Naomi se acercó a Cedric y le entregó el frasquito. Se sentó en el borde de la cama y tocó la mejilla de Yuki. —Te extrañé, Señora.
Yuki miró a Cedric y vio la expresión grave en su rostro. —¿Es realmente tan malo? —Ella alza la mano y toca la mejilla de Cedric—. Quiero que sigas llamándome, Hermana Mayor. —Lanza una mirada a Naomi y luego de vuelta a Cedric.
—Estará bien, Cedric. Tendré fe en Amaris. Ella es la que me salvó y cambió mi vida para mejor. Confío en ti y en ella con mi vida y siempre lo haré. —Naomi sonrió.
Cedric sostenía el frasquito en la mano y miraba hacia abajo a Yuki. Se desliza fuera de ella y se sienta a su lado. —Te daré esto pero debes darte cuenta de que sólo puedo darte lo que vi. La memoria comenzará conmigo, ¿de acuerdo? —Sostiene el frasquito sobre ella como si fuera una zanahoria en una varilla.