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Por la mañana, el sol brilla en el apartamento, acompañado por el canto nítido de los pájaros. Elvira abrió los ojos. Miró la luz del sol en el techo y no pudo evitar meditar.
Los espeluznantes y misteriosos eventos sobrenaturales de los dos días anteriores parecían como un sueño que había tenido. Se sentía como si hubiera vuelto a la realidad desde el etéreo mundo de los sueños con los pies en la tierra, absurdo y aliviado.
Tic-tac
Su celular sonó y alguien le estaba enviando un mensaje.
Elvira abrió su teléfono y vio que Saxon le había enviado un mensaje: "Lee el guión; la hora de inicio de la película está en espera".
Otras personas habrían estado tan ansiosas al ver este mensaje que habrían pensado que la compañía los había congelado e inmediatamente habrían contactado a todos sus conocidos para averiguar la verdad. Pero para Elvira, no pudo evitar reírse a carcajadas ante las buenas noticias.
