Solo porque tenía una entrevista garantizada no significaba que pudiera relajarse. Era más crucial que nunca demostrar académicamente que la escuela debería aceptarlo, no solo por su espacio de entrevista, sino también por sus verdaderos talentos y habilidades.
Chengcheng se sentaba diligentemente en un pequeño taburete, haciendo su tarea. Cada trazo demostraba su dedicación. Cuando Sisi llegó a casa de la escuela y vio a Chengcheng concentrado en su tarea, le acarició la cabeza y lo dejó solo para ir a jugar con la hermana menor.
Sisi también iba bien en la escuela. Había estado entre los primeros estudiantes en cada examen. Esto no era solo porque estudiaba mucho. Tang Yuxin le había dejado muchos materiales de estudio que cubrían asignaturas desde séptimo hasta duodécimo grado.