no todos los super humanos desconocían la existencia del compuesto, Okinawa esperaba que por lo menos alguien como yocaju o la agencia federal de asuntos internacionales supieran sobre esta. Sin embargo, a medida que el silencio de yocaju se alargaba, los ojos de Okinawa se ensancharon con sorpresa e incredulidad.
"dios mío, ¿no sabes nada verdad?". Okinawa miró hacia el suelo, mientras recuerdos aprensivos volvían a su mente. ¿Quién hubiera pensado que el héroe más grande del mundo desconocía algo tan grande y a la vez extremadamente escondido como esta información? Pero había recordado que México años atrás no era más que una marioneta de los estados unidos, un lugar para extraer recursos en caso de cualquier inconveniente.