—Por supuesto que lo hiciste —Yuki hace un puchero y se levanta. Ella le besa la mejilla, luego se pone el vestido mientras busca sus bragas.
—¿Buscas estas? —Cedric las sostiene en alto antes de guardárselas—. Ahora son mías. Él se sube los pantalones y le pasa sus calzoncillos—. Puedes quedarte con estos. Piensa en mí mientras te preparas para la cama.
Tomándose los calzoncillos, ella se los pone y se ríe cuando no se quedan arriba—. No puedo llevarlos. Son demasiado grandes —Yuki señala y luego se ríe. Ella lo abraza, y los dos desaparecen de vuelta al castillo.
Luna sonríe a los dos que finalmente regresan—. Parece que los dos se divirtieron. Yuki, sube a la cama; Cedric te verá de nuevo.
Cedric besó a Yuki en la frente—. Eso haré. Hasta luego, Princesa —La observa alejarse saltando y se vuelve hacia Luna—. Pronto será tiempo. Saquemos la sangre, y estaré en camino.