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Cedric suelta una carcajada y camina hacia la puerta. Abre la puerta y mira a la mujer que está de pie en la entrada. —Oh, eres tú, Patricia. No esperaba verte tan temprano por la mañana —Cedric se apoya en el marco de la puerta con aspecto de bestia real y majestuosa.
—Ah, um, lamento venir tan temprano. Matt dijo que querías verme y me apresuré. No quería dejar pasar esta oportunidad —Ella se inclina hacia delante y coloca su mano en su pecho.
—Ah, es cierto, te pedí que vinieras aquí. Acabo de terminar de tomar el postre, pero supongo que una ronda más no sería mala idea —Cedric le lanza una mirada ardiente y se lame los labios.
Patricia levanta la vista hacia él con los ojos brillantes y tiembla. —Siempre estoy lista para divertirme.
