—Haré lo que me pides —Ji Fuan no tuvo más opción que hacer lo que ellos querían, de lo contrario, Xiao Tian ordenaría a sus subordinados secuestrar y torturar a su esposa e hija.
Amaba tanto a su familia que no quería que les pasara nada malo. Preferiría complacerlos en lugar de ver a su hija y esposa siendo torturadas por los subordinados de Xiao Tian.
—Bien —Xiao Tian sonrió felizmente tras escuchar las palabras de Ji Fuan—. No te preocupes, señor Ji. Como dije antes, esto es solo temporal. Puedes cooperar con la empresa Fibers más adelante. Solo necesitas esperar hasta que puedas hacerlo.
Al igual que Xiao Tian, Chao Yang Sheng también sonrió felizmente. —Señor Fu. Quiero que informe esto a mi empresa familiar mañana a las 10:00 am.
—Oh, cierto. Si te preguntan la razón, diles que los hijos de Chao Ming Hai han acosado a tu familia o parientes —Xiao Tian pronunció—, ¿Entiendes?
—Entiendo —Ji Fuan respondió.
