—¡Se suponía que fuera mía! Esta criatura no es mi sobrino. No es digno de ser uno de nosotros. Ryan, ¡tú no tienes nada que ver con nosotros ya que no eres familia! —Max había cortado el pecho de Cedric y sonrió maliciosamente.
—¿No relacionados? Tú no eres digno ni de decir eso. Ese es el elegido de mi Princesa. Así que todo lo que tenga que ver con ella me concierne. Así que deja de atacar a mi yerno, maldita bestia. No eras digno de estar con Hestia. Ella era tan buena chica y vivió la vida como quiso. No puedes hacerle esto a su hijo. —Ryan dio un paso adelante.
Max dejó de abrir a Cedric y apuntó su cuchillo hacia Ryan. —¿No digno? Hablas como si supieras que mi hermana estuvo viendo a ese demonio... ¿cómo era su nombre? Lupin, no, eso no es. ¿Asmodai? Tampoco, pero estaba cerca. Ah, eso es Asmoday. Acabo de sellarlo dentro de Cedric. —Se puso a reír como un loco.