Tang Yuxin finalmente cerró con llave sus muebles de caoba tras esa puerta. Aun así, se sentía inquieta y terminó echando doble cerradura.
Parecían mejores que sus muebles de segunda mano. Al menos podía golpearlos, saltar sobre ellos o rodar sobre ellos. Aunque se desgastaran, no le rompían el corazón. Pero con estas piezas de caoba... mejor ni pensarlo.
El día después de que Tang Zhinian y Chengcheng se marcharan, Tang Yuxin fue directamente a la escuela. Allí, le hicieron una condecoración de toda la escuela, presentándole una beca escolar especial.
Una tarjeta de comidas gratis para la cafetería de la escuela.
Hasta 1,000 yuan de comidas al mes a su disposición, pero solo para consumo personal. Eso significaba que Tang Yuxin ahora tenía una tarjeta de comidas de 4,000 yuan en su posesión.
De alguna manera, en su época, apenas comía por valor de diez yuan al día. ¿Cómo se esperaba que consumiera 4,000 yuan? ¿O acaso la escuela había decidido hacerla tan gorda como un cerdo?