Yuki, curiosa por lo que había dicho, miró donde él estaba enfocado y vio las explosiones de colores en el cielo. —Cedric, ¿son fuegos artificiales? —Yuki toca la ventana como de cristal y mira los fuegos artificiales mientras explotan en el cielo.
Cedric sonríe y toca la parte trasera de su cabello. —Sí, por eso quería que estuviéramos aquí desde el principio. Esto es algo que no has visto antes. Pensé que te encantaría verlos al menos una vez.
—Oh, Cedric. Esto es hermoso. Estoy tan feliz ahora mismo, muchísimas gracias. —Yuki giró su cabeza y volvió la mirada hacia Cedric y luego regresó a la vista fuera de la ventana. Tocó la ventana como de cristal y quedó hipnotizada.
—Estoy aún más feliz de que te haya gustado ahora. No pensé que sería fácil complacerte pero supongo que una ventaja de conocer nuestro pasado es que podría usar eso a mi favor. —Cedric la observaba mientras ella veía los fuegos artificiales—. Ven y siéntate en mi regazo.