Afortunadamente, los padres de su niño no estaban allí. De lo contrario, tendrían un enorme problema. ¿Qué tiene de malo que su niño reciba educación? ¿A quién habían obstaculizado? ¿El camino de quién habían bloqueado?
Los padres de Zhang Yong'an se fueron y este asunto no terminaría simplemente aquí. Una disculpa es necesaria, pero dependería de si la aceptarían o no.
—Señorita Tang Yuxin, mis padres....
Zhang Yongan quería suplicar por sus padres, por él mismo, pero simplemente no podía tragarse su orgullo. No había ocasión en la que él, un Hombre Fénix, pudiera inclinarse ante otros. En sus ojos, siempre se mantenían nobles, orgullosos y superiores. ¿Cómo podrían inclinarse ante alguien, incluso en una disculpa?
Tang Yuxin se giró, su cara todavía algo hinchada, pero menos que antes. Sin embargo, seguía siendo una vista espantosa.
—Deberías estar agradecido de que mi familia no esté aquí, de lo contrario, no te habrías librado tan fácilmente.
