Ye Qingyu estaba sin palabras. Anteriormente, pensó que Xiao Tian solo la besaría apasionadamente. Aún no había entendido que Xiao Tian le estaba mintiendo.
—¿Qué debo hacer? —pensó Ye Qingyu.
Ye Qingyu aún no había dicho nada y solo lo miraba fijamente.
Por supuesto, no le importaba si Xiao Tian deseaba tener sexo con ella, pero tener sexo en su oficina era un gran no para ella.
Sus ojos se abrieron por un segundo cuando Xiao Tian de repente apretó su pecho izquierdo. Luego desvió la mirada de su cara a su mano izquierda, que estaba apretando su pecho izquierdo.
—Parece que está muy caliente —pensó Ye Qingyu.
Las acciones de Xiao Tian hicieron que Ye Qingyu estuviera aún más segura de que él no mentía cuando decía que estaba excitado.
En este momento, Ye Qingyu permanecía en silencio. Estaba pensando en qué debía hacer.
En cuanto a Xiao Tian, se reía para sus adentros al ver la expresión en su cara.
