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Tang Yuxin se despertó de golpe y se sentó. Se puso la ropa a toda prisa y salió de la cama de ladrillos calientes. Ni siquiera tuvo tiempo de ponerse los zapatos, y salió descalza de la casa.
Afuera, las luces de la casa ya estaban encendidas. Cuando ella salió, Tang Zhinian también estaba saliendo, con la ropa puesta al revés por las prisas.
—¿Qué pasó? —preguntó Tang Zhijun—. Todos estaban bien durante la cena.
Tang Zhijun se secó la cara. —Todo estaba bien durante la cena. Pero, empezó a tener dolores de estómago por la noche. Fui al médico del pueblo y le conseguí pastillas para el dolor. Se durmió después de que el dolor disminuyó, pero ahora es insoportable. Está casi desmayándose del dolor.
Al oír esto, Tang Yuxin se apresuró a entrar en la habitación seguida de cerca por Tang Zhinian.
Dentro de la habitación, Sisi todavía estaba dormida. Incluso el ruido no la despertó. Afortunadamente, si se despertaba, nadie sabía cuán angustiada podría ponerse.
