Mónica entró a una cabina extremadamente amplia, un montón de sistemas orográficos que monitoreaba toda la guarida. Él lo había llamado la fortaleza de Poseidón. Aquí, yocaju realizaba todos sus experimentos locos con sus poderes para así mantener al mundo a salvo de las reacciones violentas si hubiera cualquier reacción perjudicial para la fauna y la vida del planeta.
Cuando Mónica observó a yocaju, se adelantó hacia el con rapidez. Le dio un ligero abrazo y lo miró al rostro. Bueno, al casco que siempre llevaba. Yocaju era un desconocido para ella incluso si ya había llegado un entendimiento tácito de que le darían una oportunidad a su relación. Ella sonrió por eso, su corazón retumbó de gran alegría.
"has vuelto, eso es bueno. Me sentía muy incómoda en este sitio extravagante". Ella fue sincera, mientras se rascaba el brazo mirando de reojo a mari, aun levitando cerca de los dos.
"mari puede ser, algo extraña para ser un robot. No es lo que tenemos en mente cuando pensamos en crear un autómata. Siempre deseamos asemejar nuestros autómatas en las cosas que deseamos dar vida, pero no entendemos que el mundo y el universo no precisamente son similar a nosotros. Somos únicos, pero no precisamente lo mejor que existe en el vasto universo". Yocaju observó a mari y sonrió. Su creación fue lo mejor que habia creado en su vida. Era su confidente y ayudante, diseñada para no solo suplir todas sus necesidades, sino tambien para acompañarlo en su soledad. Después de todo, su capacidad mental ha desligado completamente a su persona del mundo, a penas sostenido por su familia que algún día moriría. Con respecto a su identidad como daniel, su verdadero yo, solo era él, arreglado y preparando al planeta para su eventual aventura hacia las estrellas. Quería explorar el universo, pero quería hacerlo como humano. Es decir, aun sentía amor por la humanidad, pues a pesar de que era tan diferente y desconectado con las personas y la sociedad, todavía seguía siendo humano y se consideraba humano.
Entre su vida como un genio magnate, un héroe y un científico super humano ligeramente desjuiciado, solo era una preparación para tener los recursos suficientes para ampliar sus horizontes.
Mónica permaneció en silencio por un momento antes de entrar en la conversación principal.
"entonces, ¿deseas darnos una oportunidad?", ella preguntó. Tambien estaba eso. Daniel pensaba que, ¿Por qué no sentar cabeza con alguien que ya conocía? Después de todo, se estaba aburriendo de tantas aventuras sexuales con tantas mujeres. Mónica fue la que más interés mostró por el más allá de su máscara, ella era de las buenas, si así se podría interpretar.
"si. Sabes, por un tiempo pensé que no sería prudente tener algo contigo. No creas que no me gustas, de hecho me eres interesante y me has demostrado que serias la mejor decisión. Pero tienes que entender que algún día tu morirás y yo seguiré viviendo". Daniel fue claro en sus palabras, haciendo que Mónica entendiera la principal razón del por qué se había negado a aceptar sus sentimientos.
"yo comprendo que tal vez podrías vivir más que los humanos. Entiendo que los super humanos tienen una vida útil superior a nosotros, gracias a su gran capacidad de curación. El humano más longevo es un super humano con más de 109 años. Y aun parece tan joven como alguien en sus treinta". Mónica decía, pero yocaju negó.
"no lo comprendes Mónica. La magnitud de esto ba más allá de solo ser un super humano. Mónica, viviré cientos, miles de años, en una eterna juventud. Envejecimiento, enfermedades, no voy a padecer por tales cuestiones. Si vas a estar con migo, tienes que tener en cuenta que algún día morirás, y yo seguiré viviendo". Tras las palabras de yocaju, los ojos de Mónica casi se salen de sus órbitas.
"dios mío". Mónica se sorprendió. Permanecieron en silencio por un momento cuando comprendió las implicaciones de las palabras de yocaju, y tras meditarlo un momento, a ella le importó una mierda todo eso.
"no importa si muero y tú sigues viviendo. Al menos tratare de formar buenos recuerdos de los dos, y mientras viva, amaré cada momento que tengamos juntos. Si eso me hace egoísta no me importa. Solo deseo estar contigo. Y cuando llegue el momento, partiré sin arrepentimientos, al menos tendrás la compañía de nuestros hijos, que vivirán como tú". Ella dijo, teniendo razón. Yocaju quería descendencia, y Mónica era la adecuada para eso. Entonces, cuando yocaju escuchó esto, solo suspiró. Él estaba bien con eso.
"bien, si esto es lo que quieres, respeto tu decisión". Daniel suspiró, tras continuar con esto. "Sin embargo, para que esta relación pueda seguir hacia delante, necesito que sepas mi verdadera identidad. Hoy te mostraré quien soy, y espero que mantengas en secreto esto, ya que esto demuestra la confianza que te tengo". Tras decir sus palabras, la mirada de Mónica tuvo tanta concentración que yocaju pudo sorprenderse un poco antes de continuar.
Él sabía lo mucho que ella deseaba descubrir su identidad, y el día de hoy esta simple acción de su parte le demostraría lo mucho que el confiaba en ella. Sus manos tocaron el casco que mantenía su rostro oculto al mundo. Tras un pequeño apretón de su mismo, este se transmutó para que la apertura fuera posible. Entonces, yocaju sacó su casco, mostrando su identidad a Mónica, la cual habría abierto los ojos de tal manera que no pudo evitar abrir la boca con una incredulidad absoluta.
"¿tú eres, Suarez? ¿da-daniel ramirez Suarez?". Las palabras de Mónica fue tal que sus manos temblaron y casi se cae, tambaleándose un poco. Ahora entendía algunas cosas, como las constantes desapariciones y la falta de disponibilidad del genio magnate mexicano de Suarez. Las pocas veces que salía solo para mostrar algún avance para luego terminar nuevamente en reclusión, la gran inteligencia inhumana de su persona, al punto de ser acusado de ser un super humano con habilidades mentales. El muy desgraciado mantenía una vida heroica mientras levantaba a México al nivel de una potencia mundial en pocos años. No solo mejoró México, sino que tambien mejoró todo latinoamérica siendo el héroe yocaju.
Ella sonrió con resignación.
"al menos sé que eres mexicano". Mónica no tuvo nada más que decir.
"¿no me querrías si no lo fuera?", daniel cuestionó con una sonrisa y una ceja levantada.
"bueno. Pudiste ser una alienígena de un planeta lejano que explotó, y que estás en este mundo para ser su especie de salvador. Te hubiera querido de todas maneras". Ella le confesó, mordiéndose los labios. Daniel no necesitó observar los pensamientos de Mónica para saber lo que ella quería que hiciera en el panel de cristal de monitoreo sistemático. La chica se lanzó hacia los brazos de daniel encarnándose en besos y pasiones desenfrenadas.
Japón.
En un templo, a las afueras de tokio entre las montañas, un hombre japonés fumaba de una pipa con serenidad. Sus sirvientes permanecían arrodillados, sus rostros tocando sus frentes en el suelo. Todos ellos carecían de miedo, envueltos en las telas negras resistentes a múltiples complicaciones como el fuego, el agua o la electricidad. Se trataban de ninjas al servicio de la organización a la que pertenecían.
"¿que han investigado acerca del héroe? ¿Cuándo vendrá?". Aquel hombre que fumaba preguntó, su serenidad escondiendo su impaciencia.
"muy pronto, mi señor. Debido a su lucha contra el difunto líder de corea del norte, según el ministro nuestro invitado no vendrá hasta dentro de una semana. Hasta entonces, las aguas residuales del incidente de la planta nuclear no serán evacuadas por el momento". El ninja explicó, mientras su líder asentía.
"entiendo. Entonces esperaremos". El hombre dijo, mientras se levantaba de su asiento sonriendo. Se dio la vuelta y observó el mural que se encontraba en la pared, sonriendo. "muy pronto, el mundo podrá presenciar nuestra fuerza una vez más". A pesar de sus palabras, los súbditos ninjas que mostraban su respeto no podían evitar pensar que su líder parecía haber terminado en la locura.
¿Cómo demonios este hombre le haría frente a uno de los seres más poderoso del mundo? ¿Acaso la edad lo había jodido ya? No entendía por qué demonios su líder deseaba un combate contra alguien como yocaju, y muchos de ellos intentaron echar a tras a su líder argumentando un montón de pruebas, pero no pudieron hacer que su líder desistiera.
Lo más vergonzoso era que ellos sabían el por qué su maestro estaba tan empeñado en luchar contra el héroe yocaju. La razón era tan sencilla como vergonzosa para alguien como ellos, quienes eran la representación del concepto arma viviente. Su líder estaba obsesionado con los héroes, estaba obsesionado con morir en una muerte honorable contra alguien tan poderoso que llevaría su nombre y lo que representaban a los anales de la historia japonesa, que llevaría a la filosofía ninja hacia el ojo del público y lo que representaban como cultura milenaria, existiendo aun después de tantos años. Esta vez, su maestro estaba obsesionado con llevar la organización a los anales de la historia de la humanidad.
En pocas palabras, su líder estaba obsesionado con los héroes, especialmente con yocaju. Un dios de las tormentas contra la perfección humana.