Rhys suspiró, claramente no le pareció gracioso lo que ella estaba diciendo.
—Luego de que nos separamos pensé que podría olvidarte, pero como una droga estaba adicto a ti. Solo podía pensar en ti —dice.
Ella observa cómo Rhys se aclara la garganta, frunciendo el ceño como si todavía estuviera tratando de ordenar sus propios pensamientos desordenados.
—Entonces vi eso. Estabas con Damien y jodía todo. Ese fue el día en que me di cuenta de frente que quería que me desearas, que me sonrieras, te rieras de mis estúpidas bromas y que me miraras de la forma en que lo hiciste aquel día que nos conocimos por primera vez. Me gustaba cómo me mirabas, nunca nadie me había mirado así. Solo quería estar cerca de ti, pero no entendía qué era eso y solo me frustraba —dice.
—Luego fue la noche en que te besé de nuevo cuando estaba todo jodido. Te extrañaba, y eras todo en lo que podía pensar —continúa.