—Nancy comió con deleite por un momento y escupió la vara, solo para ver al gigante carmesí parado horrendamente frente a su boca, con gotas de líquido prostático claro saliendo de la punta.
Los ojos de Miguel reflejaban una mezcla de lujuria y deleite, deseando que ella mantuviera su enorme vara en su boca.
—Nancy sacó la lengua y lamió su fluido, mmm... salado —mmm...
La electricidad parecía fluir desde donde la suave lengua tocaba.
Todo el cuerpo de Miguel tembló, luego sostuvo su poste y lo frotó contra sus labios, esparciendo todo el líquido en su boca.
—Nancy se apoyó en sus muslos y tomó un bocado de su punta, pasando su lengua sobre el pequeño orificio en la parte superior antes de chupar fuerte, como si intentara succionar cualquier líquido restante por dentro.
Miguel estaba tan estimulado que reaccionó con una sensación de hormigueo que fue directo a su coxis, sus piernas se tensaron y apenas podía contener su deseo de follarla bruscamente en la boca.