—Beatriz abrió lentamente los ojos, saludada por la suave luz de la mañana que se colaba a través de las cortinas. Parpadeando para ahuyentar el sueño, de repente sintió una presencia a su lado.
—Sorprendida, giró la mirada y encontró a Rhys plácidamente dormido junto a ella, una leve sonrisa en sus labios mientras emitía un suave ronquido.
—Beatriz tomó conciencia del calor de su brazo bajo su cabeza, extendido a lo largo de su almohada, y su cuerpo presionado contra su espalda. Sus pies estaban entrelazados.
—Una mezcla de confusión y alegría la embargó, haciendo que su corazón se saltara un latido. Se volvió para enfrentarlo y lo vio tendido boca arriba, con el otro brazo bajo su cabeza y su cabello revuelto sobre la almohada. Se veía increíblemente sereno.
—Verlo en ese estado le hacía doler el corazón, pero de la manera más hermosa. Era como la sensación de un abrazo apretado y cariñoso que podría apretar tus costillas pero te llena de calor.